Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Fregando suelos

Rita Barberá espera que los asesinos de Broseta reciban "su merecido castigo"

Jesús Cintora

El 'yonqui del dinero' nos dio un chute de realidad y el tiempo le va dando la razón: el PP valenciano ha sido imputado por un delito de blanqueo de capitales. El asunto es suficientemente grave. Droga dura, señor 'yonqui del dinero'. Suma y sigue para el partido del gobierno en asuntos donde ha participado, ha permitido o no ha vigilado adecuadamente la corrupción. Hay 115 imputados en la Operación Taula, entre personas físicas y jurídicas, por prevaricación administrativa, malversación de caudales públicos, tráfico de influencias, cohecho, fraude, falsedad o blanqueo de capitales. Presuntamente, se pusieron morados.

Sería conveniente una desintoxicación y el primer paso debería ser reconocer el mal. En este asunto, pongamos por caso que colaborar con la justicia. No ayuda, evidentemente, mantener a Rita Barberá como aforada, blindándola en el Senado. Esa protección, con el presidente Rajoy elogiándola, es un escándalo. En dos meses, a Barberá le hemos pagado 9.000 euros como senadora, mientras ella se escondía en casa, salía para ir a la peluquería o daba una rueda de prensa haciéndose la víctima.

El juez acaba de ofrecer a la ex alcaldesa de Valencia que declare voluntariamente. Ni siquiera sería interrogada. Dar la cara podría ser un paso. Otro, debería ser dimitir como senadora y defenderse como un ciudadano que no goza del aforamiento. Aunque, lo más deseable, a fin de cuentas, es que avance el trabajo de la justicia, que paguen los responsables y que, si es preciso, devuelvan el dinero. Todo lo presuntamente robado con contratos públicos amañados, comisiones ilegales y financiaciones irregulares.

El camino no puede ser ir contra los jueces cuando conviene, ensalzar públicamente a los corruptos, destruir discos duros de ordenadores, eliminar facturas, borrar correos electrónicos, no entregar los listados de entrada a la sede del partido, enviar mensajes de apoyo… Como dice el dirigente del PP, Javier Maroto: “Es incompatible la regeneración con la corrupción”. Lo que pasa es que luego le preguntan al señor Maroto por algo tan sencillo como si Rita Barberá debería declarar voluntariamente y dimitir como senadora y la respuesta es que no se ha enterado de la noticia. Y eso que la decisión del juez aparecía ya en toda la prensa.

Posiblemente, son tiempos en lo que para regenerar hace falta valentía política, porque muchos de los que han participado o consentido la corrupción siguen en el poder. Ojalá haya pasos al frente para hacer limpieza a fondo. Antes de mandar a la rival política a fregar suelos, conviene levantar alfombras y adecentar el hogar propio.

Etiquetas
stats