Los parques nacionales más bellos de España (II)

Los Picos de Europa. Imagen obtenida en Flickr, CC.

Elisa Caballero / Elisa Caballero

Después de acercarnos a algunos de los parques nacionales más bellos de España, queremos alargar esta lista y aproximarnos a otros “museos del Prado” de la naturaleza. 

Picos de Europa

Situado en la cordillera cantábrica, fue declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2003. Esta mención busca conservar y proteger la biodiversidad de espacios geográficos representativos de los diferentes hábitats del planeta. En el caso de los Picos de Europa, se trata de un ecosistema de bosque atlántico que alberga la mayor formación caliza de la Europa atlántica.

El parque tiene un desnivel de 2500 metros, lo que provoca una orografía muy diversa. La fauna del parque es excepcional porque comprende toda la fauna cantábrica y muchas especies mediterráneas. En Los Picos de Europa encontramos el 88% de los mamíferos terrestres presentes en la península ibérica y hasta el 72% de las aves reproductoras en España. Se reintrodujo a la cabra montés, especie que desapareció a finales del siglo XIX de esta zona. Hay muchísimas rutas de senderismo, como la ascensión a Peña Castil y, además, la zona cuenta con un rico patrimonio cultural y gastronómico que merece la pena visitar.

Los Picos de Europa están bañados en polémica. Aunque el parque es un bien público gestionado y protegido por el Estado, también está compuesto por terrenos privados. El PP prorrogó hasta 2020 el plazo para finalizar actividades incompatibles (como la caza) en fincas privadas. Eso significa que todavía hoy, en este parque,  se permite la caza y la pesca, lo que ha provocado una fuerte controversia, sobre todo en el caso de la caza de lobos, ya que es el único parque nacional de España con una población de este animal y el único de Europa occidental donde habita la especie. Según la Ley 5/2007 de la Red de Parques Nacionales, los controles poblacionales de cualquier especie solo son posibles con “carácter excepcional”, basados en el mejor conocimiento científico posible y “cuando no exista otra solución satisfactoria”, medida que no se está llevando a cabo con los lobos. Esta cuestión ha llegado incluso hasta el Parlamento Europeo.

Monfragüe

Enclavado en la provincia de Cáceres, lo atraviesan el río Tajo y el Tiétar. Su nombre proviene del latín mons fragorum, que significa monte denso. Representa al ecosistema del bosque y matorral mediterráneo, aunque también encontramos en él dehesas, roquedos, ríos y embalses.

La fauna salvaje es fácil de contemplar, sobre todo, a las aves como el buitre negro y el águila imperial ibérica. Es por ello que en 1991 fue declarado ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Existen numerosos miradores distribuidos por el parque para poder avistarlas en todo su esplendor. El más espectacular es el Roquedo de Peña Falcón, popularmente conocido como el Salto del Gitano (si quieres conocer la leyenda que rodea a este lugar, entra aquí).  

Recomendamos la ruta de la Umbría de la Sierra de las Corchuelas en la zona de penumbra de la sierra. Este sendero va desde el Castillo hasta la Fuente del Francés entre una espesa vegetación de alcornoques y madroños. También es indispensable una visita a la pequeña aldea de Villarreal de San Carlos donde se halla el Centro de Visitantes y que en el mes de marzo acoge la Feria de Turismo Ornitológico.

Doñana

200.000 aves acuáticas habitan las marismas de Doñana durante el invierno. Este punto estratégico entre el Mediterráneo y el Atlántico, y no muy lejos del continente africano, es lugar de paso, cría e invernada para más de 300 especies diferentes de aves. Este espacio natural  andaluz se considera la mayor reserva ecológica de Europa.  

Además de aves, Doñana es refugio de colonias de linces ibéricos, los felinos más amenazados del planeta. El Centro de Cría del Acebuche ha logrado la supervivencia de once ejemplares, lo que se ha convertido en un símbolo del parque. En cuanto a los ecosistemas, destacan los bosques de pinos y matorrales mediterráneos y la inmensa marisma.

Para aventurarte en Doñana, qué mejor manera de hacerlo que comenzar con un paseo por el camino de la Raya Real, prohibido para vehículos de motor, lo que lo hace más atractivo aún. Para avistar pájaros, se puede hacer la ruta Charco de la Boca. Si quieres recorrer el parque en bicicleta, se pueden seguir las rutas ciclistas, como la que recorre Matalascañasla que nace del poblado de Cabezudos con 20 km de longitud. Para pernoctar en Doñana recomendamos hacerlo en la aldea de El Rocío, que bien podría ser “el lejano Oeste de Andalucía”, o en la playa de Matalascañas.

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