'Girls' 4x08 Review: el magnate de la sopa y un guiño a Alicia Florrick

Por Marta AiloutiMarta Ailouti

Aunque en muchos momentos resulten esenciales en la trama, pocas veces en 'Girls' los “adultos” tienen tanto protagonismo como lo han tenido en este episodio que lleva el título de Tad & Loreen & Avi & Shanaz. No en vano de la mano de los dos primeros, los padres de Hannah, ella y la serie se dieron a conocer por primera vez en abril de 2012. Desde entonces y hasta ahora, ambos han estado apareciendo constantemente en nuestras pantallas con mayor o menor presencia y en capítulos dispares. Sin embargo, es posible que sea en esta ocasión donde su intervención, muy al margen de su propia hija, cobre más importancia que nunca. Y también sus consecuencias.

(¡cuidado SPOILERS!)

El señor y la señora Horvath

Como ya le gritara en 2012 Elijah a la propia Hannah después de revelarle su orientación sexual y de que ésta le acusara de haberle transmitido el VPH (1x03): su padre es gay. Aunque nadie se lo tomó muy en serio entonces, en aquella ocasión no estaba Loreen presente, ni ahora, que es el mismo señor Horvath el que se lo confiesa a su mujer a la salida de terapia, está su hija. No es el mejor momento ni la mejor manera (“últimamente he estado pensando que soy gay”), pero algunas cosas, generalmente las más importante, surgen precisamente así, en los lugares más insospechados. Como entre el pasillo de un edificio cualquiera y su puerta de salida.

[qbrick]9428406250ACDC47[/qbrick]

Y es que Tad necesitaba contarlo. Ya antes, en el cuarto episodio de esta misma temporada, aún sin saber de qué se trataba exactamente, tuve la impresión de que se callaba algo al despedirse de su hija en Iowa. El problema es que él quiere contarlo tanto como su mujer no tener que oírlo. Porque puede que no todo gire alrededor de ella, en esto se parece a Hannah, pero sería un poco injusto fingir que solo se trata de él. Por si fuera poco sus amigos Avi y Shanaz les han preparado una cena para celebrar el reciente ascenso laboral de Loreen, que no tiene ganas de festejos.

Es así como, después del discurso fallido de Tad, que probablemente no mienta cuando le dice a su aún esposa que lo es todo para él y que estos años en común han sido un regalo, nos enteramos, una vez a solas, de que ella y Avi, el marido de Shanaz, tuvieron una aventura este verano. A la madre de nuestra protagonista no le queda otro remedio que echarse a reír primero y marcharse después, por el mal momento que ha elegido este para confesarle su supuesto amor.

El derecho a cambiar de opinión

Mientras tanto Hannah, inconsciente de lo que se le viene encima, disfruta de sus últimos momentos como profesora suplente. Una lástima, porque su breve paso por el instituto nos había dejado grandes instantes. Sea como sea, allí está Cleo, su alumna favorita, para poder intercambiar opiniones sobre sus relaciones, saltarse clases, moverse al ritmo de Ariana Grande en mitad de la calle -los capítulos de 'Girls' siempre ganan cuando Lena Dunham baila-, o hacerse un piercing en el frenillo de la lengua como símbolo de su amistad eterna.

Claro que Cleo no conoce muy bien a nuestra Hannah y, después de una escena que quitaría a cualquiera las ganas de hacerse un agujero en cualquier parte del interior de la boca, y en muchas otras del cuerpo, decide reivindicar un derecho que a mí se me antoja universal, además de una importante lección, aunque tal vez no sea este el mejor momento para aplicarlo, y es que no pasa nada por cambiar de opinión.

La reina del drama

Así las cosas, y ya de vuelta en el instituto, Hannah se aventura a hablar con Fran y reconocer lo que nosotros también vimos la semana pasada, que antes de boicotear su cita y estropearlo todo por completo ellos dos habían conectado bien. El problema es que él no quiere dramas en su vida. No, al menos, la clase de dramas a los que ella es propensa.

En este punto, me sorprende que a ella le cueste tanto reconocerse en esta definición cuando ya Adam se lo había señalado en muchas otras ocasiones anteriormente. Pero a veces ocurre que somos incapaces de ver más allá. Somos como somos, pero también como nos vemos a nosotros mismos y como otros nos ven. No siempre, pero la mayoría de las veces, estas tres imágenes no coinciden entre ellas y Hannah es más propensa a verse como se cree que es, que como en realidad es.

Poco margen le va a quedar, en cualquier caso, después del final de este episodio, cuando su madre le grita por teléfono que su padre es gay. Soy consciente de que insisto mucho en esto pero, a falta de dos episodios para terminar esta gran temporada, Hannah no solo se ha quedado sin novio y vocación, sino que además ahora ve como su entorno familiar podría tambalearse. Habrá que esperar por tanto para ver como lo encaja.

Scott, el magnate de la sopa, y un guiño a 'The Good Wife'

Por su parte, y ya cambiando de tercio, esta semana Shoshanna sustituye sus ya habituales entrevistas de trabajo por una cita con el magnate de la sopa. El chico le gusta. Y así se lo cuenta primero en casa a Jessa, que sigue con su empeño por conquistar a Ace, y después a Ray, mientras le ayuda con su carrera como candidato a presidente de la junta municipal. Es precisamente él, como es habitual por otra parte, el que nos deja una de las frases del capítulo que más me ha gustado: “grillos y plantas rodadas: eso es lo que hay en mi vida”.

En cualquier caso, la cita con Scott va bien, a pesar de que, en un error bastante común, ambos terminen hablando de sus ex. Así que Shoshanna decide reconducir la situación con un acto de amor que le sorprenda, que diría su prima. Solo que su acto, más bien palabras, de amor en realidad tiene que ver con el sexo. Algo que desde luego le sorprende a él, aparte de producirle la risa. El empresario es la clase de tipo con el que cualquiera querría tener una primera cita. Con sentido del humor y natural, capaz de hacerte sentir cómoda en esos momentos en que podrías sentirte ridícula.

Con la excusa de que el reparto de 'The Good Wife' está aparentemente en el mismo restaurante donde ellos dos cenan, la escena, además, le sirve a 'Girls' para poder hacerle un guiño, SPOILER incluido, a esta otra gran serie, y más en particular a Will Gardner y al propio Josh Charles, en teoría también presente. Un gesto que el mismo actor no ha tardado en agradecer a Lenna Dunham y a Jenni Konner, desde su cuenta de twitter:

La otra gran sorpresa

Por si fuera poco, ya cuando pensábamos que después de la noticia de Tad, 'Girls' no nos podría sorprender más en este episodio, va y aparece Desi con un anillo sobre la mesa y Marnie, con absoluta cara de felicidad, le dice que sí. La declaración viene tras otra de sus discusiones, en esta ocasión porque el músico se ha gastado sin contar con ella todo el adelanto que les había dado la discográfica a los dos en unos pedales alemanes para la guitarra. Intuimos que con la boda, llegará el perdón. A veces no se puede ser más absurdo que estos dos cuando están juntos.

Así pues encaramos el final de la temporada, con los dos últimos capítulos en el que aún queda mucho por decir. Con una doble cita entre Jessa y Ace y Adam y Mimi-Rose, la situación familiar y emocional de Hannah (¿tendremos alguna última escena entre ella y Adam? ¿O le dará Fran otra oportunidad?), y una boda si es que Ray, del que llevan varios capítulos avisándonos de lo que siente por Marnie, no lo remedia. Hasta entonces, os dejo con la promo del próximo episodio:

'Girls' 4x08 Review: el magnate de la sopa y un guiño a Alicia Florrick 360

Sobre este blog

Etiquetas
stats