Scandal 7x01 Review: Bienvenidos al mundo de Olivia Pope
Por Paola Rojas
Tras el chocante final de la sexta temporada de Scandal con varias muertes, secretos, traiciones y la resurrección del B613 por parte de Jake y Liv, la séptima temporada no podía haber iniciado de otra manera más que con una Olivia más ruda y fría que nunca.
Para dominar el poder, y por ende, la Casa Blanca, Olivia está dispuesta a recurrir a los sobornos, chantajes y amenazas para llevar a cabo el legado de Vargas. Defender un programa político con el que simpatizó siempre a pesar de representar a Mellie.
Así pues, vuelve un triángulo de poder peligroso entre una dominante Mellie, un Cyrus traidor y una Olivia que está más altanera que nunca.
Aquí mando yo
La nueva imagen de Olivia no me gusta. Y menos aún que ésta vaya a ser con la que nos quedemos en este última temporada. O le dan un giro final donde volvamos a ver su parte humana, o lo único que recordaremos es en cómo se convirtió en eso que tanto odiaba: su padre.
Si bien siempre ha sido astuta, agresiva, poderosa y segura, siempre tenía sus sentimientos presente, su intuición y su preocupación por lo demás. Vamos, que tenía eso llamado empatía. Pero parece haberla perdido un poco bastante.
Así lo vemos en este inicio de temporada con sus órdenes, sus ultimátums, sus espionajes, y su autoría suprema sobre todo el que la rodea. Si pusiésemos un espejo delante de ella, veríamos el claro reflejo de Rowan en cuanto personalidad, porque Olivia nunca ha compartido la violencia con la que actuó su adre durante los años que fue el Comandante del B613.
Pero si es verdad que esta nueva actitud de mandona sin sentimientos está dejando mucho que desear a los seguidores de Scandal… Una cosa es el girl power y otra creerte más que nadie y pisotear a los demás. Hay que saber estar en el punto medio de las cosas.
Oídos sordos
Con Jake sigue igual que siempre. Usándolo a su antojo, aprovechándose de que él siempre la va a amar. Porque, no nos engañemos, Olivia siempre va a estar enamorada de Fitz aunque no lleguen a estar juntos. Porque para ella fue más importante elegir el poder, la Casa Blanca, ser la jefa de algo más grande que una simple relación. Y es respetable.
Y ahí, en el otro bando Jake, que por mucho que lo intente, no puede apartarse de ella. Pero esta faceta de 'perrito' obediente no gusta. Una cosa es que seas su compañero, su aliado y que tengas sentimientos por alguien, pero otra es que dejes de ser tú mismo y renuncies a tus principios y opiniones como es el caso de Jake.
A pesar de todos los consejos que le da a Liv sobre cómo gestionar el B613 (consejos que tienen una gran base debido a su anterior experiencia como integrante de la organización que fue), ésta los ignora. Y creo que, o va a pecar de arrogante, o que llegado cierto punto, le hará caso y terminarán la serie siendo un equipo unido que luche contras las injusticias y defiendan a su país. Espero que sea lo segundo, porque no
queremos que Scandal termine con una Liv sola en el poder, sin amigos, ni familia ni nadie que la respalde.
El nuevo team de gladiadores
Con el nuevo reto profesional que tiene Olivia por delante, no le quedó otra opción que delegar y dejar su despacho al resto de sus compañeros. Eligiendo, sorprendentemente, a Quinn como futura jefa. En este primer episodio vemos su desesperación al no tener casos, el aburrimiento y la inactividad los estresa…pero todo cambia cuando por la puerta entra una mujer que busca desesperadamente a su padre.
Primer caso para los gladiadores y resuelto con éxito (pero claro, con la intervención externa de Liv ya que el desparecido resultó ser un agente secreto de la CIA). Veremos cómo se desenvuelven en esta última temporada y si vuelven a meter casos e historias interesantes, como las del principio, esas que si resultaban ser un verdadero ¡SCANDAL!
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