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Martínez-Almeida el carcinógeno

Imagen de la 'boina' de contaminación de Madrid.

Jose A. Pérez Ledo

La Sociedad Española de Oncología Médica asegura que la exposición continuada a gases contaminantes aumenta la incidencia del cáncer de pulmón. La Sociedad Americana contra el Cáncer vincula también la contaminación a otros tipos de cáncer, como el de vejiga o el de riñón.

Aunque hay diversos estudios que establecen esta relación, lo cierto que no se habla mucho de ello en los medios. Cuando se menciona la importancia de mantener el aire limpio en nuestras ciudades, hablamos de razones más bien abstractas, casi éticas. Es mejor para el planeta, decimos, y, por tanto, para nosotros. Y es cierto. La OMS habla de 7 millones de muertes al año por enfermedades derivadas de la contaminación.

Martínez-Almeida, cumpliendo su promesa/amenaza electoral, ha decidido establecer una “moratoria” en Madrid Central. Su prioridad, dijo en campaña, es que los coches puedan circular libremente por el centro de la capital. Que los comercios afectados repunten, que uno pueda visitar a un amigo, puntualizó, en su propio vehículo.

Todo hace indicar, sin embargo, que la medida se basa en el revanchismo. En deshacer lo hecho porque así funciona la política en manos de personas más preocupadas por su ego que por el bien común. Hace unos días, The New York Times sacaba los colores a Madrid por esta “moratoria”. Bruselas no tardará en hacer lo propio. Esperará, tal vez, a que los índices de contaminación superen de nuevo el máximo establecido, hoy mismo o mañana.

Martínez-Almeida tiene formación en derecho, pero eso no le exime de saber que su capricho está poniendo en riesgo la salud de miles de personas. No es una abstracción. El alcalde de Madrid, con sus decisiones, está aumentando la posible incidencia de cardiopatías, accidentes cerebrovasculares y diversos tipos de cáncer. Él mismo se ha convertido en un agente carcinógeno para sus vecinos. Un tóxico. Un veneno.

Ante las protestas, Almeida ha ironizado diciendo lo mucho que envidia el tiempo libre de que disponen los activistas. Uno de cada tres madrileños tendrá algún tipo de cáncer a lo largo de su vida. Convendría no aumentar esta proporción, señor Almeida, solo para que pueda usted hacer bromas en el Telediario.

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