'The Flash' 3x01-04 Review: Nada volverá a ser como antes

'The Flash'

Por Alberto Rodríguez

Olvida todo lo que conocías de ‘The Flash’ hasta la fecha porque sus creadores han decidido dinamitar los cimientos de la historia y en esta tercera temporada nos encontramos ante una nueva serie. Las reglas del juego han cambiado. Incluso los cambios han salpicado a su serie vecina, ‘Arrow’, con la cual mantiene una relación crossover importante que implica la necesidad de ver algunos de sus capítulos para entender lo que ocurre en Central City. El comienzo de esta nueva andadura ha sido movidito pero en esta reseña te desgranamos los cambios más importantes que te permitirán seguir mejor la pista a nuestro veloz amiguito. Y es que, al igual que él, aquí las cosas ocurren muy rápido.

(¡Aviso de Spoilers!)

Nuevos personajes con y sin nuevas caras

Flashpoint es el término con el que el reverso de Flash bautiza a la nueva línea temporal creada por Barry al impedir el asesinato de su madre. Con este simple hecho, Allen modifica su historia y la de los suyos de manera irremediable. A cambio de vivir entre algodones disfrutando durante unos meses al lado de sus padres –ambos fallecidos en la línea temporal original-, trastoca las vidas de los que más quiere: su padre adoptivo, Joe, y su hija, Iris, no se dirigen la palabra; Wally, el hermano de Iris, se convierte en otro velocista apodado Flash Kid; Cisco es un déspota multimillonario a quien sólo interesan sus negocios y Caitlin es una oftalmóloga de tres al cuarto que nada tiene que ver con ellos. Vamos, que pone patas arriba la existencia de todos sin pedir permiso, pero no le juzguemos muy duramente. El complejo de abandono que arrastraba este eterno huérfano le hizo pensar que debía cobrarse ese tiempo que la vida le había arrebatado al lado de los suyos. Lamentablemente, una vez saciada su egoísta necesidad de cariño, la euforia inicial se pasó. Ver a su grupo de amigos disgregado y la amenaza de olvidar quién es, a causa de encontrarse en una nueva realidad, obligan a Barry a sacrificar a su madre e intentar volver al punto de partida. Pero si hay algo que nos han enseñado los viajes en el tiempo en la ficción estadounidense es que nunca se puede volver atrás.

La nueva realidad con la que tendrá que convivir Flash ha cambiado significativamente, pero el cambio más fundamental es la incorporación de dos nuevos personajes. El primero, interpretado por un nuevo miembro que se suma al elenco, y, el segundo, por un habitual acostumbrado a encarnar un papel distinto en cada temporada.

Tom Felton, a quien el mundo conoce mejor como Draco Malfoy (‘Harry Potter’), es Julian Albert, un experto en metahumanos que proviene del CSI y que, por lo visto, es el nuevo compañero de trabajo de Barry. Para nuestro héroe, es un shock ver a este desconocido sentado en un escritorio enfrente al suyo y compartir un laboratorio que antes era sólo para él. Además, Julian se la tiene jurada desde hace un año porque no comparte la forma de trabajar de Barry. Es el típico compañero estricto, amante de las reglas –de hecho delata a Barry frente a su superior en varias infracciones- y repelente, algo que Felton, con su expresión altiva y sus aires maniqueístas, borda a la perfección. Es más maduro, pero sigue provocando esa sensación de querer meterle un mojicón en la boca, por lo picajoso de su personaje. Aunque esto es un arte digno de aplaudir por otra parte.

Los deberes de Barry para esta temporada serán descubrir qué le ha hecho en todo este tiempo a su compañero para justificar su animadversión. Su única pista se la proporciona el propio Julian: “No me fío de ti y no me gustan las personas de las que no me puedo fiar”. Será una tarea ardua, pero el empeño de Barry de llevarse bien con todo el mundo seguro que le ayuda a obrar la magia.

Por otro lado, en esta temporada volvemos a contar con el Dr. Wells. Y al igual que ocurrió en la temporada pasada, en esta ocasión Tom Cavanagh tendrá que reinterpretar una nueva versión de su personaje. El Dr. Wells de Tierra 19, para ser exactos.

Desde que el año pasado aprendimos la teoría del multiverso, los viajes entre mundos paralelos han sido una constante en la serie. El Dr. Wells de Tierra 2 vino para ayudar a Flash frente a Zoom, un villano procedente de su universo. Terminada su labor, y ante la imposibilidad de quedarse por más tiempo, decide elaborar un casting entre sus diferentes homólogos para ver quién está dispuesto a ocupar su lugar. Y quien resulta responder es H.R. Wells (casi como H.G. Wells), o como lo bautizó Caitlin, un Dr. Wells con humor. Acostumbrados a ver un registro serio y sombrío en este personaje, resulta refrescante ver a Tom sonriendo y yendo de coleguita con esa actitud de buen rollo rezumando por cada uno de sus poros. Pero el histrionismo nunca ha sido buena señal para la sinceridad, y, aparentemente, este nuevo Wells esconde un secreto al igual que sus predecesores. No iba a ser para menos. Y Cisco parece que ya se está mosqueando.

Sobre todo escaman las extrañas circunstancias en las que se marchó el Dr. Wells de Tierra 2 y su frase interrumpida: “En mi ausencia nunca, jamás…” Antes de que pudiera acabar fue absorbido por el vórtice espacio temporal. ¿Habrá tenido algo que ver H.R.?

Estrenamos nuevo megavillano

Y hablando de caras, el nuevo villano oculta la suya detrás de una máscara, ¡qué original! Ésta, en concreto, es similar a la de un fumigador y, con sus atuendos de monje encapuchado, su indumentaria es un tanto desconcertante. Alquimia, o como Cisco le apoda, Dr. Alquimia, debe su nombre al empleo de esta disciplina para obtener sus poderes.

De hecho, Flashpoint ha reseteado la dinámica de aparición de enemigos. ¿Que los metahumanos procedentes de Tierra y Tierra 2 están ya todos encarcelados? No hay problema. Alquimia se encarga de restablecer los poderes a las personas que eran metahumanas en Flashpoint (sí, ya sé que es poco lío, pero es algo así como que Alquimia despierta en estas personas el metahumano que llevan dentro).

Y ¡ojo! Porque Wally pertenece a este colectivo, ya que en Flashpoint era Flash Kid y esa pérdida le está provocando un vacío que se materializa en sueños mostrándole esa otra vida. Barry no le ha revelado su otra identidad, pero en caso de descubrir la posibilidad de ser un velocista, se volvería vulnerable ante Alquimia, porque éste podría tentarle para despertar sus poderes. El problema es que hacer pactos con villanos nunca trae nada bueno.

La pandilla de superhéroes aumenta

Otro de los daños colaterales de Flashpoint es la aparición de nuevos superpoderes. ¿Tienes a mano tu lista? Pues ha llegado la hora de actualizarla.

Además de Barry y Cisco, hemos asistido al nacimiento de Jesse Quick, otra velocista para variar. La hija de Wells quiere usar sus recién adquiridos poderes para hacer el bien, y por ello, ella y su padre regresan a Tierra 1. Para que Barry la entrene. En el capítulo 3, 'Magenta', podemos verla enfundada en su flamante y arquetípico traje de superheroína –antifaz incluido-, contribuyendo a la causa y demostrando que hasta a Flash una 'ayudita' no le viene mal. Pero todavía le queda mucho camino por recorrer a esta joven padawan en el camino de la fuerza veloz. Ya veremos si representa una apuesta sólida o se trata de un simple relleno estacional, ahora que ha regresado a Tierra 2 junto a su padre. Por lo pronto, su aparición ha sido un poco forzada. Como si hubiera necesidad de que todo superhéroe disponga de una versión femenina, igual que le pasa a Supergirl con Superman. Ya sé que está basado en el personaje homónimo del cómic, pero su legitimidad está por trabajar. Dispone de esta temporada para hacerlo y convencernos de que se quede.

Pero la sorpresa y el campanazo lo ha dado Caitlin, con su poder de congelación. Discretamente guardado, este secreto empieza a ser una carga para ella, que no sabe cómo afrontar su nueva situación. Es una pena cómo a veces los seres humanos nos ponemos esas barreras a nosotros mismos. Está rodeada de personas que la entenderían perfectamente, que podrían ayudarla y que le darían todo su apoyo. Sus amigos son metahumanos como ella. Sin embargo, su personalidad reservada sólo le ha permitido manifestar su poder única y exclusivamente para ayudar a Barry a salir de su cautiverio de cristal cuando el Maestro de Espejos le encierra en uno.

Tal vez lo que le da miedo es la incapacidad de controlarlo –un cliché en este tipo de historias-, y puede que no vaya desencaminada la cosa si recordamos que en Tierra 2 ella era Killer Frost, una metahumana con el mismo poder de congelación. ¿Significa esto que nos encontramos ante una posible metamorfosis que la llevará a convertirse en una villana de hielo?

El amor está en el aire

Lo único que no ha trastocado Flashpoint es la relación entre Barry e Iris. Bueno, en parte. Porque los dos únicos besos que se habían dado en la ficción también desaparecieron. Pero, ¿sabéis qué? Ha merecido la pena. Porque ha sido abrir el melón y acabar prácticamente cada capítulo con un beso de película. Apasionados, cálidos, y no como esos tímidos e insulsos amagos del pasado.

En este nuevo comienzo, los tortolitos pueden, por fin, iniciar su historia de amor. Sin exnovios, y aun con villanos de por medio, les ha llegado su momento. Y, francamente, es muy bonita la química que desprenden Grant Gustin y Candice Patton. Hablándose por primera vez a los ojos, sin reparos, coqueteando como pareja, es una sensación sincera que traspasa la pantalla y que convence al espectador. Una química muy similar a la de Tobey Maguire y Kirsten Dunst en ‘Spiderman’. Sencilla e inmediata, pero ¿qué queréis? Estamos hablando de un cómic, para más inri, llevado a televisión. Los tiempos son los que son.

Es nostálgico ver cómo ambos personajes han entrado en la dinámica de interrumpir sus citas cada vez que hay una contingencia. Muchos antes que ellos lo intentaron ya: los citados Spiderman y Mary Jane; Superman y Lois Lane; Arrow y Felicity Smoak… aunque no siempre con idílicas consecuencias. No todas estas parejas resistieron el impacto de llevar una doble vida. Desgraciadamente el crimen nunca descansa. Por tanto, sólo nos queda seguir a los amantes en su romance y rezar para que los guionistas no le den muchos giros a su relación –ya sabéis, rupturas, reconciliaciones- antes de llegar a ese futuro incierto donde se afirma que Iris se convertirá en la señora de Barry Allen.

Son varias las líneas argumentales con las que ha arrancado fuerte la temporada, además de los villanos episódicos que cada vez son más comiqueros –Magenta intentó aplastar un hospital con un buque y el Maestro de espejos viajaba a través de superficies reflectantes-, lo cual se agradece. Este nuevo enfoque le ha dado aire a la historia, permitiéndole evolucionar con nuevos giros que nos mantengan enganchados. El punto en el que se encontraba al finalizar la temporada anterior la dejaba arrinconada ante un Barry al que no le quedaban más progenitores que perder; un Cisco y una Caitlin que ya venían demandando un mayor papel en la pandilla, y una relación con Iris que acumulaba una demora de dos años. Esperemos que el impulso inicial se mantenga y el ritmo vaya in crescendo a medida que avancemos por la trama. La nueva carrera de Flash no ha hecho más que empezar.

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