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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

España se rompe 2.0

Antón Losada

De repente España se ha convertido en un drama de Lope de Vega y la Generalitat en un 'Cantar del Mío Cid'. Todo son juramentos, llamamientos, proclamas, soflamas, arengas, desafíos y conspiraciones. Flota tanto patriotismo en el aire que corremos serio riesgo de acabar asfixiándonos. Pronto descubriremos que los Pujol vendieron los pasajes del Titanic o que el ministro del Interior es Superman. El artículo 155 de la Constitución se canta como si fuera un número de bingo. Alguien puede acabar aplastado por el peso de tanto constitucionalismo desencadenado. Si seguimos así hasta la cabra de la Legión tendrá que acabar hablando catalán en la intimidad para arreglarlo.

Mariano Rajoy ha instalado una carpa electoral permanente en la Moncloa y allí acuden en procesión los leales caballeros del Reino a jurarle lealtad y luchar si descanso hasta dar muerte al infiel. El mismo presidente que nos ha traído hasta aquí, convirtiendo a Catalunya en uno de los ejes de su estrategia electoral para tumbar a Zapatero y hacerse con el gobierno, ve ahora legitimados y aplaudidos el oportunismo y la manipulación que alimentaron aquella táctica del “se rompe España” que tantas tardes de gloria le dio.

Bienvenidos a la “España se rompe 2.0”. Pedro Sánchez no ha debido sentirse suficientemente timado la primera vez y por eso ha vuelto a la Moncloa, para que le vuelvan a engañar pero esta vez pueda contarlo en directo dando una rueda de prensa, como Dios manda.

Resulta difícil decidir quién borda más el papel de reinas del melodrama. Si Junts pel Si y la CUP actuando en ese culebrón que todos saben acaba con el inevitable final del Mas president. O los llamados constitucionalistas debatiéndose entre hacer de Perry Mason ante el Tribunal Constitucional o de la familia Alcántara en ese 'Cuéntame' en que se ha convertido la política española.

Una cosa sí parece clara. En el duelo de tahúres que libran Mariano Rajoy y Artur Mas se aprecia un reñido empate y se antoja difícil pronosticar un ganador. Todos los demás miran desde fuera y se limitan a dar tabaco. Nadie tiene el valor de denunciar que en este casino se juega y se hacen trampas.

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