'Master of sex' 3X04 Review: el morbo
Seguimos con la mejora en 'Masters Of Sex' que va volviendo a resultar interesante recuperando la temática original de la serie, el sexo en los 50-60.
El morbo, el marketing y las apariencias son los temas de esta semana, en la que Masters comprueba que la sociedad no está todavía abierta a tratar el tema del sexo con naturalidad por miedo a las consecuencias sociales que puede conllevar que les vean comprando un libro sobre la temática, poniendo en peligro su trabajo y las ventas. Además, vuelven la gran Allison Janney y Beau Bridges que fueron los secundarios que más brillaron en la primera temporada con un sorprendente final.
¡CUIDADO SPOILERS!
Vamos a hablar de nuestro libro
Mientras Virginia tiene que lidiar con su repelente hija Tessa, Will se obsesiona por las ventas de su libro yendo a la librería a ver donde ha situado el dueño su trabajo, y como reaccionan los clientes. El libro se encuentra arrinconado y casi escondido, y cuando un cliente se dispone a cogerlo, lo deja de forma repentina en cuanto se acerca alguien. El librero confirma las sospechas de Will, el libro no se vende porque nadie quiere ser visto en público llevándolo, por lo que las copias que se han despachado han sido por encargo y casi de forma clandestina.
La 2ª edición del libro depende directamente de que la primera se agote en tiendas, algo poco probable, por lo que hay que entrar en acción. Will y Betty comienzan a programar un gira para presentar al público el libro, pero Virginia ve imposible partir en ninguna de las fechas propuestas por los problemas con sus hijos.
Will, por primera vez, intenta ser comprensivo con élla, y a través de los consejos de un libro de ayuda en relaciones, pretende premiar a Virginia con un caro abrigo de piel por su gran labor en el estudio, pero élla no esta por la labor de prestarle atención.
La edad del pavo de Tessa
Tessa de nuevo roba demasiados minutos en pantalla. Tras verse forzada a realizar una felación al chico con el que se ve, Tessa esta cada vez más irascible con su madre y más incontrolable. Tras registrar en el baño, descubre un neceser con espuma para afeitar y after shave, algo por lo que deduce que Virginia esta con un hombre con el que convive cuando ella no está. Se queda con la mosca detrás de la oreja y se junta con el hecho de que ha sido expulsada temporalmente del instituto, teniendo que pasar el día en la clínica ordenando alfabéticamente los contactos, y charlando y ayudando a Betty.
Tessa, que se muestra muy experta en temática sexual, algo que Betty cree que se debe por el trabajo de su madre, descubre el mismo after shave en el escritorio de Will, quien aparece para charlar con ella, pero se va malhumorada tras comenzar a atar cabos (no hace falta ser un erudito para descubrirlo). Finalmente, la adolescente vuelve a quedar con el joven que la forzó, pero esta vez es ella la que le ofrece la felación.
Aprovechando la oportunidad
Virginia recibe una preocupante carta de parte de su hijo, que se marchó al ejército, y le habla de que sufre síntomas que podrían darse por la malaria. Desesperada y sin saber cómo conseguir contactar, Dan Logan (Josh Charles), que aparece para comenzar sus planes que incrementará la popularidad de la clínica, se acerca a élla ofreciéndole ayuda para obtener información del estado de su hijo, lo que conlleva un acercamiento entre ambos.
Además de conseguir acercarse a Johnson, Dan descubre que los síntomas se debían a una resaca tras la poca tolerancia que tiene el joven al alcohol.
Libby buscando respuestas
El extraño caso de la amiga de Libby, que le dio un repentino aneurisma justo cuando iba a anunciar a su marido su intención de abandonarle. Libby pasa por la casa donde se encuentra a su amiga en estado vegetal, y al marido hundido, al que exige que siga respetándola como lo hacía antes del aneurisma, y le ordena que le ayude a bañarla.
A la par, Libby asiste a la clínica en la consulta de Barton para asegurarse no correr la misma suerte que su amiga. Barton se extraña de que Libby oculte a Will que toma la píldora, pero ésta resta importancia al asunto. Aprovechando que está allí, se pasa por el despacho de Will donde descubre el abrigo, creyendo que será para élla.
Barton y Margaret y otros tantos del montón
Tras separarse de forma amistosa, Margaret acude a la clínica porque su amante sufre eyaculación precoz. Descubrimos que desde que lo dejó con Barton, Margaret concibe el sexo como una demostración de amor, y no soporta recurrir al sexo oral por la imposibilidad de verse cara a cara mientras lo realiza. A causa de la consulta con Libby, Barton y Margaret se reencuentran y parecen lidiar bien el que podría haber sido un momento de tensión.
En la visita de Margaret con Will, éste la anima a que hable con su amante de la homosexualidad de Barton y de como le ha afectado. Pero élla lo considera traicionar a su ex marido, incluso perdiendo a su hija, a la que engañó diciendo que sus infidelidades fueron las que provocaron la separación.
Tras pensarlo detenidamente, Margaret visita a Barton en su apartamento para pedirle permiso para poder hablar del tema con su pareja, pero Barton se niega aterrado por las consecuencias que podría tener, y no se lo permite. Además, también le recomienda que de lo cuente a la mujer que lo visita y deja notas, para que no le pase como a élla.
Barton no se atreve a confesar su homosexualidad y evita el sexo poniendo como excusa que los medicamentos le provocan impotencia.
La gran estrategia y la gran sorpresa
Si Barton continúa sin dar el paso para aceptar su homosexualidad, la gran sorpresa del episodio se da cuando descubrimos que Margaret comparte su pareja con una joven, practicando tríos cuando se da la ocasión. La mujer conservadora y frígida ha desaparecido por completo en la búsqueda de placer, pero sobretodo de afecto.
Y finalmente, Will desarrolla un plan de marketing infalible, proponer al librero que envuelva sus libros en papel marrón para que no se sepa cual es, e incitar al morbo para provocar que los clientes lo compren. El plan funciona perfectamente, provocando que sus libros se agoten, y consiguiendo una segunda edición, algo que corre a anunciar a una ausente Virginia, que sale a cenar aceptando el abrigo que Libby creyó que iría para élla.
Sobre este blog