Desde el pasado mes de mayo, los espectadores de la cadena KVDA en San Antonio -EEUU-, afiliada a Telemundo, son testigos de un experimento que nunca se había hecho por televisión. El corresponsal del informativo es el propio vecino que, desde su casa, se queja por la escasa atención que su barrio recibe por parte de la Administración. Mediante esta nueva forma de narrar las noticias, la emisora de TV está buscando reestablecer la comunicación directa con un espectador acostumbrado a los bustos parlantes, a la magnificencia de las sintonías y a los intereses empresariales y políticos que deslucen la tarea de los periodistas y los contenidos que realizan. Es una vuelta de tuerca para tratar a los espectadores como ciudadanos de una democracia y no como consumidores que están inmersos en un centro comercial repleto de informaciones. Mediante este experimento, KVDA ha equipado a 30 hogares con toda la tecnología mínima necesaria para que cada usuario pueda emitir en directo desde su hogar. Para Robert Huesca, profesor de Comunicación en la Universidad de San Antonio, se convierte en corresponsales a sectores de la población olvidados por las cadenas de televisión, tales como mujeres con bajos ingresos, minorías étnicas y jóvenes y que además no son grandes consumidores de medios de comunicación. Por otra parte, según Huesca, los informativos pueden sacrificar los principios de objetividad e imparcialidad a cambio de noticias de primera mano acompañadas de un conocimiento pleno de la situación, de la vida real, algo de lo que muchas cadenas y periodistas carecen, según este especialista. Otros experimentos Además de la KDVA, existen otras organizaciones como el Centro Pew para el Periodismo Cívico o la Fundación Annye E. Cassey, que reconocen el derecho de las personas a ser los propios protagonistas de las noticias frente a los intereses de corporaciones y de los gobiernos por controlar los contenidos informativos. El Centro Brasileño para los Indígenas también permitió que unos granjeros de la zona contaran por sí mismos cómo habían sido engañados por el Gobierno. Aquellas informaciones tuvieron bastante eco en la opinión pública y reforzaron la defensa de los intereses comunes de los agricultores, quienes finalmente obtuvieron sus peticiones. Con estas prácticas también se corre el riesgo de caer en la información sobre intereses propios. En ese punto es donde deben entrar los profesionales cualificados, para orientar y dirigir las informaciones hacia el camino de la experiencia propia, nuca a intentar repetir las tomas de cámara e imitar la seriedad de informativos como la CNN. “En ese caso, más que un informativo, lo que podría salir sería una copia de Los vídeos más graciosos de América