'Master of Sex' 3x06 Review: Buscando la esencia del placer
Después del anterior y gran episodio de 'Masters of Sex', esta semana volvemos a dar vueltas con la historia de Virginia y William, y mientras ella se replantea su situación, Will busca cambiar ciertos puntos de su vida que no ha conseguido controlar hasta ahora.
Volvemos a un episodio irregular con breves momentos lúcidos gracias a los secundarios episódicos, porque cuando los guionistas insisten en indagar en la pareja protagonista consiguen que todo carezca de interés.
Esta tercera temporada esta siendo de lo más irregular, porque por una parte vuelven los grandes elementos del primer año, como esos casos de parejas que asisten a la consulta y que resultan muchas veces lo más destacable. Y por otra, porque parece que han logrado comprobar que Bill y Virginia no funcionan como pareja, ni resultan lo suficientemente interesantes para llevar a sus espaldas la serie.
Pero continúan sin sacar partido de todos los recursos que tienen, como sucede con Josh Charles, cuyo personaje Dan se queda siempre a medias en su intención de conquistar a Virginia, Betty como una simple secretaria cuando en multitud de ocasiones resulta ser la más razonable.
¡ATENCIÓN SPOILERS!
Un padre poco ejemplar
William es un desastre como padre, y un desastre también es su trama de esta semana. Sin venir a cuento, William razona que la mejor forma para entablar una relación con su hijo es el rugby, un deporte que al niño no le gusta pero que a Bill le emociona. Se proclama segundo entrenador, y la supuesta sorpresa llega cuando vemos que Denis, el niño matón que apalizó al hijo de Masters, y al que atemorizó con amenazas y burlas.
Pero el interés de Bill se evapora cuando el trabajo interfiere, y su hijo se acaba enfrentando solo a un partido en el que termina con el tobillo torcido, y un monumental enfado de Libby que lo paga con su vecino, al que confiesa que su amiga tiene un apartamento al que se pensaba ir tras abandonarlo. Bill entabla una amistad con Denis.
Libby y su nueva vida
Harta de que Bill no la tenga en cuenta y de ser como un mueble en casa, Libby toma prestada la identidad de su amiga y se pasa horas en el apartamento, que esta pagado para 6 meses, charlando con el fontanero. Libby se esta planeando si el plan de su amiga no era tan mala idea como pensaba, y por fin siente que alguien le presta atención
Todo Sobre Mi Madre
La madre de Virginia, Edna, esta predispuesta a propiciar que el romance de su hija con Masters funcione, y les prepara una cena romántica. Le da igual si es pecado y la existencia de Libby, Edna tiene muy claro que su hija debe acabar con el doctor sin importar los que se lleve por medio.
Si ya de por sí es exasperante que se entrometa en la relación con su amante/jefe, Edna comienza a manipular a Tessa para que se centre en la única labor que le parece interesante, la búsqueda de marido, y que mejor modo que haciéndose un gran moño.
Cuando Virginia, algo harta de su madre, vuelve y se encuentra la situación de su hija, sale en defensa de ésta recriminando a su progenitora lo que suele manipular a la gente, y lo poco valorada que la ha hecho sentir siempre.
En conclusión, Edna se marcha y hay un acercamiento entre Tessa y Virginia, que se vuelve a ir al traste por unos botones mal abrochados que Tessa sospecha que se deben a sus escarceos con Bill.
Donde caben 3 caben 4
Viendo que el triángulo Virginia-Bill-Libby no da para más, lo guionistas introducen a Dan Logan, locamente enamorado de Johnson, y un rival para Masters.
Dan Logan continúa en su búsqueda de una esencia que consiga excitar simplemente con el olor, y vemos las diferentes pruebas junto a Virginia, quien recurre a sudor varonil para conseguir la preciada esencia. Los guionistas pretenden que sintamos la química entre ambos, y que creamos que Johnson puede acabar con Dan, pero la verdad es que nunca consiguen esa química y todo resulte algo forzado. Una pena porque Lizzy Caplan y Josh Charles son grandes actores, pero su historia no funciona como debería.
Bill se pasa el episodio intentando volver a estar a solas con Virginia, y la convence para ir al mismo hotel de siempre. Ahora que la fama les acompaña, les es imposible pasar desapercibidos, y tiene que recurrir a otras formas para poder acostarse, algo que despierta el morbo de Masters pero a Johnson se le hace más una carga.
Todo lleva a Virginia a comenzar a caer en las redes de Dan, planteándose si su relación con Bill puede ir más allá del estudio y trabajo.
La mujer de la pantalla
Lo mejor ha sido sin duda el matrimonio Ricci. Neely, un famoso ex jugador de rugby, e Isabella, una famosa actriz, acuden a la consulta porque a pesar de tenerlo todo, su vida sexual es bastante deprimente. Virginia no cree desde un principio en el futuro de la pareja y confirma su teoría cuando Neely confiesa que la mujer de la que él se enamoró es la Isabella de las pantallas, y no la del día a día con la que convive.
En conclusión, una vez alcanzó lo inalcanzable le resultó aburrido, y comprueban que su relación esta más que muerta.
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