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Dos rutas por Toulouse y sus alrededores que estás tardando en hacer

Vista aérea de la ciudad de Toulouse. © D. Viet.

Marina Gómez

Toulouse, la inigualable “Ciudad Rosa”, es la capital del departamento de Haute-Garonne (Alto Garona) en Occitania Sur de Francia, así como la capital histórica de la provincia del Languedoc, famosa por su gastronomía. No en vano, entre los bellos rincones del patrimonio artístico de sus barrios rosas de más de 2.000 años de historia, nos topamos con restaurantes merecedores de estrellas Michelin. Aprovecha para probar en el mercado de Carmes o en el de Víctor Hugo los mejores derivados del pato (que en esta región son exquisitos), contrasta su grasa con los caldos de la región (Gaillac, Fronton, Madiran, Cahors, etc.) y culmina con un Armagnac, el licor de D'Artagnan. Como souvenir, ya que estás, puedes llevarte las violetas cristalizadas o una botella de licor de violeta, que es la flor simbólica de la ciudad.

Para disfrutar de su programación cultural en La Halle de la Machine o en sus múltiples museos y entender su relevancia aeronáutica (Toulouse es la cuna de Airbus), puedes recorrer la ciudad en bici, en microbús o en tren turístico. Pero no debes quedarte en la ciudad simplemente. Navega por el río Garona desde la pasarela Viguerie, Bazacle, o por el Canal du Midi, una obra declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que conecta fluvialmente el Mediterráneo con el Atlántico.

Desde el barquito (algunos incluyen la experiencia gastronómica) podrás descubrir villas, castillos y monumentos arquitectónicos del departamento de Haute-Garonne como la catedral de Saint-Bertrand-de-Comminges o la basílica Saint-Just de Valcabrère; aparte de los paisajes que varían desde las llanuras de Lauragais, pasando por las suaves colinas de Comminges, hasta la cordillera de los Pirineos.

1. Ruta por el Canal de Midi tras los pasos de Pierre-Paul Riquet

De las dos rutas para recorrer los alrededores de Toulouse, esta primera transcurre a lo largo del Canal du Midi en coche, siguiendo el camino abierto por el ingeniero Pierre-Paul Riquet a finales del siglo XVII. Podrás parar a hacer fotos en los encantadores pueblos de Bonrepos-Riquet, con el castillo-residencia de Riquet, la Orangerie y los estanques cercanos al lago de la Balerme. Así como en la bastida de Revel, cuyo epicentro es su colorido y reputado mercado, presidido por una majestuosa Torre que data de 1834. De ahí parten dos recorridos por carril bici hasta el lago de Lenclas y otro hacia el Lago Saint Ferréol (presa a la par que playa), con su panorámica magnífica sobre Revel y el Lauragais.

Aunque son mejores las vistas desde el lindo pueblo medieval de Saint-Félix-Lauragais, conocido por su pintoresco mercado y su magnífico castillo. De ahí, sigue la ruta pasando por Naurouze, el punto culminante del famoso Canal, hasta su extremo del puerto deportivo Port-Lauragais. Infórmate en la “Maison de la Haute-Garonne” de las opciones turísticas porque hay demasiadas.

2. Ruta enológica por la Denominación de Fronton

Para la segunda ruta apuesta por el vino de la “AOC Fronton” (Denominación de Origen Controlada), empezando, de vuelta en Toulouse, por la degustación Wine Flight en el “Wine Bar”, la mejor vinoteca del mundo. ¡Déjate sorprender por Thomas Cabrol y su equipo de enólogos! Y, al día siguiente, parte hacia el sur rumbo a Fronton, con sus bosques, viñedos y sus espléndidos châteaux, o ciudades como Castelnau-d’Estrétefonds, que data del siglo X y destaca por las visitas a las esclusas del río Hers y de Castelnau y los tours guiados con cata a la bodega “Domaine De Saint-Guilhem”, de 1738.

En un agradable paseo por Bouloc, has de ver la iglesia de Notre-Dame antes de acercarte a la bodega “Villeneuve el Château Clos Mignon”. No tendrás que conducir mucho hasta Fronton, la ciudad cabecera de la D.O homónima, con su interesante patrimonio histórico y su tradición vinícola de épocas romanas, que queda patente en la “Maison des Vins” (La Casa de los Vinos y de Turismo de Fronton), ubicada en el fabuloso Castillo Capdeville. Aprovecha ahí para descubrir más de 150 referencias vitivinícolas y comprar los que más te gusten en sus catas.

No obstante, reserva ganas para catar más en las bodegas del “Château Bellevue-la-Foret” y el “Domaine du Roc”, con sus vinos generosos y con carácter. Otra parada de esta ruta enológica es Villaudric, un pueblecito que domina orgulloso el valle del Tarn y que cuenta con la bodega más antigua del Fronton (1776). También son interesantes “Château Caze” y el “Château La Colombière”, para iniciarte con un interesante taller de vinos.

Con esa ingravidez, alucinarás con las vistas de la elevada terraza de Vacquiers, desde donde parten rutas de senderismo de gran atractivo y merecen la pena el “Château Plaisance” (para testar su vino ecológico) y “El Domaine des Pradelles”.

Te esperan más viticultores en la bodega “Domaine Roumagnac” y en Bessières y Buzet, que se encuentran rodeadas de un espacio boscoso de robles excepcional, clasificado como “espacio natural frágil” y eco, que protege a sus corzos, jabalís, gamos, ardillas… La ruta culmina con el maletero lleno de ricos vinos en uno de los pueblos redondos que se construyen alrededor de su iglesia, el tranquilísimo Paulhac, ideal para ver la tarde caer desde su plazuela.

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