Atresplayer desvela las primeras imágenes de 'La red púrpura', serie continuación de 'La novia gitana'

Atresplayer ha lanzado ya las primeras imágenes de La red púrpura, segunda parte de La novia gitana que adapta la saga literaria escrita por Carmen Mola tras las buenas críticas recibidas por la ficción estrenada en septiembre de 2022. La plataforma de Atresmedia ha anunciado además que presentará esta serie, junto a Camilo Superstar, en el marco del Festival Internacional de Cine de San Sebastián 2023.

La continuación de La novia gitana, que se podrá ver por primera vez en la ciudad vasca el próximo mes de septiembre, seguirá protagonizada por Nerea Barros, que interpreta a la inspectora Elena Blanco. Junto a ella, nuevos nombres se suman al elenco, como los ya adelantados de Roberto Álamo, Nuria González y Manolo Caro; además de Carmen Prada, Andrés Gertrudix, María Morales, Font García, Unai Mayo, Michel Herráiz, Andrés Lima, María Mercado y Hugo Prieto entre otros.

La red púrpura contará con 8 episodios de una duración aproximada de 50 minutos y seguirá estando dirigida por Paco Cabezas. La nueva ficción mantiene a intérpretes de la primera entrega como Ginés García Millán, Ignacio Montes, Mona Martínez, Lucía Martín Abello, Vicente Romero, Francesc Garrido y Carlos Cabra, que continuarán con sus respectivos papeles. En cuanto al equipo de guionistas, José Rodríguez sigue en la cabeza coordinando y escribiendo el guion junto a Antonio Mercero, Susana Martin Gijón, Carmen Jiménez y Daniel Sánchez Arranz.

Así es 'La red púrpura'

La inspectora Elena Blanco ha descubierto que su hijo Lucas está vivo, pero pertenece a la siniestra Red Púrpura, de la que le habló Vistas antes de su dramático desenlace. Han pasado seis meses y la inspectora oculta a su equipo que su hijo está entre ellos; solo Mariajo, su fiel confidente, conoce la verdad.

La BAC ha sido penalizada por el desenlace del caso Macaya, siendo trasladados a otra nave y lo único que pueden hacer es tirar de ese hilo que les dejó Vistas, una red que se oculta en las profundidades de internet. Niños secuestrados, menores sin futuro, tratas de mujeres... la mercancía se negocia, los espectadores pagan y hasta se puja por los desenlaces de las víctimas.