'Once Upon a Time' 4x23 Season Finale: un desenlace agridulce
Por Ángela PérezÁngela Pérez
(AVISO SPOILER)
A pesar de los rumores de cancelación por las bajas audiencias, la semana pasada se confirmó la vuelta de ‘Once Upon a Time’ en septiembre para su quinta temporada. Y por si a alguien aún le quedaban dudas, el último episodio de la actual temporada ha dejado claro que tendremos Emma y compañía para rato.
Como acostumbran a hacer, este último capítulo ha sido doble y se ha titulado ‘Operation Mongoose I y II’. Aunque, en esta ocasión, no se ha seguido la estructura original que alterna presente y pasado, sino una más lineal con realidades alternativas.
El mundo real en 1966
Para contextualizarnos un poco más con el autor, el capítulo comienza varias décadas atrás en el mundo real, donde vemos a un Isaac que, aunque quiere ser escritor, se dedica a vender televisiones bajo la supervisión de un odiado jefe que le acusa de no saber qué historias le gustan a la gente.
Justo entonces recibe una carta de una editorial que se interesa por su libro. Pero en realidad se trata del aprendiz del hechicero que le explica sus nuevas funciones como autor del libro de cuentos.
En Storybrooke
Todos los habitantes del pueblo y en especial Emma, Regina, Mary Margaret, David y Henry intentan encontrar la forma de parar al autor. Es entonces cuando se les ocurre, con ayuda de Hook, sacar al aprendiz del hechicero del sombrero donde fue atrapado por el propio pirata.
Cuando lo consiguen, este les informa de que deben atrapar al autor dentro del libro para evitar la tragedia. Pero para entonces es demasiado tarde y el susodicho termina la historia, trasportándolos a una especia de realidad alternativa donde los buenos son los malos y viceversa.
Pero Henry es el único que aún sabe quién es y se dispone a hacer algo para salvar a su familia. En el proceso se entera de que Emma está prisionera en una torre y con la ayuda de un Capitán Garfio muy pringadillo, consigue sacarla de allí.
A partir de ese momento intentan cambiar la historia para revertir los cambios y volver a su situación normal y lo consiguen gracias a que Isaac ha roto las normas al escribirse un final feliz para sí mismo.
Desde ese momento, Henry se convierte en el autor del libro y, tras devolver a todo el mundo a sus antiguas vidas, rompe la pluma para que nadie pueda volver a decidir sobre el destino de otros.
Finalmente, intentando librar a Gold de la oscuridad, esta termina escapando y atacando a Regina. Pero antes de que está absorba la oscuridad, Emma se interpone y se convierte en “El Oscuro”.
Para saber más tendremos que esperar a septiembre, pero mientras vamos a criticar un poquito.
Sensaciones agridulces
¿Qué no ha sido la mejor temporada? Pues no ¿Qué ha tenido capítulos que han sobrado un poco? Pues sí. Tampoco vamos a defender lo indefendible cuando cerca de cuatro millones de personas en Estados Unidos han dejado de verla.
La primera parte no estuvo mal con el tema de Frozen y tal, pero esta segunda ha sido un despropósito. Desde mi punto de vista han tenido varios fallos gordos que han provocado estas bajadas de audiencias.
El primero de ellos es no definir quién era el villano. Teníamos a Gold, a Úrsula, a Cruella, a Maléfica y al final a Zelena. Pero al final resulta que el malo era el autor, un hombre que se guiaba por el desprecio que le tenía a su antiguo jefe. No sé, muchos villanos poco aprovechados.
También ha habido numerosos sin sentidos, como la resurrección de Zelena. Vale que sea una serie de fantasía, pero se han pasado sacándose historias y escusas de la manga.
Por último, creo que se han dado cuenta de que una Emma tan buena no funciona y por eso este final. Precisamente algo que enganchaba desde un principio era ese contraste entre todos los personajes fantasiosos de Storybrooke y la dura realidad de Emma.
En definitiva, ha sido una temporada bastante mediocre, aunque no como para que no le demos otra oportunidad. Pero claro, se le pueden dar una o dos, no doce o trece. A ver si los productores se dan cuenta a tiempo de ello…
Así que de momento, le decimos ¡hasta pronto!
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