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El machista camuflado

Barbijaputa

Toda feminista tiende a entablar amistades con otras feministas y con aliados del feminismo. Cuando te pones las gafas violetas, necesitas expresar tus reflexiones y tus experiencias con personas que sabes que te entenderán, que también están concienciadas y no te soltarán un manido “exageras” o un desesperante “es que ves machismo en todos sitios”.

El problema viene cuando en tu entorno, te vas encontrando con los típicos aliados de pega, que no son más que machistas camuflados.

Hoy, para que los identifiquemos más fácilmente, hacemos una lista de los más comunes.

Aliado mansplainer

Se dice feminista, y muy probablemente él se considere así. Sin embargo, no tiene nada más que aprender, más bien eres tú la que estás un poco pez. Por eso, tendrá a bien explicarte cosas que tú, mujer, no tienes claras o las estás haciendo mal en tu lucha feminista. Lo reconocerás por frases como “Vosotras lo que tenéis que hacer es”, “suelo estar de acuerdo con el feminismo, pero aquí os equivocáis”, o la socorrida “eso no es feminismo”.

Aliado Flaco Favor

Es feminista, pero con calma. No aprueba salidas de tono como protestar en público cuando sufres la prepotencia de otro hombre. Porque se lo haces pasar mal al otro. Cómo lo pases tú es secundario, él en última instancia siempre va a empatizar más con el hombre, y no contigo, que siempre has sido un poco histérica. Lo reconocerás por frases como “Flaco favor le haces al feminismo [inserte aquí lo que acabas de hacer o decir: protestar porque un baboso te ha dicho una guarrada por la calle, pedir al pasajero de al lado en el metro que cierre un poco las piernas para caber tú, etc.

Aliado biólogo

Este aliado justificará muchas de tus experiencias machistas con la biología: si un borracho te atosiga en una fiesta, la culpa es del alcohol, que afecta diferente a hombre y a mujeres. Si le cuentas que tu novio quiere sexo todos los días y que es muy agobiante, te dirá que los hombres necesitan, por naturaleza, más sexo que las mujeres, y es esa necesidad la que le hace presionarte para tener relaciones. Luego, como feminista, será el primero en sujetar pancartas en manifestaciones contra la violencia contra las mujeres.

Aliado rojo

Es muy rojo. MUY rojo. Ha entendido que el feminismo no puede no ir unido a la lucha de clases y lo ha aceptado a regañadientes. Se dice feminista porque, en ambientes rojeras, no serlo está mal visto, pero meterá su baza machista tantas veces como pueda, ridiculizando a las mujeres de derechas y metiéndose con su físico, juzgándolas más duramente que a los hombres de derechas, y haciendo chistes sexuales sobre lo mucho que le pone Cospedal a pesar de ser una facha. A Rita Barberá, sin embargo, la tachará de bollera, como un insulto. El buen machista es también un gran homófobo. Protestará porque no le dejáis asistir a las manifestaciones no mixtas, y dirás cosas como “¿por qué nos excluís a nosotros, no queréis la igualdad?”.

Aliado baboso

Es un aliado muy común. Su feminismo se basa en decir que las mujeres lo hacemos todo mejor que los hombres. Que somos más inteligentes, más rápidas y más eficientes. También suele hacer referencias al físico y dice cosas como “eres muy válida y además eres preciosa”.

Aliado pasivo-agresivo

Éste te vuelve loca. Lo mismo es capaz de interrumpirte para marcarse un discurso supertransgresor sobre el feminismo que te dice que las que se dejan controlar por sus parejas no han entendido nada del feminismo y que hay que espabilar. De la violencia de género, primero dice muy airado que es una lacra con la que hay que acabar, porque es aberrante, y por el otro, usa la frase “la primera vez que te pegan es culpa del maltratador, la segunda es tuya por haberte quedado”, culpando así a las víctimas. El aliado pasivo-agresivo es capaz de lo mejor y de lo peor. De lo mejor cuando repite a la perfección las proclamas feministas, y de lo peor cuando no la aplica a su vida. En resumen: un desastre, y además peligroso, porque está confundido él y puede confundir a quienes empiezan a interesarse por el feminismo.

Aliado cookie feminista

No es feminista porque se haya empapado del discurso y lo haya interiorizado, sino para lucirse y que su entorno feminista le dé una galletita. Espera siempre una recompensa por cada acción o comentario feminista que haga, y si no la obtiene, se frustra y se enfada. Su frase estrella es “¡encima que os apoyo!”.

Aliado sensible

Se dice feminista, asegura cómo le duele el machismo y cuánto se avergüenza de su propio género, dice entenderte tanto... pero si la cosa no acaba contigo en la cama, considera que ha estado perdiendo el tiempo.

Te animo a dejar en los comentarios con qué tipos de aliados de pega tienes que lidiar tú. Y hacemos la segunda parte.

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