Cómo ser un viajero “low cost”

Siempre hay maneras para viajar barato

Roberto Ruiz

Viajar gratis es difícil, pero viajar barato ya es otro cantar. Si quieres irte de viaje y ser capaz de gastar lo menos posible, presta atención a estos trucos y consejos porque, como verás, siempre hay maneras de ahorrar en multitud de cosas. Y no tengas prisa, cuanto más despacio viajes más fácil te será cuidar tu economía.

Si eres de los que prefieren viajar contratando un paquete cerrado, con todo incluido y todo confirmado para más seguridad, despreocupación y confort, este artículo no es para ti. Pero si te gusta hacerte tu viaje, elegir cómo viajas, cómo duermes y cómo comes, es probable que algunos de estos consejos te permitan ahorrarte unos cuantos euros en tu trayecto.

Desde que coges el primer vuelo hasta que te acuestas en la última cama, desde que compartes el primer trasporte hasta que comes por última vez sin saber muy bien qué, hay infinidad de opciones a cada cual más ahorradora. Te las contamos.

Ahorrar a la hora de volar

La mayoría de los viajes comienzan con un vuelo pues, aunque no es el mejor ejemplo para viajar de manera sostenible, sí es el más rápido para recorrer largas distancias y cruzar mares y océanos.

Los vuelos pueden ser muy caros o muy baratos aunque hay destinos que normalmente mantienen unos precios más o menos fijos. Si viajas a un lugar donde existe una compañía low cost aprovéchala, en Asia con la compañía Air Asia encontrarás auténticas gangas y en Europa tanto en Ryanair o Norwegian encontrarás vuelos por unos pocos euros. En el continente americano es más difícil encontrar este tipo de compañías pero no dejes de buscar. Además, en una compañía low cost puedes ahorrarte facturar si sigues estos consejos a la hora de preparar tu mochila.

Compra los vuelos con la máxima antelación posible, ten en cuenta si viajas en temporada alta o en temporada baja y usa buscadores para comparar los vuelos más interesantes. Recuerda además estos diez consejos para pillar un vuelo barato. Los vuelos con escalas, evidentemente, suelen ser más baratos que los directos.

Un truco:

Puedes ayudarte de Apps como Hopper en las que tú marcas un trayecto y un rango de fechas. La aplicación te enviará una alerta en cuanto aparezca un precio interesante.

Ahorrar a la hora de desplazarte

Verás que hay un abismo entre los precios de los transportes privados y el de los públicos. Cuanto más multitudinario menos tendrás que pagar por ese transporte. En muchos países encontrarás por ejemplo autobuses para turistas y autobuses para locales. Seguro que ya sabes cuál es el más barato.

Utiliza transportes compartidos. BlaBlaCar es la opción más popular y extendida con presencia tanto en países de Europa como de Asia y América, pero hay otras como Amovens o Compartir.

En muchos sitios el autostop es una opción común, segura y legal, pero no en todos. Infórmate bien dependiendo de tu destino.

Un truco:

¿Estás pensando en hacer un viaje en autocaravana? Ten en cuenta que muchas compañías de alquiler, como ocurre en Nueva Zelanda, Australia o Estados Unidos, ofrecen la posibilidad de reubicar sus vehículos. Es decir, es común que a la empresa le interese tener una autocaravana en un lugar concreto y, si les haces el favor de llevársela tú en esta “relocation”, los precios pueden ser irrisorios.

Ahorrar al dormir de viaje

Más allá de los hostels o albergues de mochileros, que suelen ser la opción más económica, hay muchas otras formas para encontrar un alojamiento barato o, atención a esto, incluso gratis.

Hay muchas maneras de alojarse a cambio de un pequeño trabajo. Seguro que te suena Aupair, donde puedes vivir con una familia a cambio de cuidar y enseñar idiomas a los niños, pero sí es verdad que suelen ser estancias largas.

Otras opciones muy interesantes son plataformas como Wwoof, donde trabajarás con animales, el HouseSitting, (Mindmyhouse o Housecarers, por ejemplo) donde tu misión será cuidar de una casa si los dueños se van de viaje, o incluso el HomeExchange, donde podrás intercambiar tu casa con otra persona durante un tiempo.

Por cierto, si viajas por la noche, tendrás un dos por uno.

Seguramente conozcas Couchsurfing, una enorme red de gente que ofrece alojamiento a cambio de nada. Es una buena manera de ahorrar un dinero pero ese no debe ser el objetivo de Couchsurfing, su verdadera virtud es la de facilitar un intercambio cultural y de amistad internacional.

Un truco:

¿Tienes amigos repartidos por el mundo? ¡Es el momento de buscar sus teléfonos!

Ahorrar al comer de viaje

Si quieres comer barato huye de las zonas más turísticas, esa norma vale en cualquier lugar del mundo. Busca los puestos de comida local, muchas veces los puestos callejeros son la mejor opción dependiendo del país. Además, así podrás sumergirte en la verdadera comida del lugar. Es una opción muy recomendable en países asiáticos.

En Latinoamérica los mercados de abastos suelen ser un buen lugar para encontrar comida local barata. No es que vayas a hacer la compra, sino que es en estos lugares donde se encuentran las cocinerías, lugares repletos de pequeños puestos de comida local realmente económica.

Un truco:

En muchos sitios, aunque curiosamente no en todos, cocinar tú mismo es la manera más barata de comer. Si te hospedas en un hostel aprovecha que suelen tener cocina.

Visitar barato durante el viaje

Una cosa es dormir barato, comer barato y volar barato, pero una vez que llegamos al destino elegido ¿Cómo hacemos para gastarnos lo menos posible al visitar un lugar?

Para empezar, si vas a visitar una ciudad siempre es recomendable buscar si existen empresas que ofrecen visitas guiadas por la ciudad a cambio de la voluntad. Estos FreeTours no tienen un precio fijo, tú pagas lo que te parezca correcto, por lo que los guías se suelen esmerar en realizar buenas visitas para ganarse su sueldo. Según haya sido su trabajo tú eliges cuánto pagar.

Si se trata de una gran ciudad comprueba si existen tarjetas turísticas que incluyan varios servicios por un único precio, como transportes y entradas a monumentos, si te vas a mover mucho es posible que salgan rentables. Y sí, probablemente en casi cualquier lugar del mundo los taxis son siempre la opción menos económica.

Un truco:

En las grandes ciudades es muy común que haya un día de la semana en el que las entradas a museos y monumentos tienen un precio reducido o incluso gratuito, no dejes de comprobarlo antes de entrar.

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