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¿Quién determina nuestra ideología?

Jóvenes muy preparados, pero confusos y desorientados ante la crisis

Sílvia Claveria

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Esta semana el “pin parental” ha sido la noticia central, parece que la escuela vuelve a ser un campo de batalla. Este pin parental o veto parental ha sido una iniciativa de Vox, para que los padres den consentimiento de asistencia a los hijos para ir a clases o talleres relacionados con feminismo, identidad de género o LGTBI. Ya algunas articulistas han defendido que los niños tienen derechos y además es beneficioso que tengan la libertad de escuchar charlas más allá de aquello que piensen sus padres.

Sin embargo, desde un punto de vista empírico, se ha intentado explicar recurrentemente cómo se forma o se modifica la ideología. Es un ámbito en el cual ha sido difícil de establecer conclusiones sólidas, pero cada vez se tienen más claves para saber cómo se generan las prioridades de los ciudadanos.

La mayor parte de la investigación concluye que las actitudes políticas y la identificación partidista de los padres es la que prevalece en la visión política de los hijos. De hecho, aquellos padres que más hablan y discuten de política en casa, tienen unos hijos con una similitud ideológica mayor. Los padres son el principal agente socializador de su descendencia, ya que son los que tienden a pasar más tiempo con ellos a lo largo de su juventud; este es el principal motivo por el cual se asemeja tanto la visión política de padres e hijos.

La educación política no solo ocurre de una manera explícita a través de la educación formal, sino que mayoritariamente se traslada de una manera implícita. De esta manera, los líderes de los partidos no deberían tener tanto miedo al adoctrinamiento por parte de la escuela, ya sea en Murcia o en Catalunya.

Como decía, es bastante habitual que las preferencias partidistas de los padres se transmitan a los hijos y duren para toda la vida. Pero sí que es verdad que hay algunos casos que cambian la identificación de partido respecto a sus padres. Sin embargo, esta transformación se produce en edades adultas o casi adultas.

¿Por qué se produce? Aquellos que tienen más probabilidad de modificar su ideología en relación a sus padres son los que en la niñez estuvieron en familias muy politizadas, donde se discutía mucho de política. Así, estos hogares producirán dos efectos: por una parte, los padres influirán ideológicamente de manera más intensa a los descendientes a edades tempranas, pero es más probable que cuando estos niños lleguen a una edad adulta revisen su posición.

La razón por la cual ocurre es que, al facilitar las discusiones políticas en el hogar, hacen que estén más atentos a los mensajes políticos. Los hijos de familias politizadas son ciudadanos más predispuestos y expuestos a información política, y esta información puede desafiar los puntos de vista previamente sostenidos. Normalmente no se plantea como una lucha entre la visión concebida y la nueva, sino que la acumulación de información puede hacer mella, cuestionando la visión política previa.

Es verdad que tendemos a exponernos selectivamente a determinada información. Así, aquellos que se consideren de derechas van a leer o ver noticias en determinados canales y los de izquierdas en otros, que harán más difícil exponerse a otro tipo de estímulos, con lo cual puede ser difícil cambiar de ideas. Pero hay ámbitos donde la gente no puede decidir con quién se socializa como, por ejemplo, el trabajo. De hecho, algunos estudios muestran que el contexto social más fuerte para influenciar políticamente a alguien es el lugar de trabajo. También, los eventos políticos que ocurren cuando estamos en la adolescencia afectan en la configuración de nuestras actitudes o en la participación de actividades que pueden moldear nuestra ideología. Y a los politizados estos eventos les va afectar más. Fue el caso del “No a la Guerra” o el “15M” que marcó políticamente a una generación de jóvenes, haciéndoles más interesados en la política y estar muy expuestos a mensajes que, tal vez, en su casa no se escuchaban.

En definitiva, lo más probable es que los hijos tengan la misma visión política que los padres durante el resto de su vida. Sin embargo, a veces ésta cambia debido al entorno laboral o los eventos políticos vividos. Tal vez, en vez de establecer el veto parental, podrían empezar por abolir el trabajo.

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