Entrevista

Dani de la Torre y Alberto Marini: “'Kabul' era una manera de cerrar 'La Unidad' muy potente y humanitaria”

Con menos expectación de la que merece la que para muchos es la mejor serie de Movistar Plus+, este jueves 18 de mayo se estrenó la tercera y última temporada de La Unidad, que se arriesga y gana para cerrar su círculo desde el epicentro del horror, como hemos opinado en nuestra crítica.

La Unidad Kabul, como se titula esta última tanda de seis capítulos que sirve para cerrar su historia, supone un cambio radical trasladando a sus protagonistas a Afganistán. O más bien a lo que sus creadores, Alberto Marini y Dani de la Torre (también director) convirtieron en ese país: “Recrear Afganistán en España, recrear Kabul en Arganda... es complicado”, dice sonriendo De la Torre tras asegurar que ha sido la temporada más divertida de rodar, filmando en Pakistán, pero también la más dura.

En su entrevista con verTele, Marini reconoce saber “que los personajes dan para mucho más, y que el terrorismo no se ha acabado y se podría contar más”, pero consideran que con ella cierran lo que querían contar, y explica por qué para ellos sería agridulce volver a esta historia: “A menos que, ojalá no pase, ocurra algo nuevo a nivel de terrorismo internacional, de momento no sentimos la necesidad de meternos de nuevo en una trama así”.

Ambos nos hablan de la responsabilidad que han aceptado “por poner el foco donde nadie lo pone”, reconocen que fue la temporada “más dura por la realidad que descubren” al documentarse, y alaban el papel de los españoles en la dramática evacuación de Kabul: “Hubo un trabajo brutal del que sentirse orgulloso, para eso también pago mis impuestos”.

Queríamos ir al origen del problema, salir de la zona de confort

¿Por qué tanto riesgo? Y en dos sentidos: ¿por qué cambiar radicalmente en esta temporada, y por qué poner punto final a una serie que funciona?

Dani De la Torre: No hemos cambiado tanto. En la segunda temporada ya no queríamos repetir la fórmula: policías que investigan terroristas en España. Eso ya lo hemos contado. Queríamos ver cómo el terrorismo influye dentro de las vidas de alguien que se dedica a aplacar el terrorismo. En la tercera temporada queríamos ir al origen del problema, es decir, salir de la zona de confort, salir de tu país y explicar lo que ocurre en zonas de conflicto, lo que ocurre en lugares donde las placas y las negociaciones no sirven de nada. Y también queríamos explicar por qué esos países en conflicto al final originan conflictos en el nuestro. Es decir, los refugiados que vienen, la ultraderecha que empieza a decir que si esto no sé qué, que si esto no sé cuánto...Queríamos ir ahí, explicar por qué pasa lo que pasa, por qué esta gente viene aquí, porque luego les cuentan cuatro milongas y la gente se lo cree.

Es importante saber de dónde vienen las cosas, los problemas. Nosotros hemos querido hacer una temporada un poco fotoperiodística, como cuando los reporteros se van a Afganistán, Irak, Siria... a lugares de conflicto y ponen el foco ahí. Nosotros no podemos ir, pero hemos mandado a nuestros personajes principales para que vivan el origen del problema, para que vean de cerca lo que es un país como Afganistán dominado por los talibanes, la pérdida de libertades, cómo las mujeres se quedan anuladas por completo. Lo único que vale allí es la supervivencia del día a día, y eso para un occidental es difícil de entender. El choque cultural es tan brutal que es difícil de entender. Y a nosotros nos ha sido muy complicado de asumirlo y de explicarlo. Por eso creíamos que era una manera de cerrar La Unidad muy potente y humanitaria por poner el foco donde nadie lo pone y contar una historia donde nadie puede contarla ya.

Claro que los personajes dan para mucho más, claro que el terrorismo no se ha acabado y se podría contar más

Alberto “Beto” Marini: En la primera temporada contamos y escribimos cómo funciona la Policía de Información y tratamos la amenaza terrorista en España. En la segunda temporada pusimos a nuestros protagonistas en el ojo de la amenaza. Y nos quedaba por contar una parte importante de la actividad de la Policía de Información: su actividad en el extranjero. El terrorismo no tiene fronteras y la actividad de investigación de la Policía de Información Antiterrorista Española se desarrolla muchas veces en el extranjero. Queríamos ir al origen, al país que se considera que está en el origen del terrorismo, que después es retroalimentado por Occidente. En estas tres temporadas hemos contado estas tres fases y creemos que de esta manera cerramos un círculo. Claro que los personajes dan para mucho más, claro que el terrorismo no se ha acabado y se podría contar más. Pero hemos podido contar lo que queríamos contar. A menos que, ojalá no pase, ocurra algo nuevo a nivel de terrorismo internacional, creo que de momento no hay necesidad. No sentimos la necesidad de meternos de nuevo en una trama así.

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¿Ha sido la temporada más difícil de escribir, y la más divertida de rodar?

Alberto “Beto” Marini: Recuerdo que en la primera temporada estuvimos dos años documentándonos. Hubo un momento en el que ya no podíamos más. Yo creo que esta fue la más dura por la realidad que descubrimos. Ya éramos conscientes de que la realidad era dura, pero al documentarnos con el periodista Luis de Vega, con los policías de los Geos que estuvieron en la embajada... Descubrimos una realidad muy, muy dura. Contarla se nos hizo difícil porque había que hacerlo siendo fiel al drama y poniendo el foco de nuestros espectadores en esa realidad. Esto ha sido lo más duro que hemos contado, algo tan delicado que nos sentíamos con una responsabilidad que yo no he sentido nunca antes.

Dani De la Torre: Y sí, ha sido muy divertida y muy dura de rodar. Nunca he tenido a los jefes de departamento con tanta exigencia. Recrear Afganistán en España, recrear Kabul en Arganda... es complicado. Vestir a 500 ó 600 figurantes, los detalles del vestuario, utilizar los dos idiomas originales, explicar la idiosincrasia afgana... Ha habido secuencias maravillosas en las que nos lo hemos pasado muy bien, pero hubo secuencias muy duras, por ejemplo las de la puerta del aeropuerto de Kabul, cuando estaban todos acumulados. Eso lo rodamos aquí en Madrid a 40 grados, con niños, con mujeres. Ver a los afganos como ellos mismos entraban ahí... se asustaban, lloraban y se emocionaban porque lo han vivido. Hablar con ellos y sentir ese olor de la gente, ese calor, esas caras diciendo 'queremos salir de aquí aunque sólo sea para estar a la sombra'... Pues imagínatelo allí. Era muy potente a nivel emocional. A veces me sentía incluso culpable por haberles hecho vivir todo eso, pero ellos mismos me agradecían después que pusiéramos el foco. Nos decían que tenían a sus familias allí, que no podían acceder a ellas ni sacarlas de allí. De alguna manera, también a ellos les gratificaba poder contar esta historia.

Esta fue la temporada más dura por la realidad que descubrimos

Siempre habéis aprovechado la serie para hablar del CNI y de esas relaciones. Esta tercera temporada os lo ha permitido aún más, y de forma más amplia e internacional, sobre todo por el aeropuerto y el personaje de Carla. ¿Qué parte de realidad hay en eso?

Dani De la Torre: La historia que nosotros contamos es ficción, porque no hubo policías españoles retenidos. Es la excusa para estar ahí.

Alberto “Beto” Marini: La realidad es que los GEO españoles tuvieron que rescatar a más de 2.000 personas, extranjeros y afganos que habían colaborado con la embajada y con Occidente. Las misiones de rescate fueron complicadísimas.

Dani De la Torre: La misión de los GEO en los túneles, pasó. Fue con otra gente, pero pasó.

Alberto “Beto” Marini: Y también se tuvieron que hacer gestiones con mercenarios. A mí no me consta o no me han contado que se haya tenido que contar con ellos, pero sí sabemos que a nivel internacional se han tenido que hacer gestiones con ellos para poder hacer operaciones que de otra manera no se hubieran podido hacer. Hacer esto era la parte dinámica: cómo estaban ocupado con la división, la cola para acceder a la impresora, la gestión de la gente que acampaba fuera...

Dani De la Torre: El ejército nos explicó cómo se hacía lo de los trapos y las banderas. La gente agitaba trapos de color rojo o amarillo, y se acercaban. Eso es real. El tema es que otros veían la jugada, sacaban sus pañuelos, pero como no estaban en las listas, había que devolverlos en caliente. Mujeres y niños; era terrible. Todo eso está documentado, es real. Evidentemente, lo que les pasa a nuestros personajes no.

Alberto “Beto” Marini: Que el CNI esté sin estar, eso es real. Como soy italiano, me puedo permitir decirlo: cada vez que he hablado con periodistas o con gente sobre esos días, todos han destacado la tremenda labor del Ejército y de la Policía española, porque a nivel humanitario fueron excepcional. No sólo sacaron a los suyos, sino que han ayudado a muchísima gente.

Dani De la Torre: Hay anécdotas como por ejemplo un niño que se perdió. Los españoles lo encontraron y lo mandaron a través de otro avión con su familia. Hubo un trabajo brutal del que sentirse orgulloso, para eso también pago mis impuestos. Y mola que realmente tengamos esa visión humanitaria de ayuda a la gente que lo ha pasado muy mal.

A las mujeres no les dejan hacer deporte, no les dejan hacer nada

Una de las tramas de esta tercera temporada le da relevancia al deporte. ¿Queríais incluirlo especialmente, quizás por la historia real de vuestra actriz Shabnam Rahimi, boxeadora que llegó a España como refugiada afgana?

Dani De la Torre: A las mujeres no les dejan hacer deporte, no les dejan hacer nada. Imagínate el impacto para una niña de 16 años que ha nacido con los americanos, que puede hacer lo que quiera, y que llegue un señor que le ponga un saco de patatas encima y no pueda hacer nada... Es un impacto brutal. El deporte une muchísimo. Cuando te documentas y ves las fotos de la gente con las camisetas de Mbappé o del Real Madrid de Benzema, viendo un partido en una aldea, eso es algo mágico que el deporte consigue.