‘Glee’ Finale Review: Cumpliendo sueños en la última gran actuación

Por Diego HidalgoDiego Hidalgo

(¡Cuidado SPOILERS!)

Re-pilotando

Después de seis temporadas de altibajos ha llegado el final de ‘Glee’ con un doble episodio que nos ha hecho viajar a través del tiempo sin movernos del sofá. El primero de ellos, al pasado. Concretamente al episodio piloto. En ‘2009’, que es como se titula el penúltimo capítulo de la serie, nos enseñan una visión distinta de cómo podría haber sido el primer episodio de esta serie musical (sin alterar los acontecimientos).

Una reescritura, o un remake con los mismos actores, donde se conservan aspectos como la voz en off de los protagonistas (Will, Kurt, Mercedes, Tina, Artie y Rachel) pero se pierde totalmente la esencia de la serie (sin comentar que los actores se aproximan más a la treintena que a su época de instituto. Puckerman, literalmente pasa la treintena). Está bien que sea un capítulo muy emotivo que te hace viajar al pasado, a tiempos mejores, pero aislándolo de dichas emociones, queda un capítulo frío, predecible y en mi opinión, si hubiese sido el verdadero piloto de ‘Glee’, hubiese dejado de seguir la serie.

Volvamos al presente

En el segundo episodio de la noche, el último de la serie, volvemos al presente. Un presente más alejado del último episodio, cuando Nuevas Iniciativas logró ganar las Eliminatorias Locales. En el episodio anterior dimos un salto a 2009, y en el presente de éste, hemos avanzado unos meses llevándonos hasta la ceremonia de premios de los Nacionales 2015. Will, recordando su participación en 1993, se coloca bien la pajarita y sale a escena con Rachel, Kurt y Blaine a esperar el veredicto del jurado.

Y los ganadores del Torneo Nacional de Coros de 2015 son… ¡Nuevas Iniciativas! (ya avisé yo que era el mejor coro del McKinley) Así, yendo al grano. Sin ver las actuaciones ni nada. Pero es que el tiempo es oro (nunca mejor dicho, con tanto viaje) en este último episodio ya que hay que cerrar algunos cabos sueltos y, sobre todo, hay que despedir a los protagonistas como se merecen. Aun así, me hubiese gustado ver la actuación de Nuevas Iniciativas en el Nacional.

Fueron felices y comieron perdices

La victoria en los Nacionales sirve como detonante de este último episodio para mostrarnos el futuro (feliz) de todos los protagonistas de la serie. El primero de todos, el del profesor, Will.

Will visita al Superintendente Harris, quien tiene una genial noticia para él: ha decidido convertir al Instituto McKinley en una escuela dedicada al arte rebautizada como “Instituto McKinley de Artes Escénicas”. El Superintendente le confiesa que todo se debe a la labor de Will en el Glee Club durante estos años. Éste, muy emocionado e incrédulo, todavía no conoce la mejor noticia, y es que para mayor sorpresa, el Superintendente Harris le da la dirección del nuevo McKinley.

Saltamos tres meses en el futuro (uno de los tantos saltos del episodio) y encontramos a Will preparándose en casa para su primer día como Director del McKinley de Artes Escénicas. Habla con Emma que no va a ser fácil su nuevo empleo, pero les irá bien a partir de ahora. También, jugando con su hijo, nos recuerda el mensaje clave del episodio: con sacrificio y mucho trabajo, los sueños se hacen realidad. Es decir, primer sueño cumplido en ‘Glee’.

Will entra en el nuevo Glee Club, repleto de alumnos, con una gran ovación y como nuevo director del McKinley. Allí es acompañado por sus antiguos alumnos y en definitiva, sus amigos. Debido a su cantidad de trabajo dice que a partir de ahora Nuevas Iniciativas será dirigido por otro profesor, pero antes, quiere despedirse con una canción: ‘Teach your children’ de Crosby, Stills, Nash & Young.

El final feliz de Sam

Sam, mientras recoge el material del gimnasio que será vendido, recibe la visita de uno de sus mejores amigos: Blaine. Éste le ofrece volver a Nueva York para aprovechar su talento, pero éste le cuenta que Nueva York no es lo suyo y que Lima es su lugar. Es feliz allí, y más ahora que puede usar dicho talento en su nuevo empleo: ¡director de Nuevas Iniciativas!

Will da la bienvenida a los alumnos de Nuevas Iniciativas de este año (hay más equipos en el nuevo McKinley debido a la gran cantidad de alumnos) y les presenta a su nuevo profesor: Sam Evans. Mejor dicho, Sr. Sam Evans. Blaine, que también está allí y desconocía la noticia, alucina con este nombramiento. Le pregunta a Will si será una decisión correcta, y después de ver la primera, y elocuente, charla de Sam a su equipo, la decisión es más que correcta. Segundo sueño cumplido.

El final feliz de Mercedes

Mercedes hace llamar a sus amigos al auditorio del instituto para despedirse de ellos. Les cuenta que ha sido seleccionada como telonera de Beyoncé en su gira mundial y que no les verá por un largo tiempo. Por último, a través de un emotivo discurso (uno de tantos en este final) se despide de sus amigos. Pero su verdadera despedida la realiza como mejor sabe, cantando ‘Someday we'll be together’ de Diana Ross & The Supremes. Tercer sueño cumplido.

Sue Sylvester también tiene su peculiar final feliz

Sue llega al McKinley citada por Kurt y Blaine, quienes le dan las gracias por haberlos juntado de nuevo. Sin ella y sin sus torturas, nunca hubiesen vuelto. Sue, sentimental, le reconoce a Kurt que gracias a él y todo lo que pasó en su etapa del Instituto, pudo expandir su mente y descubrir cosas de ella misma que nunca se habría imaginado. Detrás de llamarle ‘Porcelana’ siempre se ha escondido un aprecio especial para Kurt, y es por ello, que quiso juntarle con Blaine durante el transcurso de esta temporada.

Más tarde, Sue cierra otro de sus cabos sueltos al reencontrarse emotivamente con Becky, quien se disculpa por todo lo dicho en el vídeo de Geraldo Rivera. Pero aún hay alguien a quien tiene que ver en el McKinley. Obviamente, a Will, al que ha intentado destruir en tantas ocasiones durante toda la serie. Se reúne con él en el auditorio, pero Sue no deja que hable. Sólo cantan ‘The winner takes it all’ de ABBA. Es su peculiar perdón y su forma de decir que enhorabuena por todo.

Pero éste no iba a ser el final feliz de Sue. Viajamos cinco años al futuro y Sue vuelve a ser entrevistada por Geraldo Rivera, ya como amigos, pero no como una simple directora de instituto como la última vez, nada más y nada menos que como ¡Vicepresidenta de los EEUU! Cuarto sueño cumplido.

El final feliz de Kurt y Blaine

Cinco años después de su vuelta a Nueva York, Kurt y Blaine siguen siendo una pareja feliz que está pasando por su mejor momento tanto personal como profesional. Para corroborar su estado van a un colegio infantil para impartir una charla artística a los niños. Acuden por protagonizar una obra en el Lincoln Center. Juegan con los niños y les inculcan los valores del episodio (y de ‘Glee’ en general): haced vuestros sueños realidad. Quinto sueño cumplido (más que profesional, en este caso, sentimental).

Y por último, el final feliz de Rachel Berry

Antes de viajar cinco años al futuro, Rachel se despide entre lágrimas del McKinley al son de ‘This time’, una composición original para este episodio.

Regresando al futuro, y ya para no marcharnos de allí, todos vuelven a reencontrarse para acudir a una cita muy especial para Rachel. Mercedes, Kurt, Blaine y Tina y Artie, que son pareja y éste último tiene una película seleccionada para el Slamdance, festival de cineastas independientes (sexto sueño cumplido). Pero aquí lo importante es Rachel, protagonista de ‘Glee’, que está a punto de cumplir uno de sus sueños.

Cuando se encuentran con Rachel todo son sorpresas. En primer lugar, ¡está embarazada!, pero confiesa que es una mamá de alquiler ya que lo debía por sus antecedentes. Los afortunados, para que no nos relajemos en cuanto a sorpresas, serán ¡Kurt y Blaine! Y para mantener las sorpresas por todo lo alto, aparece Jesse St. James, ex líder de Vocal Adrenaline, como marido de Rachel Berry y al que también le ha ido genial en el mundo artístico. Éste compaña a Rachel al interior de un teatro donde, siguiente sorpresa: Rachel está nominada a Mejor Actriz de Musical en los Premios Tony. Todos emocionados y expectantes para conocer el resultado. Sus amigos, desde la sala de invitados; y Will, con su mujer, Sam, y sus hijos, desde casa. Y el Tony es para… ¡Rachel Berry! (por un musical llamado ‘Jane Austen Sings’).

Emocionada, y casi paralizada, Rachel sube a recoger el premio y se lo dedica a su marido, a sus padres, a Carmen Tibideaux por haberle readmitido en la NYADA, a sus amigos del McKinley, y en especial, a Will, quien ha hecho posible que esté ahora mismo recogiendo el premio. Séptimo sueño cumplido, quizás el más especial de ‘Glee’.

La última actuación de Glee, en el Auditorio Finn Hudson

Obviamente tendría que haber un homenaje a Finn Hudson en el último capítulo de la serie, y su homenaje llega aquí. En el último momento. En la última actuación. En la última imagen de ‘Glee’.

En el auditorio nos encontramos de público a los profesores protagonistas de la serie y a la madre de Finn y al padre de Kurt. En el escenario hace presencia Sue, como Vicepresidenta de los EEUU, para inaugurar el nuevo Auditorio Finn Hudson. Pero antes, nos emociona con un discurso de arrepentimiento sobre las dificultades que le ha puesto al Glee Club durante todos estos años y felicitar la actual labor de Will que ha llevado al McKinley a ser un modelo a seguir en todo el país. “Glee es imaginar un mundo no como es, sino como debe ser. Un mundo donde el Quaterback se convierte en el mejor amigo del chico gay”, son las emotivas palabras de Sue Sylvester.

Para poner punto y final a ‘Glee’ TODOS (y cuando es TODOS, es TODOS) los miembros que han pasado por Nuevas Iniciativas interpretan ‘I lived’ de One Republic para cerrar el telón definitivo de la serie.

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