Santiago de Compostela tras la puesta del sol; un pequeño recorrido nocturno por el casco viejo

Fachada de la Catedral de Santiago de Compostela desde el Obradoiro.

Viajar Ahora

Santiago de Compostela es una de esas ciudades especiales de las que hay muy pocas. Una ciudad encantadora que muestra muchas y muy diferentes caras a lo largo del día. Una ciudad que invita al paseo sosegado y a pasar cinco o seis veces por el mismo lugar; o veinte o treinta… En Viajar Ahora podemos presumir de conocer bastante más que bien esta belleza de piedras manchadas por el musgo, grandes galerías acristaladas y calles melancólicas. Hemos recorrido muchas veces su laberinto hermoso buscando aposta la protección de los soportales; la hemos visto en invierno, en primavera, en verano y en otoño. Hasta hemos tenido la oportunidad de llegar tres veces a pie por el mítico Camino de Santiago (andamos preparando un amplio especial sobre el Camino que saldrá muy pronto a la luz). Adoramos Santiago; amamos Santiago; morimos por Santiago.

De día, y aún más de noche. Porque más allá de ese chorro de luz y bullicio de la Rua do Franco, dónde se ubica el mítico París-Dakar, hay una Santiago que incluso durante la temporada alta, a apenas unas calles de Obradoiro, Praterías y la Plaza de Quintana, se muestra tranquila, discreta, misteriosa y evocadora. Una Santiago que nos encanta y que queremos que descubras en tu próximo viaje a la capital compostelana. Como sucede en estos casos, las recomendaciones que te damos no son más que fruto de nuestra experiencia.

Decíamos en el título lo de tras la puesta de sol. Olvídate del título y, si luce el sol, ve a ver sus últimos rayos desde el Parque de La Alameda, desde dónde se disfruta de unos atardeceres gloriosos. El sol te quedará de espaldas, pero podrás ver su reflejo en las cristaleras de la fachada de la Catedral de Santiago; piedras barrocas que se encienden cada ocaso y grandes ventanales que dejan entrar el sol en el interior del templo en un guiño indudable a viejos ritos y tradiciones religiosas bastante anteriores al propio Apóstol. Conviene entonces cenar pronto, o tomar un buen ribeiro y unas raciones en O Franco, para no faltar a la tradición. A nosotros nos encanta el Orella (Dirección: Raiña, 25; Tel: (+34) 981 582 459; E-mail: orella@hotmail.es) que es bueno, bonito, barato y, para redondear, te tratan con cariño.

Con la pancita llena (y temprano) empezamos nuestra noche compostelana en Casa das Crechas (Dirección: Vía Sacra, 3; Tel: (+34) 667 706 240; Ver Programación; E-mail:), uno de esos lugares que enamoran. Música folk en vivo con especial protagonismo de los sones de esta tierra mágica y de ‘otros barrios’ de la nación celta. Una delicia, vamos. Y si no hay concierto, buenas copas y mejor música. Nosotros nunca dejamos de pasar por aquí cada vez que visitamos la ciudad. Es una buena manera de preparar el cuerpo y la mente para el paseo. Los miércoles hay noche de foliada, impresionantes veladas de música tradicional.

CALLEJEANDO CON RUMBO

El tamaño del casco histórico de Santiago permite callejear sin rumbo dando pie a los encuentros fortuitos. Nosotros te proponemos bajar por la calle Azabachería e ingresar a la Plaza del Obradoiro por el arco que pasa bajo el Museo Catedralicio. Aquí detente un rato. Admira las fachadas que ya habrás visto de día (la propia Catedral y el Hospital de los Reyes Católicos). Haz fotos y si te gusta el cachondeo universitario pásate por las arcadas del Palacio de Raxoi donde, cada noche, los ‘muchachos’ de la tuna hacen un repaso a todo su repertorio. Nosotros te proponemos salir de Obradoiro por la Rua de San Francisco y tomar la primera bocacalle porVal de Deus, una calle estrechita casi sin otra cosa que muros muy altos que te llevará a extramuros por Xoan XIII y Costa Vella. Vuelve a entrar en ‘Santiago’ por la poética ‘Porta da Pena’ hasta la Praza de San Martiño.

Aquí las posibilidades se multiplican. Se abre un sinfín de callejas que a un lado y a otro serpentean y se retuercen con pocas concesiones al espacio abierto. Toma decisiones contradictorias: ve a un lado y al otro, pero procura encaminar los pasos hacia Vaová Mixolo (Dirección: Algalia de Arriba, 18; Tel: (+34) 610 358 461; E-mail: vaovaginbar_algalia@outlook.es) para tomarte los mejores cócteles de la ciudad. En esta zona se abren multitud de pequeños locales y bares. Un par de gintonics (que ricos por Dios!!!!) después, nosotros seguimos por Praza de Cervantes y Rúa do Preguntoiro; bajamos por la preciosa Rúa Conga, dónde se encuentra otro de nuestros preferidos: Borriquita de Belem (Dirección: Rúa de San Paio de Antealtares, 22; Tel: (+34) 653 471 551) aúna buen beber (glorioso vermut casero), mejor ambiente y excelente música con un completo programa de actuaciones de Jazz en directo.

Nos queda mecha aún. Por eso te decíamos aquello de empezar el paseo con la puesta de sol. Desde Rúa da Conga podemos girar hacia la izquierda por la Rúa Nova, una de las calles más bonitas de la ciudad. Si has sido lista o listo, habrás visitado ya la preciosa Iglesia de Santa Salomé. Su portada románica, de noche, es preciosa. Y bajo soportal, como la propia calle. Brutal. Seguimos adelante rodeando a Santa Salomé hasta A Reixa Bar (Dirección: Rúa Tras Salomé, 3; Tel: (+34) 653 937 614) otro clásico de la música en directo del casco compostelano. Uffffff!!! ¿Queda tiempo para más? Esta última en Santiago vez probamos Copas Rotas (Dirección: Rúa Nova, 39; Tel: (+34) 881 256 018). Entramos atraídos por la decoración, y la verdad es que nos sorprendió muy gratamente.

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