La Tomatina de Buñol, referencia turística internacional

El aforo de la Tomatina de Buñol está limitado a 22.000 participantes. / Foto: Aaroncorey

Roberto Ruiz

A la Tomatina de Buñol (Valencia) acuden viajeros de los cinco continentes. No es raro que estés viajando por algún país lejano y que alguien te diga “¡Oh! ¿Eres español? ¡Yo quiero visitar España para ir a la Tomatina!”. Y en ese momento pases a ser realmente consciente de la enorme repercusión internacional que tiene la fiesta de la Tomatina.

Sin lugar a duda en Buñol se celebra una de las tradiciones más populares del mundo. Una batalla campal donde los asistentes se lanzan toneladas y toneladas de tomates, un reclamo turístico tal que el 65% de sus asistentes son de procedencia extranjera. Un evento de tanto éxito que vio necesario limitar su aforo y que, aunque muchos no lo sepan, ya lleva arraigado entre los buñolenses más de siete décadas

La historia de la Tomatina

Todo empezó hace ahora 73 años. El último miércoles de agosto de 1945 un grupo de jóvenes que estaba disfrutando de las fiestas del pueblo y presenciando el paso de gigantes y cabezudos decidió entrar a formar parte del desfile. En ese momento de confusión y algún que otro empujón uno de los participantes cayó al suelo y, en un momento de enfado, comenzó a golpear todo lo que tenía a su alrededor. La casualidad hizo que junto a él hubiera un puesto de verduras repleto de tomates y, mira tú por dónde, no se le ocurrió mejor arma arrojadiza que aquellas bolas coloradas. La batalla a tomatazos entre unos y otros fue cuestión de segundos y no paró hasta que la policía lo detuvo. No se lo debieron de pasar mal en aquel altercado por al año siguiente los jóvenes repitieron el ataque pero esta vez llevando los tomates de casa. La policía volvió a intervenir y así tuvo que hacerlo año tras año hasta que a principios de los años 50 esa batalla vegetal fue prohibida, pero eso no disuadió a sus participantes.

En 1957, en señal de protesta tras tanta prohibición, el pueblo celebró una manifestación que denominaron “el entierro del tomate”, un desfile con banda de música incluída que interpretaba marchas fúnebres al paso de un ataúd con un gran tomate en su interior. El éxito de la protesta fue inmediato. La fiesta de la Tomatina se instauró como fiesta oficial y poco a poco fue ganando popularidad, especialmente desde que Javier Basilio hiciera un reportaje sobre este evento para el programa Informe Semanal de RTVE en 1983, cuando ya se tiraban 20 toneladas de tomates y la organización pagaba el kilo de tomates a 13 pesetas. Desde ese momento los seguidores de la tomatina no han hecho más que crecer, tanto que en 2002 la Tomatina de Buñol fue declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional por la Secretaría General de Turismo y hoy en día la repercusión que tiene fuera del país jamás se la podrían haber imaginado aquellos chavales de 1945.

A tomatazo limpio

Como aquel último miércoles de agosto de 1945 hoy la Tomatina de Buñol se sigue celebrando ese mismo día del año. Hoy en día la Tomatina acoge a unas 22.000 personas y en 2018 se lanzarán hasta 140 toneladas de tomates maduros. Este equilibrio se mantiene desde 2013 cuando por primera vez el evento pasó a ser de pago y con aforo limitado para evitar el caos en una población que apenas supera los 9.600 habitantes.

Para disfrutar de la Tomatina has de llegar a Buñol al menos el día antes. La fiesta comienza esa misma noche de martes con “la de la empalmá”, cuando se sale y se aguanta hasta la mañana siguiente. El miércoles a las 10 de la mañana tiene lugar el “palo jabón”, una cucaña vertical cubierta de jabón y con un jamón en lo más alto. Aquí el trabajo en equipo es básico para llegar hasta él y cuando por fin se le da alcance es cuando llega la fiesta tomatera.

Sobre las 11 de la mañana una traca anuncia el comienzo de la Tomatina. En ese momento seis camiones cargados de tomates entran en escena y recorren las calles San Luis y Cid además de la Plaza Leyana y la Plaza del Pueblo. Los vecinos que van sobre los camiones se encargan de lanzar tomates a la multitud y cuando los volquetes liberan su carga llega el momento de la locura. Hay que ser rápido para llegar hasta los tomates y comenzar a lanzarlos a diestro y siniestro, pronto todo el escenario se convertirá en una gran piscina de jugo rojo y nadie quiere perder la oportunidad de formar parte de la batalla.

La Tomatina dura exactamente una hora, tras ese periodo de tiempo una nueva traca anuncia su final y llega el momento de limpiar semejante explosión vegetal que lo ha teñido todo de rojo. Los servicios de limpieza trabajan sobre calles, casas y combatientes con sus mangueras de agua hasta que todo queda reluciente, momento en el que los asistentes continúan disfrutando de las fiestas del pueblo.

Además, el sábado anterior a la Tomatina tiene lugar en la Plaza del Pueblo la ya también tradicional Tomatina Infantil, reservada para niños de 4 a 14 años y de acceso gratuito.

Reglas y consejos para vivir la Tomatina

  • Un tomatazo puede doler así que es importante aplastarlo con la mano antes de lanzarlo.
  • El uso de gafas protectoras es recomendable, las de natación o buceo son ideales. También unos guantes vienen bien.
  • Lo mejor es llevar ropa vieja, será difícil volver a utilizarla después si no es para otra Tomatina.
  • Es recomendable llevar zapato cerrado.
  • Está prohibido acceder a la Tomatina con botellas u otros objetos duros.
  • No rompas ni lances camisetas, la única falta de respeto permitida es el tomatazo.
  • Tampoco se permite el acceso con mochilas o bolsos. 
  • Cuando suene la segunda traca todo el mundo deja de lanzar tomates.
  • Ten cuidado con los camiones y deja una distancia prudencial.
  • Buñol triplica su población durante la Tomatina, más vale que busques alojamiento con mucha antelación.
  • La Tomatina 2018 cuenta con puntos violetas contra la violencia de género.

Tomatina&Go, la App oficial de la Tomatina

Como novedad en 2018 la Tomatina también ha llegado a los teléfonos móviles. La aplicación Tomatina&Go hace de guía de la Tomatina a través de un juego tipo PokemonGo. En ella tendrás tu personaje y recorrerás las calles de Buñol alcanzando retos geolocalizados, donde se incluye la recogida de tomates virtuales, cómo no, a la vez que podemos conocer toda la programación de las fiestas. Además de una herramienta turística al ofrecer información y localización de monumentos y eventos la App ofrece premios y regalos a sus usuarios. Tomatina&Go está disponible tanto para Android como en iOS.

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