Las mejores rutas europeas para hacer cicloturismo

La cultura ciclista que se respira en algunos países europeos es enorme, y no solo como un medio de transporte rápido, limpio, económico y ecológico para el día a día, sino como elemento de disfrute y ocio, incluso a la hora de viajar.

Para muchos la bicicleta es la compañera de viaje ideal, la mejor manera para entrar en contacto con el entorno a un ritmo perfecto, ni demasiado rápido ni demasiado lento, y siempre muy cerca de la naturaleza. Para sacarle todo el partido de manera cómoda y segura solo hace falta una infraestructura adecuada y, como verás, tenemos la suerte de que repartidas por toda Europa hay rutas de sobra para acertar con todos los gustos y necesidades.

Ya sea porque viajas hasta el destino en cuestión con tu propia bicicleta o porque te pones en manos de alguna de las múltiples empresas que se dedican a organizar viajes para cicloturistas, verás que puedes plantear tu viaje prácticamente a tu medida, sea cual sea tu nivel, y sea cual sea el tiempo que quieras invertir a descubrir nuevos paisajes a golpe de pedal. Para que te hagas una idea, y por si buscas un concepto de viaje totalmente distinto a todo lo demás, aquí tienes algunas de las mejores rutas ciclistas que podrás encontrar por Europa.

Las mejores rutas de cicloturismo en Alemania

Aquí podrás disfrutar de lo lindo. Alemania está llena de rutas ciclistas que cruzan el país de un lado a otro. Muchas de ellas planteadas siguiendo el cauce de varios de sus ríos, por lo que los desniveles son mínimos y el grado de dificultad bajo.

La ruta ciclista que sigue el río Elba es posiblemente la más popular de toda Alemania. Se puede salir desde Schöna o Bad Schandau para seguir su cauce a favor de la corriente hasta Cuxhaven o Brunsbüttel, unos 840 km de ruta después. Evidentemente puedes hacer solo algún tramo de su recorrido, claro. Otra posibilidad interesante es empezar en Hamburgo siguiendo el Elba aguas arriba, desviarse para seguir el Havel, y continuar por él hasta terminar en Berlín.

El río Weser ofrece otro de los recorridos preferidos por los cicloturistas en Alemania. En su totalidad cuenta con 515 km ciclables, partiendo desde Hannoversch Münden y terminando en Eckwarderhörne, y a lo largo del viaje se atraviesan amplias tierras de granjas y pantanos, pequeños pueblos, molinos de viento y ciudades como Bremen.

Las mejores rutas de cicloturismo en Francia

La afición por el cicloturismo en Francia ha hecho que el país se haya preparado a lo largo de los años para acoger a ciclistas de todo el mundo. De todas las rutas que encontrarás en el país destacamos dos: el Canal de Midi y el Valle del Loira.

Es una de las rutas más populares de Francia. Desde la ciudad de Toulouse se puede seguir en bicicleta el Canal de Midi hasta Sète, cerca de Montpellier, tras haber recorrido unos 250 km y pasar por ciudades como Castelnaudary y Carcasona. Una ruta fácil y lineal, apta para todos los niveles, con mucha sombra y bien preparada. Si quieres más kilómetros puedes optar por unir esta opción a la ruta ciclista por el Canal del Garona, que desde Toulouse sigue este canal durante unos 200 km hasta llegar cerca de Burdeos, y unir así el Golfo de Vizcaya con el Mar Mediterráneo.

El valle del Loira es uno de los recorridos imprescindibles a realizar en Francia, algo que si quieres también podrás hacer en bicicleta. Aquí no solo podrás disfrutar de algunos de los castillos más espectaculares del mundo, sino también de algunos de los mejores espacios naturales de toda Francia. Hay en total unos 900 km de rutas ciclables, preparadas y señalizadas, que te permitirán descubrir este espacio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La página web Loire à vélo te será de gran ayuda para planear y organizar tu viaje.

Las mejores rutas de cicloturismo en Países Bajos

Países Bajos y bicicletas van de la mano. Tanto que el gobierno tiene calculado que hay 23 millones de bicicletas para una población de 17 millones de personas, por lo que ya queda todo dicho. Entre que las llanuras son infinitas y todo está orientado al uso de la bici, a los Países Bajos podemos sacarles mucho partido si hablamos de cicloturismo, sobre todo si tenemos en cuenta su Red de Rutas Ciclistas Nacionales de larga distancia.

La ruta de los molinos es una de las más populares que puedes hacer en Holanda. El objetivo es pasar por los famosos molinos de Kinderdijk, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y para ellos puedes salir de Utrecht y pasar por Gouda, Papendrecht y Gorinchem antes de volver a Utrecht y completar así una ruta circular. Una ruta sencilla y llana de unos 200 km que recorre pueblecitos y pastos verdes salpicados de vacas frisonas.

Es una de las rutas largas y de varios días que puedes hacer en Holanda. Puede alcanzar unos 400 km, pero siempre tienes la posibilidad de adaptarla a tus necesidades. En ella recorrerás parte de la Holanda más bonita y rural, pasando por pueblos pesqueros y atravesando pólders, las extensiones de tierra ganadas al Mar del Norte. Puedes iniciarla en Amsterdam y pasar por Volendam, Edam, Marken, Enkhuizen, Spakenburg y Bunschoten. Para cerrar el círculo sobre las aguas del Ijsselmeer se puede tomar el ferry que une Enkhuizen y Stavoren.

El Danubio, el paraíso del cicloturismo

Y si lo que buscas es vivir una experiencia aún más completa ¿has pensado en recorrer el Danubio en bicicleta? Es una de las rutas más míticas que podrás hacer en Europa, si quieres y tienes tiempo podrás atravesar varios países y los paisajes que presenciarás desde los pedales de tu bici serán difíciles de olvidar. La ruta cicloturista Donauradweg sigue el cauce del río Danubio desde su nacimiento hasta su desembocadura en el Mar Negro pasando por Alemania, Austria, Eslovaquia, Hungría, Croacia, Serbia, Bulgaria y Rumanía.

Posiblemente sus 2.857 kilómetros de longitud no estén al alcance de todos, por lo que siempre puedes centrarte en el tramo que va de Passau, en Alemania, hasta Viena, en Austria. Son 325 km de puro disfrute en bicicleta, muy bien preparados para el cicloturismo, bien señalizados y con todos los servicios necesarios. De hecho, el tren Rad Tramper une Passau y Viena en ambos sentidos con espacios especialmente reservados para las bicicletas, por lo que podemos volver a nuestro punto de origen con facilidad.