Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

El 'rebranding' del PP vasco

El PP vasco plantea a Casado que no son una sucursal del partido nacional

Jose A. Pérez Ledo

El PP vasco celebra este fin de semana una convención con tintes de refundación. El acto, presidido por Pablo Casado, coincide en el tiempo con la publicación de un estudio que arroja nueva luz sobre la extinción de los dinosaurios. Alfonso Alonso debería echar un ojo al artículo porque, como es sabido, si no aprendemos de la historia estamos condenados a repetirla.

El PP vasco, como el catalán, está al borde mismo de la extinción. Hasta ahora, las dos formaciones han permanecido cual diplodocus adormilados, contemplando un meteorito que a estas alturas roza ya el suelo. Pero en política nunca es demasiado tarde (que le pregunten a Pedro Sánchez, el Cid socialista que gobierna después de muerto).

Alonso tiene un plan. Y no es malo. A grandes rasgos, consiste en que el PP vasco no parezca muy del PP. Eso no se traduciría en un replanteamiento ideológico, pero sí en uno estético y discursivo. Lo que la gente de marketing llama un rebranding: cambiar la caja sin cambiar el producto para ver si eso impulsa las ventas.

Si aceptamos que un guerrero se define por sus adversarios, el PP vasco tiene un grave problema de autodefinición. De un tiempo a esta parte ha experimentado un doble fenómeno: o bien se le han muerto los adversarios, caso de ETA, o bien se los han birlado otras formaciones, caso del nacionalismo periférico.

La estrategia del PP nacional diseñada por Casado será fantástica en la meseta y alrededores, pero puede suponer la puntilla para el PP vasco. Porque España Suma pero no en todas partes. En algunas, como es sabido, resta y resta mucho. Sobre todo cuando entre los sumandos metes a la extrema derecha y a un partido que ha demonizado el concierto económico vasco (que Alonso, recordemos, defiende a capa y espada).

De ahí que no parezca buena idea que la convención de esta semana sea presidida por Casado. A no ser que su presencia sea un mero elemento de marketing, reclamo de periodistas, como cuando se inaugura una nueva Pachá y van los de Gran Hermano VIP. La mayoría de los temas que se pondrán sobre la mesa, es cierto, serán cómodos para todos: la educación, la igualdad, la industria. Habrá que ver, sin embargo, cómo maneja Alonso esos pocos pero cruciales asuntos que tanto enfurecen a los socios de España Suma: el foralismo y el concierto.

Con todo, el PP vasco tiene una ventaja con la que no contaban los dinosaurios. Y es que, si todos los planes fracasan y el meteorito acaba cayendo, siempre les quedará la empresa privada. Los pobres diplodocus no tuvieron tanta suerte.

Etiquetas
stats