Postales de Santiago de Compostela: un fin de semana en la capital gallega

Soportales del casco histórico de Santiago de Compostela.

Viajar Ahora

La primera vez que visitamos Santiago de Compostela éramos apenas unos niños. De aquel primer viaje recordamos tres cosas: la versión en gallego del clásico Robin Hood de Errol Flynn en un bar del centro; los muros altísimos de la Rúa do Val de Deus y la tristeza que sentimos cuando el autobús dejó atrás la ciudad para seguir adelante en uno de aquellos insufribles viajes organizados que tuvimos que padecer en la infancia. Desde entonces, y ha llovido bastante, hemos vuelto casi una docena de veces a la capital gallega . Unas a trabajar; otras como colofón a tres Caminos de Santiago exitosos –otro terminó en desastre médico a las afueras de Pamplona-; un par de ellas como punto de descanso en viajes largos por carretera y otras dos como escapada de fin de semana. Conocemos Santiago. Y presumimos de conocerla bien. Y por eso nos atrevemos a decir que, a parte de ser una de las ciudades más bonitas de España y Europa, es también el lugar ideal para pasar un fin de semana si eres de esos que tienen gusto por las ciudades con pedigrí histórico, ambiente, gastronomía de Primera y la autenticidad que aporta la cultura gallega.

Una de las ventajas de la capital gallega es su tamaño. Pequeñito. Concentrado. Esto permite ver mucho en muy poco tiempo y, lo que más nos gusta, tener que pasar una y otra vez por el mismo sitio una vez y otra. El tamaño, cuando viajas, sí que importa. Y en este caso es una ventaja ya que con dos o tres días puedes volver a casa con la sensación de que conoces bien la ciudad . En las siguientes líneas te proponemos una pequeña guía de la ciudad con los lugares que tienes que visitar sí o sí y otros que puedes añadir al plan en función de tus gustos o inquietudes. Lo ideal es dedicarle la ciudad tres o cuatro días, pero con un fin de semana es suficiente.

Explorando el centro

El clásico es entrar en el casco histórico a través de la Rúa do Franco (Calle del Francés, no te asustes). Esta calle parte del Parque de la Alameda y se adentra en la ciudad vieja hasta la Plaza do Obradoiro, justo en frente de la catedral. La calle es una sucesión de bares, restaurantes, mesones y tiendas de recuerdos. Por aquí vas a pasar cien veces. Por eso, si es la primera vez que vas a la ciudad, te recomendamos subir hasta la Rúa de San Pedro y acompañar a los peregrinos por el último kilómetro del Camino de Santiago ( ver última etapa del Camino de Santiago ver última etapa del Camino de Santiago ) y entrar en lo que, hace siglos era la ciudad a intramuros, por la Rúa das Casas Reais hasta el Obradoiro pasando por la Azabachería. Allí, en pleno centro de la ciudad se encuentra la Catedral de Santiago de Compostela Catedral de Santiago de Compostela (Plaza do Obradoiro, sn; Horario: LD 7.00 – 20.30 –Museo 9.00 – 20.00) epicentro de la ciudad y razón de ser de la misma.

Seas o no religioso esta es una visita que tienes que hacer sí o sí. Y no es mala idea entrar también al Museo del Tesoro y alPalacio de Xelmirez para ver joyas como el antiguo coro románico, el Claustro barroco o subir hasta las cubiertas para ver la ciudad desde arriba. Ya en la catedral, los imperdibles son el Pórtico de la Gloria, obra maestra de la escultura medieval europea; las naves interiores; la cripta dónde según la tradición se encuentran los restos del Apóstol Santiago; el Altar mayor y, nuestra preferida, la Capilla de La Corticela, una antigua iglesia románica del siglo XI que quedó asimilada a la catedral con sus sucesivas ampliaciones. Todos los días, a las 12.00, se celebra la Misa del Peregrino en honor de los que, en cada jornada, terminan su peregrinación. Si al entrar al templo ves que hay una enorme copa de plata colgada del crucero es que en esa misa el famoso Botafumeiro –un incensario de 100 kilos de peso- volará sobre las cabezas de los asistentes. Es uno de los ritos religiosos más famosos de España que, en tiempos remotos, servía para mitigar con incienso el mal olor de los peregrinos.

Como la Catedral está abierta hasta las 20.30 no es mala idea hacer un par de visitas a lo largo del día. A última hora de la tarde apenas hay gente y la luz es espectacular. Como te decíamos, lo bueno de Santiago es que todo se encuentra en un radio de diez o veinte minutos a pie. En el entorno del Obradoiro se encuentran el Palacio de Raxoi, soberbia construcción neoclásica sede del Gobierno de Galicia; el Hospital de los Reyes Católicos (siglo XVI), magnífico ejemplo del renacimiento español convertido en exclusivo Parador de Turismo y la Biblioteca de la Universidad Compostelana (Colexio de Fonseca, Rúa do Franco, sn), con su espectacular claustro.

Otro obligado es darle la vuelta a la catedral y pararse a ver las plazas que rodean al enorme edificio: Platerías; Quintana y Azabachería. Desde cada una de ellas, la catedral nos ofrece una nueva perspectiva y multitud de detalles; algunos grandes como la Torre Berenguela o las diferentes puertas –Platerías; Puerta Santa; Puerta Azabachería-. Otros pequeños, como los elementos románicos que afloran de entre la cobertura barroca que cubrió casi todo el exterior en el siglo XVIII. Desde las plazas surgen las callejuelas que recorren toda la trama de la ciudad medieval. A nosotros nos encantan las Rúa do Vilar yRúa Nova. Calles con soportales que mueren en la Plaza do Toural que esconden pequeñas maravillas como la románica Iglesia de Santa María Salomé (Rúa Nova, 31), la tienda de cerámica de Sargadelos tienda de cerámica de Sargadelos (Rúa Nova, 16) y esas hileras de casas de piedra con amplios balcones acristalados que tanto nos gustan. Muy cerca de esta pequeña plaza se encuentra el Mercado de Abastos Mercado de Abastos (Rúa Ameás, sn) un buen lugar para comprar productos gallegos de primerísima calidad y tomar unos vinos.

Otro imprescindible del centro es dar un paseo por elParque de la Alameda; hacerse una foto con As Duas Marías, estatuas que simbolizan a las hermanas Maruxa y Coralia Fandiño –dos personajes populares locales-; pararse en el Mirador de Santiago (dónde se puede ver la mejor vista de la ciudad con las torres de la catedral como protagonistas); llegar hasta la escalinata que lleva al Campus Universitario y buscar entre los árboles las piedras grises de la Iglesia Románica de Santa Susana. La Alameda es la mejor manera de acabar el día y esperar la noche . Los atardeceres aquí son gloriosos y si tienes la suerte de que te toque una tarde con sol podrás ver como las piedras se tiñen de rojo justo antes de que empiece a hacerse de noche.

Entonces llegará la noche y con ella un nuevo escenario lleno de sombras y luces tenues. Pasear de noche por la ciudad es increíble. La belleza de Santiago se multiplica y también las opciones. Primero cenar en alguno de los restaurantes o tascas de las inmediaciones de la Rúa do Franco (nosotros tenemos predilección por el Orella –Rúa Raiña Tel: (+34) 981 582 459; E-mail: orella@hotmail.es-) y después disfrutar de los bares y los clubes de esta ciudad universitaria. Si te gusta la música en directo puedes empezar la ronda en la Casa das Crechas Casa das Crechas (Vía Sacra 3; Tel: (+34) 607 772 729), dónde son habituales los conciertos de folk gallego y otros sones de la familia céltica a primera hora de la noche. Después la ruta queda al arbitrio y al aguante de cada cuál ( ver guía del ocio nocturno de Santiago ).

Museos en Santiago

Si te gustan los museos y los centros de arte, las posibilidades en la ciudad son abundantes. El que más nos gusta es el Museo do Poblo Galego Museo do Poblo Galego (San Domingo de Bonaval, sn), instalado en un viejo monasterio medieval y centrado en el origen, historia y costumbres del pueblo gallego. Es muy interesante y el edificio en el que está es brutal –no te pierdas la famosa escalera triple-. A dos pasos se encuentra el Centro Gallego de Arte Contemporáneo Centro Gallego de Arte Contemporáneo (Rúa Valle Inclán, 2) con una buena colección de arte contemporáneo y una interesante programación de exposiciones temporales. Si te interesa el Camino de Santiago y todo lo que implica, pásate por el Museo de las Peregrinaciones Museo de las Peregrinaciones (Rúa de San Miguel, 4) en el que podrás descubrir la historia y el por qué del Camino así como la importancia de la ruta jacobea para la ciudad. A nosotros nos encantó.

Fuera del Casco Histórico

Para una pequeña excursión a las afueras del casco histórico –para una mañana o una tarde- te proponemos dos lugares totalmente opuestos aunque ambos en el mismo camino. Uno tiene el pedigrí que dan los siglos y el otro el que otorga uno de los más reconocidos arquitectos contemporáneos del mundo; uno carga con más de 800 años a cuestas y el otro es el nuevo hito urbano de la ciudad. La Colegiata de Santa María de Sar Colegiata de Santa María de Sar se encuentra a orillas del río del mismo nombre y es uno de los mejores ejemplos de arquitectura románica de la ciudad . Destaca por sus columnas torcidas, que, desde su construcción, tuvieron que lidiar con un terreno inestable por la cercanía del río. El claustro es precioso. Y siguiendo calle arriba nos encontramos con la Ciudad de la Cultura de Galicia Ciudad de la Cultura de Galicia , un impresionante complejo de salas de concierto y exposiciones diseñado por el arquitecto Peter Eisenman. Desde aquí las vistas sobre la ciudad vieja son impresionantes.

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