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Galegram, el Telegram gallego

En los tres primeros días, la aplicación para Android obtuvo entre 3.000 y 4.000 descargas.

Pablo G. Bejerano

Madrid —

Galegram sólo usa el gallego. Esta aplicación de mensajería instantánea, que obtuvo entre 3.000 y 4.000 descargas a los tres días de estar disponible en Google Play, ofrece una propuesta singular. No sólo es el único software de este tipo en lengua gallega, también incluye referencias afables a la cultura de la comunidad autónoma y cuenta con un nivel de privacidad mayor que el de Telegram, en cuyo código está basado.

El resultado ha sido una calurosa acogida entre los usuarios gallegos que ha dejado descolocados a sus creadores, un grupo de programadores que trabaja en el Servizo Galego de Saúde (SERGAS, servicio gallego de salud en castellano) y ha desarrollado Galegram como un hobby. No les gustaba cómo funciona WhatsApp, sobre todo porque cualquier aplicación instalada desde Google Play puede acceder a las conversaciones del usuario.

Esto les hizo plantearse el desarrollo de una aplicación a su gusto, donde las conversaciones estuvieran cifradas de punto a punto y fueran volátiles. Para esto se sirvieron de la API pública de Telegram, algo que tiene beneficios evidentes pero también desventajas. La gestión de contactos se ofrece a través de la base de datos de Telegram y la sincronización no funciona demasiado bien. Además, se utiliza el servicio Google Cloud Messaging para distribuir la mensajería instantánea, que da algunos problemas.

“Galegram no guarda nada en el dispositivo, todo está en la nube. Con lo que la sincronización es importantísima para que esto funcione y la sincronización ahora mismo no está funcionando muy bien”, comenta Miguel Carrillo, uno de los creadores de Galegram. Son asperezas que los desarrolladores están limando poco a poco, no en vano la aplicación apenas tiene un mes. Aunque son ya más de 12.000 descargas las que ha cosechado en su versión para Android.

El compromiso de los usuarios

Carrillo achaca el éxito a la originalidad de la propuesta. “A la gente le hace gracia tener algo autóctono: la vaca que sale, los contactos con boina”, relata, sin olvidarse de la seña de identidad de Galegram. “Todo el mundo que se instala esta aplicación, tenga el teléfono en chino, en inglés o lo que sea, le va a salir en gallego”. Alrededor de estos cánones ha surgido una comunidad de usuarios verdaderamente comprometida. Carrillo dice que reciben un montón de mensajes con informes de error, un indicativo claro de que la gente quiere que el proyecto siga y está dispuesta a contribuir para conseguirlo.

Los desarrolladores han incorporado a Galegram dos detalles de su cosecha que mejoran la privacidad del servicio con respecto a Telegram. La aplicación permite a los usuarios esconder la hora a la que se conectaron por última vez o si en esos momentos se encuentran online. Y si reenvías un mensaje de otra conversación, puedes decidir que no se vea su autor original.

Las correcciones las van implementando poco a poco, para que se note que no se está dejando morir la aplicación. Además, han lanzado un cliente web, disponible a través de galegram.org, sobre todo porque mucha gente con iPhone les escribía diciendo que ellos también querían usarla, que también eran gallegos. Como consecuencia, cualquiera puede utilizar el servicio desde un navegador.

Los creadores de Galegram son un grupo de amigos que se conocen desde hace muchos años. Cada uno tiene su trabajo y desarrollar este tipo de aplicaciones forma parte de su ocio. “Es algo que nos gusta. Es como a quien le gusta irse a jugar al fútbol. A nosotros nos gusta probar estas cosas, usarlas y, sobre todo, que tengan utilidad y que sean gratuitas”, apunta Carrillo. Este proyecto lo han sacado entre tres personas, pero el número de implicados suele variar.

En este caso, el reconocimiento obtenido ha sido inesperado. “Nos han llamado de la Xunta de Galicia, de la Dirección Xeral de Xuventude, de Política Lingüística. Bueno, incluso nos han llegado currículums de gente que piensa que esto es una empresa o algo así”, comenta Carrillo, divertido. “Pero es que no es nada de esto. Es un grupo de usuarios, nada más”.

Carrillo rechaza tajantemente que vayan a rentabilizar la aplicación de alguna manera, ni publicidad ni de ninguna otra forma. Tampoco pierden dinero, gracias a la infraestructura de Telegram. “El gasto es cero. Broncas con las parejas y nada más”. Por supuesto el código fuente es abierto, ahora lo están comentando para orientar a cualquiera que lo quiera utilizar. Cuando esté anotado, se pondrá a disposición del público.

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