Las 5 mejores estaciones de esquí de España

Baqueira. Flickr.

Elisa Caballero

A estas alturas del año, la nieve ya ha cubierto la mayor parte de las cumbres y la mayoría de las estaciones de esquí están funcionando a todo gas. Si aún no tienes claro a dónde ir para deslizarte por las montañas, continúa leyendo:

Sierra Nevada

La estación de esquí más meridional de Europa está localizada en la provincia de Granada, a escasa media hora en coche de la ciudad que le da nombre a la provincia. El Mulhacén, con una altitud de 3478 metros, es el pico más alto de la península y el segundo de España, tras el Teide (3718m). La estación de esquí está abierta durante muchos meses, normalmente desde noviembre hasta mayo. Uno de los grandes atractivos de Sierra Nevada es su cercanía a la costa. En una hora podemos pasar de estar descendiendo una pista a degustar un pescaíto frito a orillas del Mediterráneo.

Su oferta hotelera es numerosísima y muy variada en cuanto a los servicios ofrecidos: algunos alojamientos cuentan con spa, solárium e, incluso, discoteca y pista de patinaje sobre hielo. Cuando el sol cae, la diversión no para: se puede seguir esquiando hasta las 22h con el forfait nocturno y, después, disfrutar de los bares y pubs de Pradollano.

Aramón Cerler

Está situada en el municipio de Benasque (Huesca), en el Pirineo aragonés. El año pasado ganó el premio a la Mejor Estación de Esquí de España, en los World Ski Awards, los “Oscar” del sector. Estos premios reconocen la calidad de los servicios y la modernidad e innovación de la oferta turística del lugar. Cuenta con 79 kilómetros esquiables y se encuentra rodeada de 60 picos que superan los 3000 metros de altitud, convirtiendo este entorno en un lugar de una belleza natural inconmensurable.

El pueblo de Cerler conserva el sabor y encanto de las localidades del Valle de Benasque, con un casco histórico perfectamente cuidado constituido, en su mayor parte, por casas nobles del siglo XVI. Recomendamos el restaurante El Fogaril para saborear la mejor cocina altoaragonesa. Por otra parte, también podemos descubrir algunos de los rincones más desconocidos de esta zona de Los Pirineos como el Balneario de Panticosa, El Pueyo de Jaca o Anciles.

Baqueira Beret

Esta estación de esquí es digna de un rey y, de hecho, la familia real española disfruta de sus pistas casi todos los fines de semana de la temporada de invierno. No es casualidad, pues este resort tiene todo lo que un esquiador pueda soñar. Eso sí, a precio de monarca. Pese a estar situado en los Pirineos, la cercana Andorra no puede competir con la sofisticación de Baqueira, localizada en una grieta remota del Valle de Arán, en Cataluña. En 1944, esta área fue testigo de un fallido intento de levantamiento popular contra la dictadura de Francisco Franco. Ahora convertido en un paraíso pirenaico, en estos últimos años Baqueira Beret ha disfrutado de algunos de los mejores mantos de nieve de Europa. El resort original, de los años 60, se encuentra a 1.500m, pero un telesquí te puede transportar hasta los 2.516 metros, desde donde apreciar la belleza del paisaje y de los 146 kilómetros de pistas.

Candanchú

Ubicada entre la frontera con Francia y el camino de Santiago en España, encontramos la estación de esquí más antigua de nuestro país. Situada en el pirineo aragonés, Candanchú es también una de las estaciones más pintorescas y paisajísticas. Fuertemente frecuentada por familias, constituye una de las mejores estaciones para iniciarse en los deportes de nieve, debido a su amplia extensión en la zona de principiantes. Para los más expertos, existen célebres recorridos fuera de pista como el Tubo de la Zapatilla y Loma Verde. Precios razonables, ambiente distendido y personal muy amable, son algunas de las opiniones de los clientes alojadas en resorts cercanos a esta estación. Asimismo, el aliciente de la tranquilidad y la ausencia de grandes multitudes es uno de sus mayores atractivos.

Formigal

Estación de esquí con una gran infraestructura hotelera y de servicios, Formigal destaca también por su ambiente nocturno y por ser el escenario de numerosas competiciones de deportes de nieve. Por estos motivos, algunos se refieren a ella como “la estación de moda”. El pub Marchica organiza fiestas que comienzan a las tres de la tarde y se alargan hasta las 9 de la noche, un horario muy conveniente para poder rendir esquiando al día siguiente. Además del clásico esquí, en Formigal se puede practicar snowbike, bajadas en trineo con perros, tubbing (descenso en colchones circulares) y esquí ratrack (los esquiadores suben la pendiente amarrados a máquinas pisa pistas y no con los tradicionales remontes). Si el día amanece demasiado nublado, siempre se puede visitar Huesca, Jaca o Sallent de Gallégo.

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