El combate del domingo, Alberto Chicote Vs. Frank Cuesta, en 10 vídeos
Recopilamos los grandes momentos del aventurero conductor de “Frank de la Jungla” y del chef de “Pesadilla en la cocina”, que regresan para competir desde este domingo
Esta noche de domingo, vuelven dos de los grandes caracteres de la televisión reciente: en la esquina de Cuatro, con cuatro temporadas en su haber y gorra blanca, Frank Cuesta. En la esquina de laSexta, con una temporada que triunfó por K.O. y pijama de Agatha Ruíz de la Prada, Alberto Chicote. El prime time es el cuadrilátero para este enfrentamiento.
Frank de la Jungla regresa a Mediaset en las que parecen (a tenor de las palabras de su protagonista) serán las últimas entregas del espacio, debido a las diferencias ¿irreconciliables? que separan a personaje y cadena. Por su lado, el chef Chicote regresa por sorpresa para levantar la noche del domingo en laSexta hasta que Jordi Évole vuelva a armarla con sus reportajes en Salvados.
No podíamos decidirnos: ¿hacer un Top Ten con los exabruptos de Frank o con las broncas de Chicote? ¿Los animales del aventurero o las animaladas que se encuentra el chef en cada cocina? Ante la indecisión, hemos tomado una decisión salomónica, y hacemos que uno y otro compartan ránking como buenos hermanos. Sin más dilación, ¡empezamos!
Las 5 mejores “pesadillas” de Alberto Chicote
1. El vómito de Chicote
El restaurante Castro de Lugo fue uno de los retos más complicados para Alberto Chicote en Pesadilla en la cocina y también el programa más visto de la historia de laSexta. El restaurante de comida tradicional gallega no fue capaz de superar sus graves problemas económicos y de higiene y fue finalmente clausurado.
La dejadez en las tareas de limpieza y la falta de higiene en la cocina indispusieron a Chicote. El chef vomitó al descubrir lo que escondía la cocina del restaurante.
2. A Chicote le meten un “bacalao-zapatilla” en la boca
Si El Castro de Lugo fue el reto más complicado, “La reina del Arenal” fue el más polémico. Los dueños de este local de Bilbao intentaron impedir que se emitiera su capítulo, pero no lo consiguieron. Más de tres millones de espectadores asistieron a a la pelea y posterior reconciliación entre Estrella, la cocinera del negocio, y el chef.
Estrella está recociendo un bacalao y Chicote la acusa de estar dejándolo “como una zapatilla”. Ella le insulta llamándole “payaso” y le mete un trozo “de bacalao seco” bruscamente en la boca. Una situación que saca de sus casillas al popular chef. Quién diría que, a pesar de todo, acabaron llevándose bastante bien al final del programa...
3. Una propietaria con “un pedo que te cagas con dos tequilas”
En el restaurante mexicano “El último Agave” conocimos a Cristina, la socia del propietario. Tras una discusión con su socio delante de un cliente, a la buena mujer no se le ocurre nada mejor que echarse unos tragos. Con un “a tomar por culo” y dos tequilas zanja la situación, para estupefacción de clientes y, a buen seguro, de espectadores.
Pero el alcohol hace sus estragos en ella y, poco después, la vemos metiéndose en la cocina para pedir un taco “que le arregle el cuerpo”. A Chicote no le parece serio que ella haya bebido en mitad del servicio. Cristina no tiene pelos en la lengua y responde: “Yo tomo lo que me da la gana y punto pelota”.
4. La casa de “la matanza de Texas de las lavanderías”
El restaurante Da Vinci nos dio la oportunidad de viajar a Alicante y conocer a Rafa Soler, su propietario, un hombre recién separado de su mujer y desilusionado con el negocio.
Vimos a Rafa trabajar desapasionadamente, beber durante las horas de trabajo y llevar una vida completamente desordenada. El colofón fue cuando Chicote va a buscarlo a su casa y al entrar a la vivienda se encuentra con descomunales montañas de mantelería sucia repartidas por todas partes. Lo que se dice, un caos.
El restaurante Nuevo Da Vinci no tuvo suerte y acabó cerrando, a pesar de la ayuda de Chicote. La dejadez de su propietario arruinó el negocio.
5. “Tang, tang, tang...” Las doce campanadas de Chicote
Como no podía ser de otra manera, Chicote, ya convertido en el presentador revelación de la temporada, fue el encargado, junto a Sandra Sabatés, de dar las Campanadas 2013 en laSexta.
Ambos recibieron el año nuevo con un cóctel especial preparado por el chef del momento: el Ibérico. La bebida estaba compuesta por los ingredientes de todos los españoles: fino, cava y un toque de zumo de naranja.
Los 5 momentazos de Frank Cuesta en “la jungla”
1. El más trágico
La vida de Frank Cuesta corrió grave peligro al explorar las selvas de Tailandia y Malasia para conocer a la víbora Russell, un reptil traicionero y mortal con un veneno más potente que el de cualquier otro animal de Europa.
Ya entrada la noche, Frank se encontró a una víbora Russell, la más temible de su especie. Un descuido llamó a la fatalidad y la serpiente le mordió en el tobillo. Las venas se le empiezan a hinchar. El leonés, tiembla y tirita, incapaz de explicar lo que le ha ocurrido ante el estupor del director, Nacho Medina, y Santiago Trancho, el operador de cámara. Frank saca su cuchillo de la funda y se corta la herida unos centímetros más arriba. “Es para que fluya la sangre e impedir que el veneno circule hacia arriba”, explica Frank mientras se empieza a coser la pierna.
2. El más polémico
Frank estuvo a punto de morir asfixiado por una pitón. Así lo relató Cuatro en su día: “Frank Cuesta se adentra en la jungla de Tailandia para enfrentarse a dos temidos enemigos. Cuando se encuentra con la pitón reticular, un descuido está a punto de costarle muy caro. El ofidio, de dos metros de largo, se enrosca en su pierna y le aprieta el cuello hasta llevarle a un estado de asfixia. Son sus compañeros de grabación los que le salvan la vida.”
Eso sí. Por mal que lo pudiera pasar el naturalista, peor se lo harían pasar las críticas recibidas después: para muchos, su accidentado encuentro con la serpiente se debió a su afán por impactar; Nacho Sierra, por su parte, cuestionó la veracidad del suceso y dio lugar a un rifirrafe entre ambos. Pero esta vez nadie apretó el cuello a nadie: Cuesta y Sierra (ya sus nombres denotan ese amor por la tierra) hicieron las paces sin mayores animaladas.
3. El más tierno
Inolvidable fue la hermosa amistad que brotó espontaneamente entre Frank y un simpático pangolín, al que Frank bautizó como Alfonso. El animalito, mitad oso hormiguero, mitad armadillo, pertenece a una rara especie asiática en extinción.
El aventurero se encariñó tanto con él que lo convirtió en su mascota. Ambos protagonizaron momentos de extraordinaria ternura. El clímax llegó con la despedida, cuando ambos se fundieron en cálidos besitos encadenados con los que más de un espectador derramó, a buen seguro, alguna lágrima.
4. El más “picante”
Las abejas asesinas atacan a Frank podría ser un buen título para este momentazo. Lo cierto es que el aventurero y sus compañeros fueron, literalmente, acribillados por los insectos intentando descolgar un panal de abejas.
Sin duda fue uno de los momentos de mayor tensión entre el equipo y su protagonista. De la boca de Frank Cuesta salieron perlas como éstas: “Me están picando por todos lados, ¡bajadme de aquí!”, “¡Deja la puta cámara y dame agua!”, “¡Nacho, apaga la cámara y ayúdame!”, “¡Vete a tomar por el culo!”, “Tú, el programa y la madre que lo parió me importa un huevo!” y similares...
5. El más terrorífico
La sinopsis diría así: Frank sale en plena noche en busca de tigres salvajes. Cámara al hombro, se adentra en la selva, dejando a sus compañeros durmiendo para no ponerles en riesgo. Un Frank aterrorizado se tira violentamente al suelo ante el poderoso rugido del fiero animal. Ha decidido hacerse el muerto para evitar que la bestia le descuartice...
Un momento, televisivamente hablando, espectacular, pues el espectador nunca ve al tigre. Tan solo unos rugidos, unos golpes contra el suelo y el rostro horrorizado de Frank bastan para construir una escena que el maestro del cine de suspense Hitchcock no dudaría en poner como ejemplo.
¿Realidad o ficción? Juzguen ustedes mismos.
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