El Salvador es un país que ha sufrido una guerra civil que ha durado casi 20 años. Esta situación, unida a los continuos desastres naturales, ha hecho que la industria de la televisión se quedara estancada durante diez años. Pero de un tiempo a esta parte, este mercado ha experimentado una mejora y ha pasado a convertirse en uno de los más prósperos del continente. El estado salvadoreño ha permitido la libre competencia en este campo. Por ello ha establecido nuevas licencias en UHF y el cable llega al 100 por ciento del territorio, a pesar de lo complicado de su orografía. El crecimiento constante de su Producto Interior Bruto (PIB) ha hecho que su moneda, el Colón, sea una de las más prósperas y los tratados de libre comercio han logrado que empresas tan importantes como el mejicano Grupo Azteca hagan inversiones en El Salvador. De momento falta legislación en muchos aspectos, pero el progreso del mercado televisivo se nota día a día.