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Viajes, chinches y la pesadilla que te llevas a casa

La alta rotación de viajeros facilita la propagación de las chinches.

Roberto Ruiz

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Cuanto más viajes, más destinos conocerás y más experiencias nuevas vivirás, pero también mayor será tu exposición a uno de los peligros cada vez más comunes entre los viajeros: las chinches. Que las chinches son un problema frecuente en hoteles y apartamentos turísticos es un hecho, y eso es algo que hay que tener muy en cuenta cuando vamos de alojamiento en alojamiento.

Las chinches, o bed bugs si las sufres en inglés, no son algo del pasado. De hecho, según informaba recientemente la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) estamos ante un notable rebrote de las “chinches de cama”, y la globalización del turismo y los viajes internacionales favorecen su expansión por alojamientos y hogares de todo el mundo.

Si viajas mucho y pasas de un hotel a otro, independientemente de cómo sea su limpieza, esto te interesa. Como ahora verás la propagación de las chinches es sencilla de un lugar a otro, así como llevártelas a casa como un souvenir no deseado de tus últimas vacaciones.

Cómo son las chinches y cómo van a arruinar tu viaje

Las chinches son muy difíciles de ver a simple vista. Es posible que en la habitación de tu hotel haya alguna y no lo descubras hasta la mañana siguiente. Durante el día descansan bien escondidas y es de noche, cuando estás durmiendo, cuando salen a alimentarse, pero pueden moverse también a plena luz del día si están muy hambrientas.

Las chinches pasan por diferentes estadios desde que salen del huevo hasta que alcanzan la madurez, y una adulta sin alimentar mide unos 6 mm de largo por 3 de ancho. Una vez que ha comido duplica prácticamente su tamaño. Pero ojo, porque las ninfas también buscarán sangre para alimentarse, por lo que serán una amenaza a lo largo de toda su vida. La esperanza de vida de una chinche puede alcanzar los 12 meses y una hembra puede llegar a poner unos 500 huevos durante su periodo reproductivo, comenzando su oviposición a las 5 o 9 semanas de nacer. Los huevos, dependiendo de la temperatura, eclosionarán entre los siguientes 6 y 17 días. Por tanto, si echamos cuentas, todo cuadra para convertirse fácilmente en una plaga. Solo necesitan alimentarse. Y ahí entramos los humanos.

Las picaduras de las chinches suelen presentarse en pequeños grupos ya que una chinche no pica una vez, sino que puede realizar varias picaduras hasta completar su alimentación. Las verás como pequeñas erupciones rojizas que causan escozor y picor, muy molestas, pero la buena noticia es que las picaduras de las chinches no transmiten enfermedades, no como la de algunos mosquitos. Si amaneces en un hotel con este tipo de picadura es un claro síntoma de la presencia de estos insectos hemípteros.

De pensiones y albergues a hoteles y apartamentos

Aunque suene a algo antiguo, las chinches no son un problema erradicado, sino todo lo contrario. Al pensar en chinches nos vienen a la mente albergues, moteles o pensiones de higiene cuestionable, pero la realidad no tiene nada que ver. El alto flujo de viajeros hace que ningún tipo de alojamiento esté a salvo de las chinches, del más económico al mejor hotel de cinco estrellas. No es una cuestión de limpieza y solo pueden ser erradicadas con desinsectaciones específicas. Evidentemente, cuanto mayor sea el presupuesto que maneje un alojamiento, más fácil le será realizar estas fumigaciones.

Es recomendable revisar ciertas zonas de la habitación nada más llegar, como sábanas, colchones, somieres y cabeceros de la camas, y no acercar la maleta al área del dormitorio. Puedes seguir los consejos de inspección y búsqueda de chinches en casa que te damos un poco más adelante. Si encuentras cualquier síntoma de una posible presencia de chinches informa inmediatamente a los responsables del alojamiento.

Tu maleta como vehículo de transporte

Si pasas por un alojamiento infectado por chinches tienes muchas posibilidades de llevarte las chinches a casa y propagar así la plaga en tu propio hogar. Las maletas, las mochilas o incluso la ropa pueden hacer de vehículo de transporte de adultos, ninfas o huevos. Una vez en casa las chinches que han viajado como polizones no tendrán más que desembarcar y buscar de noche tu calor para saber dónde encontrar comida.

Para evitar llevarte las chinches a casa es importante que actúes con precaución en tu alojamiento, sepas o no de su presencia. Para empezar, no pongas nunca las maletas o las mochilas encima de la cama, utiliza los muebles destinados a ello o una mesa en algún lugar alejado de la cama. Las ruedas de la maleta son un buen escondite para las chinches. Y con tu ropa igual, tampoco la dejes sobre la cama del hotel.

Las consignas son un lugar ideal para que las chinches pasen de una maleta a otra. Si viajas en tu coche también deberás extremar las precauciones para no propagar en él la plaga. Y si llegas a tu casa y crees que puedes llevar chinches contigo es conveniente dejar el equipaje en cuarentena, guardarlo dentro de bolsas de plástico herméticas y lavar la ropa a más de 60º, solo alcanzando esa temperatura podrás acabar con insectos y posibles huevos.

Cómo acabar con las chinches en casa

Si tras un viaje empiezas a amanecer en tu propia cama con alguna que otra picadura… es el momento de ponerse en acción. Busca posibles manchas de color parduzco en las sábanas, o puntos de sangre, que se pueden haber producido al aplastar alguna chinche mientras dormías. Aunque no veas ningún rastro te recomendamos que hagas una búsqueda minuciosa en los puntos del dormitorio donde las chinches establecerán su hogar.

Empieza por la cama, quita las sábanas y revisa el colchón deteniéndote especialmente en cada una de sus costuras. Busca también en el somier y en cada recoveco que dejen las lamas. Continúa con el cabecero, desmóntalo y busca en cada rincón, así como en las mesillas, los enchufes, los quicios de las puertas, las cortinas, las rejillas de ventilación… Las chinches buscarán las rendijas más pequeñas para esconderse y te vendrá bien ayudarte de una linterna. Quizá encuentres adultos, ninfas, excrementos, pieles secas mudadas por las ninfas en su crecimiento o huevos, blancos, alargados, curvos y de 1 mm de longitud. Además, ten en cuenta que las chinches pueden desplazarse por la casa y los sofás y los sillones también son propicios para ellas.

Si encuentras alguna es recomendable tomar medidas cuanto antes. Infórmate de si en tu localidad existe algún servicio municipal de desinsectación o recurre directamente a empresas especializadas en erradicación de plagas. Es recomendable no usar insecticidas domésticos ya que crearán resistencia y ayudarán a propagar la plaga por el resto de la casa. Las chinches son difíciles de eliminar y los métodos caseros son poco eficaces. Toda la ropa que pueda estar infectada deberás lavarla a 60º, especialmente la ropa de cama. Los tratamientos de desinsectación de las empresas especializadas suelen consistir en varias fases, realizando unas tres fumigaciones separadas por periodos de 15 días ya que entre una y otra pueden nacer nuevos huevos. Ten en cuenta que tras cada uno de estos tratamientos deberás abandonar tu casa durante al menos 12 horas.

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