'Penny Dreadful' 3x01 Review: la liga de los personajes literarios
Por Sabrina Rodríguezabrina Rodríguez
Alfred Tennyson, poeta y dramaturgo inglés, murió el 6 de octubre de 1892. Ese es el día en que el profesor Lyle decide ir a hablar con Vanessa Ives y sacarla de su letargo. Ese es el título del primer episodio de la tercera temporada de 'Penny Dreadful', una serie de terror gótico que invita a sumergirse en la literatura, llevando sus referentes por bandera y jugando con nuestras expectativas, si somos conocedores de los libros en los que se basa.
'Penny Dreadful' es en televisión lo que no fue en cine la película de 'La liga de los hombres extraordinarios', otro fallido intento de llevar a la gran pantalla la obra de Alan Moore. No digo que la serie sea una adaptación directa del cómic, pero la idea es la misma: juntar varios personajes de las obras más conocidas del terror y la ciencia ficción para crear una sola historia que refleje la época victoriana.
Los cambios ocurridos tras la revolución industrial fueron brutales y la sociedad de aquellos tiempos sigue siendo fascinante para nosotros. Sus monstruos son metáforas del cambio, de unos seres humanos incapaces de conciliar el antes y el después del descubrimiento de un nuevo mundo con nuevas posibilidades. Y como todo lo que hacemos es un autorretrato, queramos o no, John Logan, el creador de la serie, refleja las inquietudes contemporáneas en el espejo de una época que no es tan diferente a la nuestra, con avances tecnológicos que nos sobrepasan día a día.
¿Dónde nos habíamos quedado?
Si te acercas por primera vez a 'Penny Dreadful', te recomiendo que en lugar de leer cualquier resumen que alguien pueda ofrecerte, disfrutes de los 18 episodios anteriores. Te deleitarás viendo a Dorian Grey aburrido de la vida y buscando nuevos retos. Sufrirás junto a Victor Frankenstein enfrentándose a su criatura, representada de una forma más fiel a la novela que en la mayoría de las películas que has visto, con cultura y una sensibilidad enternecedoras. Verás vampiros rodeados del misticismo de la egiptomanía que entusiasmaba a la Inglaterra victoriana. Redescubrirás el concepto de aventura y los exploradores, los hombres lobo y y el ocultismo.
Y Vanessa Ives, creación original de Logan, y personaje central de la serie. Eva Green parece haber nacido para interpretarla. La señorita Ives es uno de los personajes femeninos más interesantes de la televisión (con permiso de las divas de 'American Horror Story'). Entre el bien y el mal, la brujería y la religión católica, la dependencia y la autosuficiencia; es el vivo reflejo de la mujer actual, que aún no ha podido sacarse de encima la cruz de la expectativa de la feminidad, que le impide desarrollarse como persona sin que una catástrofe suceda cada vez que intenta liberarse. Todos quieren domarla, pero ella es al final quien lleva las riendas de su vida.
No es así cómo la encontramos ahora, ya que está en un punto muy bajo y vulnerable, incluso más que cuando estaba poseída. Al final de la segunda temporada todos los personajes se separaron, cada uno por su camino. Ethan fue detenido y llevado a los Estados Unidos, Sir Malcolm se fue a África a enterrar a Sembene, la criatura de Frankenstein se embarcó hacia el Ártico mientras su creador se quedó en Londres destrozado y Lily, su otra creación, bailaba con Dorian Grey al ritmo de la muerte y la total indiferencia que les proporciona el hedonismo extremo. Vanessa se queda sola. Pero no caigamos en lo obvio o superficial, no es la soledad lo que hace que esta mujer fuerte esté vulnerable.
¿Qué es lo que atormenta a Vanessa? Para descubrirlo pasa sin miedo a los SPOILERS.
Por caminos separados
Empecemos hablando de Ethan. Nuestro hombre lobo americano en Londres está ahora en Estados Unidos de camino a ser juzgado en su tierra. Entre los pasajeros del tren que le lleva por Nuevo México se encuentra Hécate, una de las brujas de la anterior temporada pero cuyo nombre es el de una diosa. ¿Por qué sigue a Ethan? ¿Tiene algún poder oculto, que aún no conozcamos, tras su apariencia de doncella? Un grupo de bandidos asaltan el tren matando a casi todos los pasajeros. Hécate se salvará, por supuesto, pero también lo hace el inspector Rusk de Scotland Yard. El secuestro parece que ha sido ideado por el padre de Ethan para llevarlo consigo, cosa que al licántropo no le hace ninguna gracia y siempre ha intentado evitar.
Sir Malcolm está muy lejos, en Zanzíbar, acompañando a su fiel Sembene en su viaje de vuelta al hogar, tras ser asesinado por Ethan en pleno frenesí incontrolable. Entonces ocurre algo que no esperaba, alguien le da una nueva misión, algo por lo que vivir y, tal vez, encontrar la redención que tanto ansía. Un apache chiricahua llamado Kaetenay le habla de Ethan, le dice que necesita su ayuda y que es como un hijo para él, de hecho le habla de “nuestro hijo”, y es que el concepto de familia siempre ha sido algo muy interesante en esta serie, ya cuando Sir Malcolm le dice a Mina que tiene una hija, refiriéndose a Vanessa, en el final de la primera temporada.
El melancólico Victor Frankenstein será el vehículo para introducirnos a un nuevo personaje sacado del mundo literario, el Doctor Henry Jekyll, interpretado por el actor británico de ascendencia pakistaní, Shazad Latif. Parece que la representación racial de esta temporada será más diversa, tras haber matado al final de la anterior al único personaje de color. Frankenstein y Jekyll, en una conversación con bastante tensión sexual entre ellos, deciden no acabar con Lily, sino intentar controlarla. ¿Querer matar o controlar a una mujer incontrolable? ¿Cómo reaccionará ante ello la fuerza de la naturaleza que es ella y Dorian, el que ahora es su amante? Esto promete ser tan interesante como complicado, teniendo en cuenta de que en medio de todo ello puede aparecer Mr. Hyde.
No vemos a Lilly y a Dorian en este primer episodio, pero sí a Caliban, la criatura primogénita, navegando en el hielo como al final de la novela de Mary Shelly. Pero en este caso, un recuerdo de su vida pasada aparece en su memoria cuando da paz a un niño moribundo por piedad. Recoge sus cosas y vuelve a casa. ¿Cree que su antigua familia podría aceptarle de nuevo?
Soledad y culpabilidad
Vanessa está sola. No sólo no está su familia a su lado (recordemos de nuevo el concepto de familia en 'Penny Dreadful'), su soledad es total porque ha perdido la fe y las ganas de vivir. Ha perdido también la confianza en sí misma. Tras todo lo que le ha ocurrido, traumático para cualquiera, Vanessa se siente culpable. Eso es algo muy común en los momentos vulnerables de mujeres independientes y fuertes en un entorno en el que eso está condenado socialmente.
Necesita ayuda y por eso, cuando Lyle, ese entrañable y excéntrico egiptólogo del Museo Británico, va a socorrerla, lo que le recomienda es conocer a una doctora que se dedica al emergente mundo de la psiquiatría. Introducir un personaje nuevo, que trata enfermedades mentales en una época en que aquello era una novedad, y que además es mujer, es una apuesta arriesgada y que aplaudo.
El comportamiento de la Doctora Seward nos presenta un personaje interesante y la interpretación de Patti Lupone es magistral. Estoy deseando ver sus interacciones con Eva Green porque van a hacer las delicias de todos los que ya disfrutamos de su trabajo conjunto en la anterior temporada. Y es que Seward es una descendiente de la familia Clayton, la de aquella mujer sabia que acabó quemada por bruja y fue interpretada por la misma actriz. ¿Es esta psiquiatra más de lo que dice ser?
La primera receta de la Doctora Seward es simple, salir de la rutina y hacer algo diferente. Vanessa visitará el Museo de Historia Natural de Londres donde, entre escorpiones y demás especímenes, conocerá al doctor Sweet, un zoólogo que seguro que no es tan dulce como su apellido o su primer encuentro con Vanessa sugieren. ¿Ha ido por su cuenta al museo o han sido los dos vampiros que se encontró por la calle los que la manipularon para entrar?
El monstruo de la temporada
En 'Penny Dreadful' hay muchos monstruos, tantos como personajes porque todos tenemos nuestro lado oscuro y un monstruo en nuestro interior que saldría si no lo controlamos. A parte de eso, tenemos un enemigo al que enfrentarnos por temporada. Vampiros y brujas, pero al fin, el más grande se presenta diciendo su nombre.
Ya nos habían dado pistas y no me refiero a los siniestros que rondaban a Vanessa. Hay una novela en la que un tal Renfield es un interno de un hospital psiquiátrico dirigido por un tal Dr. John Seward y Renfield es el secretario de la doctora del mismo apellido...
La novela y el monstruo de la temporada es el mismísimo Drácula.
Un comienzo de temporada prometedor
Lo reconozco, la primera temporada de 'Penny Dreadful' me pareció exquisita, pero la segunda acabó por decepcionarme. Esta tercera comienza muy bien y promete llevarnos por terrenos complicados donde no hay blanco y negro, sino una amplia gama de escala de grises.
Los nuevos personajes son excitantes y pueden aportar mucho a lo que ya ha ocurrido. El incluir nuevos actores y que entre ellos haya diversidad racial, o una actriz tan buena como Patti Lupone, es de agradecer. De hecho un gran atractivo de esta temporada es verla de nuevo trabajar con Eva Green, desarrollando uno de los personajes femeninos más complejos de la pequeña pantalla y presentando otro a la par de interesante.
Esperemos que esto nos quite el sabor amargo que nos dejó la serie cuando, en un giro inesperado de guión, Dorian Grey mató a Angelique, un personaje transgénero que había sido publicitado como un paso adelante en la representación en televisión por como fue desarrollado. No es la primera vez que se introduce un personaje para atraer a un público más diverso y luego se le mata cruelmente sin venir a cuento. Una artimaña publicitaria poco ética. Incluso Reeve Carney, el actor que interpreta a Dorian, se mostró en desacuerdo con la decisión porque no era consecuente con la historia que se estaba contando. ¿Cómo será Grey, pues, en esta temporada y qué personalidad nos mostrará junto a Lilly?
Y, por fin, Drácula. Vanessa contra el conde. El pequeño escorpión contra el murciélago. Hagan sus apuestas, mis queridos Dreadfuls, yo me lo juego todo por la dama.
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