Se busca presidente
“Se busca presidente. De edad avanzada. Con experiencia y buenos contactos internacionales. Independiente, o que lo parezca. Centrista, centrado o centralizado. Que no tenga ni la más mínima duda sobre la OTAN, la Unión Europea, el libre mercado y la unidad de España. Constitucionalista, faltaría más. Y hombre.”
Todavía no han publicado la oferta de trabajo en el BOE, pero no lo descarten. Mientras unos y otros teatralizan sus diferencias, y dan patadas al balón de la investidura para que caiga en el tejado de enfrente, se oye de fondo un runrún que yo prefiero tomarme por el lado divertido, para no llorar: un presidente “independiente”, respaldado por una mayoría parlamentaria.
El coro de la gran coalición sigue sumando exministros, empresarios y periodistas. Se publican manifiestos rancios (soy muy fan de esa Fundación España Constitucional, formada por exministros de PP, PSOE y UCD, que se hicieron la primera foto junto a Rita Barberá, ja). Aparecen cartas firmadas a los postres con la copa de coñac. Y mientras, van saliendo nombres. Propuestas de candidatos para presidir un gobierno de consenso, reformista, que resuelva el atasco político y dé un par de años de oxígeno a la comatosa democracia del 78.
Llevo semanas oyendo y leyendo nombres aquí y allá, y los apunto todos. Por si les da morbo, la quiniela de candidatos está por ahora así: Javier Solana, Joaquín Almunia, Eduardo Serra, García Margallo, Josep Borrell, Garrigues Walker, Mayor Zaragoza, Francisco Vázquez, José Bono, Josep Piqué, y hasta Felipe González. ¡Y Alberto Ruiz Gallardón! Ya sé que algunos suenan a coña, pero por lo visto hay quien se los toma en serio.
Aunque hay un par de jóvenes sesentones, la edad media está por encima de los setenta años. Todos son establishment con muchos trienios. Y todos hombres, oiga, que la alta política en España es cosa de tíos desde hace décadas. El que más suena es Solana, aunque acabará quemado si lo enseñan mucho. Y lo que me extraña es que no hayan incluido en la lista al inevitable Rodolfo Martín Villa, que todavía puede prestar un último servicio.
Me lo tomo por el lado divertido, pero igual se me acaba congelando la risa, visto el atasco en que andamos, y las pocas ganas de repetir elecciones. Si lo acaban planteando en serio, ya les digo que a mí lo del presidente “independiente” me toca las narices, y me cuesta creer que lo aceptásemos tan fácilmente. Entre otras cosas, porque sentaría un mal precedente. Y estoy muy de acuerdo con lo que escribía hace un mes Rafael Escudero.
Lo más gracioso es que el primero que levantó la liebre fue Podemos, apenas cerradas las urnas del 20D. Si recuerdan, soltaron el globo y hubo mucho ruido, pero no fueron más lejos. No sabemos si fue una ocurrencia, un torpedo contra el debilitado Sánchez, o una forma de anticiparse a un debate que veían venir. Cuando le pedían nombres de presidenciables, Iglesias respondía con eso de “los regalos no se abren hasta reyes”.
¿Se acerca el momento de abrir los regalos? Si el sábado el Comité del PSOE achica aun más las posibilidades de acuerdo, Iglesias puede aprovechar la segunda visita a Zarzuela para dejar otro recadito. Si busca otro golpe de efecto, y marcar de nuevo la agenda, no se me ocurre una idea mejor (bueno, sí, proponerse él mismo a la investidura, ya puestos). De paso se adelantaría a un debate que igual acabamos teniendo. Lo haga o no, retomo la pregunta que no respondió hace un mes: ¿quién sería el o la independiente de Podemos? ¿Hay alguna Carmena que pueda presidir España?
