'The Magicians' Review 2x02: Conflictos de intereses
La segunda temporada de 'The Magicians' empezó con un ritmo trepidante, sin dar un momento para tomar un respiro, y así sigue. En este segundo episodio viajamos por tres escenarios diferentes, contando tres historias distintas. Vamos saltando de uno a otro y, en ocasiones, juntando a los personajes de varias narrativas porque todo está conectado. Si la magia muere en Fillory, muere también en la Tierra. No podía ser de otra forma.
El viaje de nuestros héroes va más allá de problemas y venganzas personales, pero es esto precisamente lo que hace que nos importen y podamos empatizar con ellos. La historia épica ya la conocemos, la hemos visto miles de veces; la circunstancia de cada personaje es lo que la hace única.
Si algo caracteriza lo ocurrido en este episodio son los conflictos de intereses, porque cada uno necesita lo que necesita pero a veces aquello que buscas entorpece lo que busca el otro. ¿Qué hacer entonces?
Respuestas a continuación, cargaditas de SPOILERS.
Ficción pulp sin complejos
Ya lo he dicho en anteriores ocasiones y no me cansaré de decirlo: 'The Magicians' es camp y sus creadores no se avergüenzan de ello. Para cada momento serio, hay un momento de esos que hace que chasquees la lengua contra el paladar y mires hacia arriba. El secreto está en el equilibrio. Por eso me encantó que en este episodio (entre bibliotecas, anagramas, acertijos y demás homenajes a la lectura y a las palabras) hayan colado un guiño al pulp.
El pulp era un nombre que se le daba a un tipo de encuadernación de papel barato. Miles de novelas y revistas hechas de ese material se vendían e intercambiaban en los kioskos de todo el mundo. Historias de detectives, ciencia ficción, terror, romance, cómics, aventuras, western... Literatura con mucha acción y poca sustancia, a priori, que hacía las delicias del pueblo llano y que fue el caldo de cultivo de muchos géneros que luego han ido evolucionando. El pulp no era tomado en serio por los literatos pero tampoco lo buscaba.
La falsa portada del libro de hechizos de batalla, con esos colores básicos y esa mujer bajo el título 'Hotel Spa Potions' es una declaración de intenciones, sobretodo teniendo en cuenta que así titulan el episodio. 'The Magicians' es pulp y está aquí para darnos acción, romance, aventuras y divertirnos. Pero bajo esa cubierta hay escondido algo más; los personajes están siendo desarrollados junto con la trama de manera muy interesante.
Un granjero privilegiado y sexualmente ambiguo
La despedida entre Eliot y Quentin del episodio anterior ya apuntaba a que veríamos al rey tener que enfrentarse a sus responsabilidades. Así ha sido en este episodio y no creo que termine aquí el relato de sus dilemas. Sin duda la parte más interesante del capítulo para mí.
Se dice que puedes sacar al chico de la granja pero no puedes sacar la granja del chico... o algo así. ¿Recordáis cuando Eliot le contó al malogrado Mike que se había criado entre granjeros? Ese era su mayor secreto, algo que le avergonzaba por cómo esa gente le hizo sentir. No sabemos detalles, pero en los pueblos de la América profunda no se suele ver bien a la gente como Eliot. Muchos huyen, se mudan y comienzan una nueva vida, creando su propia identidad. Eso hizo Eliot y cuando tomó esa decisión, lo hizo para no mirar atrás. ¿Quién le iba a decir a él que tendría que recordar sus días de siembra ostentando una corona? Nunca pensó que los conocimientos de un pasado remoto ayudarían a su reino.
Claro que antes de tomar la decisión de ponerse a ello y explicar a sus atónitos súbditos lo que es el fertilizante, nadie le quitaba el intentar irse por la tangente cual drama queen. Pero no es para eso para lo que tomó la responsabilidad de rey y, al final, hasta parece disfrutar haciendo de su doloroso pasado una herramienta de utilidad.
Algo más complicado es el matrimonio heteronormativo concertado en el que está. En los libros Eliot es gay, en la serie es sexualmente ambiguo. Aunque el personaje solo ha mostrado interés real por hombres podría entenderse que es bisexual. De hecho, se supone que ha consumado con su mujer y, en la formación para orgía que le propone a su reina, hay tanto hombres como mujeres. Fen, la esposa impuesta a Eliot, hasta ahora parecía una mujer sumisa, dada su condición social y educación en un sistema feudal. Por suerte este episodio nos muestra que esta relación es más compleja de lo que pensábamos y eso la hace muy interesante.
Fen demuestra ser una mujer inteligente y compasiva que sabe lo que quiere. Ella entiende perfectamente que ambos están atrapados en un matrimonio con una persona que no conocen. Esa es su situación y de ellos depende cómo llevarla. Eliot tendrá que aprender que el privilegio de ser rey es una responsabilidad en todos los sentidos y que el hecho de que la gente esté obligada a decir que sí a todos sus deseos no quiere decir que estén dando su consentimiento voluntariamente.
La situación político-cultural de Fillory no es la misma que la que vivimos hoy en día (y espero que no vayamos tan atrás con todo lo que está pasando últimamente). Eliot lo entiende y trata a su mujer con el respeto que merece. Ella intenta hacerle comprender. La escena es complicada e incómoda y, bajo chistes y chascarrillos, se esconden temas muy complejos: el privilegio, la culpa, la presión, el consentimiento y las estructuras de poder. Seguro que no se terminará aquí el tema y veremos como Fen y Eliot intentan llevar una situación que no es ideal para ninguno de los dos.
El poder requiere sacrificios
Tampoco Quentin y compañía están en una situación ideal. Ya de vuelta en Brakebills se preparan para la batalla. Por suerte tenemos a la profesora Sunderland, que sin duda es la mejor profesora de Brakebills, con dos dedos de frente. ¿Por qué no sale más en pantalla? Creo que ayudaría mucho a... ¿todo? Gracias a ella encontramos el libro y gracias a ella las manos de Penny sirven para algo.
Sabemos que el poder del “zumo divino” tiene fecha de caducidad. Alice tendrá que luchar con la Bestia ahora que aún es más fuerte que él, llevando de nuevo el peso de todo sobre sus hombros. Y ante esto yo me hago una pregunta: ¿El poder que tiene Julia también se estará debilitando? Muy probablemente y no tenemos claro que ella lo sepa. ¿Lo sabrá Martin? ¿Es por eso por lo que canta tan “feliciano”?
Los chicos se preparan para la batalla y, una vez más, veremos cómo conseguir poder requiere sacrificios. Y si no que se lo digan a Quentin. La escena del pequeño y feo demonio entrando a fuego en su espalda es agónica pero, como todo en 'The Magicians', llena de alivio cómico a la vez. Una de cal y otra de arena.
Sigilos mágicos y asociaciones forzadas
Vamos a darle un aplauso al equipo de guionistas y a la documentación que están haciendo para realizar esta serie que, si bien, representa la magia de una forma fantástica, muchas de las herramientas que se muestran y cómo se muestran son sacadas de la magia real. Con magia no me refiero a los trucos de ilusionista, si no a la tradición esotérica que existe. Los sigilos (del latín sigillum, que significa sello) son símbolos mágicos que se utilizan como herramientas de manifestación, especialmente por los magos del caos, y que se parecen mucho a lo que Julia está dibujando cuando la Bestia la atormenta con su cantar. Es refrescante ver ese tipo de ocultismo usado en ficción de forma correcta.
Seguimos con Julia y con su trato obligado con Martin, que le soltará información, cómo que ha maldecido el trono de Fillory. Pero no todo es buena voluntad por su parte, algo se trae entre manos y no creo que nada de lo que haga sea casual. De él es la idea de recurrir a Marina que, tras ver la amenaza real que es Reynard y al no encontrar asilo en Brakebills (algo me dice que Fogg terminará por lamentarlo), acabará uniéndose a la bruja vengativa y al diablo cantarín. ¿Dónde está Kady?
El mayor conflicto de intereses
Y ahí tenemos el mayor conflicto de interés. Quentin y Julia se ven durante un momento. Julia le avisa de lo del trono de Fillory. Eliot puede estar en peligro. La magia está muriendo. Hay que terminar con la Bestia, sí, pero no antes de acabar con Reynard. Julia amenaza. Quentin se queja. Ambos han de luchar contra seres con más poder que están destruyendo lo suyo y a los suyos. ¿Y si luchasen juntos? ¿Y si en lugar de “no te interpongas en mi camino” la petición fuese “échame una mano”?
Por el momento parece que la unión no hará la fuerza, por lo menos no hasta que se den cuenta de que su lucha es la misma. Hasta entonces saltaremos a escenarios diferentes contando historias distintas. Pero todo, absolutamente todo, esta mágicamente conectado.
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