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Los milagros del agua: una ruta por el norte de La Palma

Dragos junto a una casa tradicional canaria en el municipio palmero de Garafía. VA

Viajar Ahora

Verde. Verde por todos lados. La Palma recibe desde el mismísimo corazón del Atlántico el mejor de los regalos. Agua. Agua a raudales que encuentra una pared infranqueable en los más de 2.400 metros de altitud de las crestas que dan a la Caldera de Taburiente. Esta orografía con propensión a lo vertical convierte a la isla en un verdadero plano inclinado por donde resbala el agua a raudales. Desde el Mirador de La Montaña, el viajero podrá ver a media altura todo esto que aquí le contamos. Como la Palma sale del mar y va subiendo hacia las nubes en tramos de verde que van desde las fincas de plátanos a la selva feraz. No es mala idea iniciar por estos lugares la exploración de la increíble geografía palmera y llegar hasta este balcón natural situado en La Galga con las primeras luces del día tras desayunar en la coqueta y monumental Santa Cruz .

Aquí se puede entender en apenas unos metros la idiosincrasia del lugar. La naturaleza exuberante de los bosques, la laboriosidad de los cultivos y la belleza de los pueblos palmeros. Como La Galga, uno de esos pueblecitos con encanto que se recorren en apenas 15 minutos pero que bien merecen un centenar largo de fotografías. Agua, comentábamos con anterioridad. La LP-1 serpentea hacia el norte dejando atrás un rosario de pequeñas poblaciones que anteceden a los grandes núcleos del norte. El asfalto se adapta aquí a la sucesión de barrancos en los que los palmeros y palmeras, desde hace más de mil años, han sabido sacar provecho al medio. Como sucede en la El Tendal (Dirección: LP-1 Km 19 –San Juan-; Tel: (+34) 922 423 100), un conjunto de cuevas y abrigos naturales que, hoy convertido en parque arqueológico, nos ayuda a comprender el día a día de los benahoritas, primeros pobladores de la isla.

Los isleños e isleñas de hoy viven en pueblos como San Andrés, ejemplo del buen gusto y el mimo con el que los locales cuidan lo suyo. El casco histórico de ‘La Villa’ es uno de los mejor conservados de la isla y cuenta con joyas como la Parroquia de San Andrés Apóstol que data del siglo XVI y que cuenta con imponentes artesonados mudéjares y una buena colección de imágenes del mejor barroco canario y lugares mágicos como El Charco Azul, uno de los espacios de ‘playa’ más auténticos de Canarias. Otros lugares que bien merecen la parada en San Andrés son su antiguo Horno de Cal (Dirección: Camino Cruz Grande) y lasDestilerías La Aldea (Dirección: C/ Puerto Spíndola, 3; Tel: (+34) 922 450 568; E-mail: ronaldea@destileriasaldea.es), que elabora uno de los mejores rones de caña del mundo; y no exageramos. Ya en el casco de Los Sauces se encuentra el Molino El Regente (Dirección: C/ Molino, 33; Tel: (+34) 922 451 727; Horario: L-S 9.00 – 18.00), antigua maquina hidráulica del siglo XIX para molienda de granos que ha sido minuciosamente restaurada y que hoy alberga un curioso museo etnográfico. Otra herencia directa del agua.

Naturaleza pura y huellas del pasado

El agua, decíamos. Ladera arriba, los cultivos van desapareciendo ante la dictadura férrea de una geografía que tiende hacia lo vertical. Aquí, dónde el esfuerzo del hombre es inútil, el verde toma el protagonismo absoluto en lugares espectaculares como Los Tilos (Acceso: LP-31 –desde LP-1- y LP-105) uno de los bosques de Laurisilva más impresionantes de Canarias y visita imprescindible de cualquier viaje a la Isla Bonita. En el Centro de Visitantes (Dirección: Los Tilos sn; Tel: (+34) 922 451 246; Horario: L-D 9.00 – 17.00) podemos empezar a comprender la complejidad natural de este bosque mágico. Hay numerosos senderos señalizados que nos permiten conocer las profundidades de este espacio mágico; desde el leve paseo de 2 kilómetros que asciende hasta el espectacular Mirador del Espigón Atravesado a la ruta que nos lleva hasta los nacientes de Marcos y Cordero (12 kilómetros de ida y vuelta), uno de los caminos míticos del montañismo canario.

La exuberancia de Los Tilos es sólo una muestra de la riqueza natural que ha convertido a La Palma en una de las Reservas de la Biosfera declaradas por la UNESCO, galardón que pone de manifiesto el compromiso de la población local con la conservación de su patrimonio ecológico y su cultura tradicional. Camino al norte, no es mala idea acercarse hasta la Laguna de Barlovento y ver el bosque desde arriba; o ir ladera abajo hasta La Fajana (Acceso desde LP-1 Km 28) uno de los escasos espacios costeros dónde es posible acercarse al mar y darse un baño en el accidentado litoral norte palmero.

La ruta propuesta por Viajar Ahora sigue por la LP-1 hasta el Parque Arqueológico de La Zarza y la Zarcita (Acceso: LP 1; Tel: (+34) 922 695 005; Horario: L-D 11.00 – 18.00 (invierno) 11.00 – 19.00 (verano); E-mail: furepaviga@teleline.es), ejemplo paradigmático de las numerosas estaciones de grabados rupestres repartidas por toda la geografía de la isla . El lugar, vinculado con los ritos de fertilidad de los antiguos benahoritas y el culto al agua, atesora un total de 47 paneles dónde abundan las espirales y las figuras de círculos concéntricos de entre los que destaca el llamado “El Rosetón” . Un pequeño centro de interpretación ayuda a entender el lugar y ofrece información interesante sobre la sociedad isleña antes de la llegada de los conquistadores españoles a finales del siglo XV . A dos pasos del parque arqueológico se encuentra la Quesería Luna de Awara (Dirección: C/ La Barrera, 7 –Garafía-; Tel: (+34) 922 464 950; E-mail: info@lunadeawara.es), una oportunidad única para comprar excelentes quesos artesanales de la isla, merecedores de numerosos premios internacionales.

Seguimos hasta Santo Domingo (Acceso por LP-112), núcleo principal y ‘capital’ del municipio de Garafía. Otro ejemplo magnífico del gusto por mantener lo propio que se tiene en esta tierra. El pueblo son apenas seis o siete calles articuladas en torno a la preciosa Iglesia de Nuestra Señora de la Luz, un edificio del siglo XVI que presume de uno los mejores artesonados mudéjares de la isla. Apenas quince o veinte minutos bastan para recorrer las calles de Santo Domingo. Casas tradicionales, terrazas de cultivo y algunos molinos de viento forman este pequeño centro histórico en el que hay muy buenas opciones para comer. Terminamos nuestra ruta por el norte de La Palma en Las Tricias (Acceso LP – 114), pequeño pago de Garafía enclavado en el barranco del mismo nombre. Esta profunda grieta es famosa en toda la isla por sus bosques de dragos, únicos en el Archipiélago canario.

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