Seis espacios naturales que cautivan en la provincia de Salamanca

Roberto Ruiz

Si hay algo que no se le puede negar a la provincia de Salamanca es su capacidad para combinar cultura y naturaleza a partes iguales. Porque si crees que su propia capital es abrumadora, y que pueblos como La Alberca te pueden atrapar con su belleza, ahora verás que sus espacios naturales pueden ofrecer un buen número de planes al aire libre en los que disfrutar de montes, valles, ríos, cañones y bosques entre paisajes que cautivan.

Salamanca puede, además, ofrecer ambientes tan distintos como las cumbres nevadas de la Sierra de Béjar y Candelario, los profundidades de las Arribes o los extensos encinares de sus dehesas. Y llegan a ser tantos sus encantos naturales que hemos recopilado seis de los de mayor belleza para que busques el plan que busques, ya sea un senderismo de alto nivel o tranquilidad para disfrutar con toda la familia, puedas empezar a preparar ese viaje que quizá tengas pendiente con la naturaleza salmantina. 

El Parque Natural Arribes del Duero

Es posiblemente uno de los espacios naturales más llamativos de la provincia de Salamanca, y es que la red de cañones fluviales que aquí podemos ver crea un paisaje sin duda singular. Estamos en la esquina noroeste limítrofe con Portugal, donde el río Duero, sus afluentes y las presas de Almendra, Aldeadávila y Saucelle dan forma al terreno. 

El Parque Natural Arribes del Duero alcanza las 170.000 hectáreas, se extiende por las provincias de Salamanca y Zamora y es considerado Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica. Es hogar de olivos, chumberas y naranjos gracias a su clima mediterráneo, y de también de cigüeñas negras, águilas perdiceras, alimoches, buitres leonados y búhos reales, por lo que es un destino muy atractivo para los amantes de la ornitología. Hay senderos para todos los gustos y niveles, así como miradores como los del Fraile, el Balcón de Felipe o La Conde que se cuelgan sobre el río Duero.

Las Quilamas

Cuenta la leyenda que quien se anima a pasear por aquí, al sur de la provincia, puede oír mientras hace senderismo los susurros de la reina Quilama, que vaga por estos parajes custodiando un tesoro escondido en lo más profundo de su cueva, y que es capaz de encantar con sus lamentos y canciones a los que intentan sustraerlo frente al pico del Castillo. Sea cierto o no, lo que sí es verdad es que aquí el paisaje se cubre de un magnífico bosque mediterráneo que invita a desconectar de todo lo demás. 

 Aquí, entre arroyos como el Quilamas o la Palla, el roble melojo y los madroños se hacen un hueco entre alcornoques, brezales y encinas, mientras que los castaños y los acebales aparecen tímidamente en las zonas más umbrías, húmedas y protegidas. Entre unos y otros mamíferos como el jabalí, el tejón, la nutria, el gato montés, el zorro y el conejo encuentran donde esconderse, mientras que sobre ellos sobrevuelan buitres negros, alimoches, halcones peregrinos y cigüeñas negras.

La Sierra de Candelario

Aquí llegamos a un paraje de altura, un cachito del Sistema Central salmantino donde encontramos cumbres de 2.400 metros de altitud, como las de Ceja y el Calvitero. Más de 10.000 hectáreas de terreno montañoso donde se combinan crestas, valles y circos glaciares, y donde robles, pinos y castaños conviven en un entorno salpicado por pueblos tan pintorescos como Candelario, Béjar o Montemayor del Río. 

Un enclave natural de gran valor que forma parte de la Reserva de la Biosfera Sierras de Béjar y Francia donde hay tantas opciones de senderismo, escalada y bicicleta que uno no sabe ni por dónde empezar. Para comenzar a lo grande, y si buscamos una ruta corta pero exigente, nada como animarse con la siempre sorprendente Dehesa de Candelario en la que subiremos hasta cotas de 1.700 metros atravesando bosques de robles. 

El Parque Natural de Las Batuecas – Sierra de Francia

El Parque Natural de Las Batuecas - Sierra de Francia es Reserva de la Biosfera desde 2006 gracias a su valor medioambiental. Tiene la particularidad de encajarse entre dos mesetas, de manera que en su interior se forma un singular pasillo de comunicación biológica, verde y lleno de vida. Cualquier paseo por él te llevará entre robledales, coníferas, abedules, encinas, castaños y acebos, ya que aquí la vegetación mediterránea se entremezcla con la atlántica. 

Lope de Vega definió este lugar como un “perpetuo lugar de felicidad”, pues en este valle no solo el macho montés o el águila real han sabido ubicar su hogar, sino que también el ser humano ha gozado de sus encantos desde mucho tiempo atrás, como demuestran las pinturas rupestres, sus antiguas ermitas o el propio monasterio carmelita del Desierto de San José. 

El Rebollar

En El Rebollar, no por casualidad, se encuentran los bosques de roble rebollo más extensos de toda la península, por lo que ya puedes imaginar de dónde le viene dado el nombre. Darás con él al sur de Ciudad Rodrigo y su paisaje rocoso, donde se ubica la Sierra de Gata y su principal cumbre, la Peña de la Canchera, se extiende a lo largo de 50.000 hectáreas. Un lugar de enorme biodiversidad donde adentrarse de lleno en la naturaleza. 

Es un lugar de interesante valor etnográfico, con pueblos donde se conservan singulares tradiciones e incluso un habla propio, y de gran riqueza natural. Con bosques en galería que nacen sobre sus cauces de agua y habitantes tan difíciles de ver como el lince ibérico o la nutria, además de buitres negros y cigüeñas negras.

La Isla del Soto en Santa Marta de Tormes

Y llegamos a un lugar totalmente diferente, un paraje fluvial, de solo 14 hectáreas y situado en el cauce del río Tormes, ideal para disfrutar del aire libre, hacer deporte o montar en bicicleta rodeados de naturaleza. La Isla del Soto cuenta con su propio Centro de Interpretación, perfecto para conocer su hábitat en profundidad, además de una zona infantil para los más pequeños, zonas con merenderos y áreas de recreo. 

La Isla del Soto en Santa Marta de Tormes destaca por su accesibilidad, por lo que resulta un buen plan para salir de la rutina los fines de semana. Además, a lo largo del año el Ayuntamiento de Santa Marta de Tormes desarrolla también diferentes actividades culturales para todos los públicos. Por lo que puede convertirse en una gran opción para quien busque un plan familiar en plena naturaleza.

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