Drag Race España 2

Supremme de Luxe: “En redes se llega a unos niveles de agresión similares a que te peguen una bofetada por la calle”

Drag Race España regresa este domingo 27 de marzo a Atresplayer Premium con su segunda temporada. Una edición muy esperada que vuelve a estar comandada por Supremme de Luxe, emblema del drag español y revelación televisiva del último año por su trabajo en la 'pasarela' de Atresmedia.

“Para esta segunda temporada hemos escuchado al público y he ido con mucha más seguridad. Ya conocía el plató, el formato, la mecánica, ya había pasado por ahí... y he ido con muchísimas ganas de disfrutar y echar el resto”, reconoce en una entrevista ofrecida a verTele antes del gran lanzamiento.

En la charla, cuenta que aunque conocía a muchas de las doce nuevas reinas por trabajos previos, le han sorprendido “mucho y para bien” por su entrega en Drag Race España 2, desvela que “han tenido muy buen talante a la hora de concursar” y explica de qué manera desde la mesa del jurado han buscado mejorar uno de los aspectos que más comentarios negativos recibió en la primera edición.

Por otro lado, y en la línea de lo comentado en la rueda de prensa de presentación, Supremme de Luxe reflexiona sobre la salud mental y el odio en redes sociales que afectó a muchas de las concursantes de la primera 'hornada': “Hay veces que se llega a unos niveles de agresión que son similares a que te pegasen una bofetada cuando vas caminando por la calle. Es muy duro. Por el hecho de hacer un trabajo público todo el mundo puede opinar, claro que sí, pero una cosa es opinar y otra ir a destruir. Es un trabajo que como sociedad todos tenemos pendiente”, apunta.

Además, la presentadora del formato de Atresplayer Premium y líder del equipo que completan Los Javis y Ana Locking, valora los pasos adelante conseguidos respecto a la representación LGTBIQ+ en el entretenimiento televisivo: “Realmente hay público para ello. Muchas veces se piensa que es un producto de nicho, y lo mismo es un nicho porque no lo abren más. Luego resulta que lo abres y que a la gente le interesa, lo consume y se implica” (...) “Está bien lo que hay ahora en tele, pero quizás al público también le apetece ver otro tipo de perfiles en pantalla ya sea actuando, colaborando... u otro tipo de formatos. Ojalá que esto sean puertas que se van abriendo y se queden abiertas, y que perfiles más variados tengan acceso a la televisión”, dice.

Después de una primera edición tan exitosa, ¿estrenáis la segunda con más presión por las expectativas, o con liberación porque ya habéis demostrado lo que sois capaces de hacer?

Las dos cosas. Por un lado quieres cumplir, rendir y estar a la altura de las expectativas, pero es verdad que por otro lado ya lo has hecho, ya vas con el trabajo aprendido y ya sabes con qué cartas juegas.

Por tu trayectoria en el drag, conocerías o tendrías referencias de gran parte del casting de concursantes antes de verlas en Drag Race España. ¿Cuáles fueron tus expectativas al conocer quiénes iban a ser las reinas?

Precisamente como es raro que no hubiera coincidido trabajando con todo el mundo, quería que la entrada al taller fuese real. Ni las vi antes, ni ellas me vieron a mí. Sí que quería saber quiénes iban a ser las concursantes un par de días antes para que no se me fuera la vista a la gente que conocía, para entrar de la manera más neutral posible. Pero tampoco quería saberlo mucho antes para no pensar en la temporada ni en qué podían hacer o no. Quería llegar y atender a lo que hicieran y a cómo resolvían lo que se les plantease. Evidentemente sí que conocía ya a muchas, pero me han sorprendido mucho para bien.

En la primera temporada de Drag Race España, muchos de los comentarios que hubo acerca del papel del jurado, especialmente en las primeras entregas, era que estaban algo encorsetados o poco naturales. En esta ya habéis dicho que habéis querido fluir más y sentir cosas. ¿Crees que se ha conseguido reflejar mayor naturalidad y espontaneidad?

Creo que sí. Pero hay que tener en cuenta que la mayoría de los comentarios venían por las entradas a la pasarela y por los comentarios a los concursantes, y eso es parte del formato americano. Es así. Es verdad que quizás ese formato entre nosotros se ve más encorsetado porque los españoles en general somos más naturales hablando. Creo que en esta segunda temporada se nota que nos conocemos más, y le hemos intentado dar un toque nuestro, pero hay partes que son así, hay un modo de proceder que viene de serie y no se puede hacer de otra manera.

Respecto a ti, ¿cómo te has sentido al frente del programa con la experiencia previa de la primera temporada?

Mejor, porque ya había hecho la primera edición. El programa se grabó y hasta que no se emitió no hubo feedback de nada de lo que ocurrió. En otro tipo de programas que conforme se graban se van emitiendo, de lo que vas escuchando te puedes servir, pero aquí no. Soy muy crítica conmigo misma ya de entrada y me había hecho mis críticas, y al final coincidieron la mayoría con lo que comentó el público de la primera temporada. Para esta segunda edición hemos escuchado todo, también entre el equipo, y he ido con mucha más seguridad. Ya conocía el plató, el formato, la mecánica, ya había pasado por ahí... y he ido con muchísimas ganas de disfrutar y echar el resto.

Hay veces que se llega a unos niveles de agresión que son similares a que te pegasen una bofetada cuando vas caminando por la calle

En la rueda de prensa se abordó el tema del cuidado de la salud mental de las reinas, y has comentado que lo que queréis ofrecer es un talent show amable que valore el esfuerzo y el trabajo. ¿Crees que cabe hacer autocrítica respecto a alguna situación vivida en la primera edición, o que la cara poco amable viene realmente del entorno, de las redes sociales?

Yo creo que viene más de redes. De hecho, las polémicas más bestias que hubo y cuando las chicas pasaron por situaciones más complicadas fue cuando terminó el programa. A algunas incluso se las aisló unos días y estuvieron con psicólogos. Dentro del programa veo que todas están muy cuidadas. Y de hecho se ha reforzado el equipo de psicólogos y están muy pendientes. Supongo que todo es mejorable, según se va haciendo de todo se aprende.

La salud mental es importante en la vida en general. Yo lo primero que hice en cuanto terminó la primera temporada fue volver a terapia. Y no por una causa concreta, sino porque venían muchas situaciones nuevas y había que trabajarlo. Creo que está bien que todos lo digamos para que se normalice estar mano a mano con profesionales que nos facilitan la vida y nos ayudan a estar bien.

A las redes hay que darles la importancia justa, pero entiendo que muchas son muy jóvenes, es la primera vez que se exponen y también les hace mucha ilusión leer todo lo que se dice. Pienso que muchas veces es mejor sacrificar cierta parte de lo bueno y no leer para evitar que no te salpique tanto lo malo. Creo que Javier Ambrossi tiene mucha razón en lo que dice: lo de las redes sociales nos lo deberíamos mirar todos. Hay un trabajo como comunidad en general. Hay veces que se llega a unos niveles de agresión que son similares a que te pegasen una bofetada cuando vas caminando por la calle. Es muy duro. Por el hecho de hacer un trabajo público todo el mundo puede opinar, claro que sí, pero una cosa es opinar y otra ir a destruir. Es un trabajo que como sociedad todos tenemos pendiente.

¿Crees que las concursantes de la segunda temporada han entrado más preparadas para enfrentarse a los comentarios de dentro y de fuera del programa?

Lo de fuera no lo sé, pero al programa sí sabían a lo que venían y han estado muy por la labor. Han recibido muy bien todo lo que se les ha dicho. Nosotros intentamos ser lo menos hirientes posibles, pero hay veces que nos ponemos serios o les damos ciertos toques que si se han esforzado mucho no sienta tan bien. Ellas se lo han tomado muy bien, han aplicado todo lo que se les ha dicho y han tenido muy buen talante a la hora de concursar. Han aceptado las expulsiones, las críticas, el estrés del concurso en sí... y ese aspecto creo que sí que han venido más preparadas.

De un tiempo a esta parte, y gracias a formatos como Drag Race, se están dando pasos adelante respecto a la representación LGTBIQ+ en el entretenimiento televisivo. ¿Cómo valoras estos avances y el recorrido que todavía queda?

Valoro que realmente hay público para ello. Muchas veces se piensa que es un producto de nicho, y lo mismo es un nicho porque no lo abren más. Luego resulta que lo abres y que a la gente le interesa, lo consume y se implica. Yo siempre hablo de sumar y de añadir, y pienso que está bien lo que hay ahora en tele, pero quizás al público también le apetece ver otro tipo de perfiles en pantalla ya sea actuando, colaborando... u otro tipo de formatos. Ojalá esto sean puertas que se van abriendo y se queden abiertas, y que perfiles más variados tengan acceso a la tele porque lo agradecemos los que accedemos y el público que lo ve también. A la gente le apetece.

En la primera edición se emitió la primera entrega de Drag Race España en Antena 3 como estrategia de lanzamiento. ¿Crees que es necesaria la TV en abierto para que se sigan rompiendo barreras?

La gente aquí protesta mucho, pero el Drag Race original se consume en plataformas, incluido el RuPaul americano y el de todos los países excepto el británico. O sea, que partimos de que el formato está pensado así.

¿Qué tiene la TV en abierto? Que puedes acceder a más gente, que siempre está bien, pero por otro lado tienes que llegar a unas expectativas mínimas y si no las cumples rápido te quitan. La gente reclama mucho la emisión en abierto y yo lo pienso, pero las plataformas dan la seguridad de que se va a seguir emitiendo y eso da más fuerza al formato para que otro tipo de público se vaya interesando. Llegará un momento en que no será necesario ni plantearlo, surgirá algo en el abierto. Imaginemos que emiten Drag Race en Antena 3, no tiene audiencia y qué hacen, ¿lo cancelan? Pues qué palo, porque eso te cierra la puerta y nunca más. De esta otra manera vamos dando pasitos. Con la euforia todos queremos que sea todo a lo grande, pero es mejor dar aunque sean dos pasos bien para no volver luego atrás.

También estoy en una época muy zen y veo todo en escala de grises. Como está todo tan polarizado me da rabia. Creo que es más necesario que nos miremos a los ojos y debatamos más sin esas guerras de hienas. Está muy bien no llegar a un acuerdo, pero todo el camino hasta no llegar a un acuerdo hay que recorrerlo. Creo que nos falta mucho debate en sociedad en general, y rebajar un poco el nivel de polarización. Con este tema es lo mismo. No es ni blanco ni negro, hay que reflexionarlo. Ninguno tenemos verdades absolutas, y vivo más tranquila desde que soy consciente de que no las tengo.

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