Bertín confiesa los rostros de Antena 3 que le gustaría entrevistar, “pero no quiero ponerles en un compromiso”
¿Cuál ha sido la impresión que le ha causado volver a reencontrarse con Mi casa es la tuya?
He tenido un par de meses de parón nada más y, salvo estos, hemos seguido la rutina de las grabaciones que al fin y al cabo no cambian demasiado en lo que a mí respecta, por lo menos.
En la presentación de la nueva temporada de Mi casa es la tuya
Me gustaría entrevistar a Matías Prats, conocerle... Bueno, tendría que pensarlo pero hay muchos personajes: Susanna Griso... es gente que parece que es interesante. Lo que pasa es que casi no quiero ponerles en el compromiso de llamarles porque yo, al conocer esto un poco, hay gente que hacemos un poco no lo que nos da la gana sino que vamos más por libre, y otros que tienen también algunos contratos que no les dejan hacer eso; siempre les pones en un compromiso.
Sus entrevistas se caracterizan por que los invitados, aunque los hayan entrevistado muchas veces antes, siempre cuentan algo que no sabíamos de ellos. En este sentido, ¿se pacta antes hasta dónde se puede llegar en cuanto a preguntas?
Nunca ningún invitado nos dijo antes de qué temas no se podían hablar, políticos incluidos. Hay muchas veces que me pasa que dudan en si deberían contarme algo o no, pero al final lo hacen. Eso pasa constantemente y a veces editan el “no sé si contártelo”. Pero ha pasado, y en los que están por salir, por ejemplo con Jesús Calleja, también ha ocurrido.
Una vez sí nos pasó que algo que alguien había contado nos pidió que lo quitásemos, y no era porque se tratase de algo muy conflictivo, sino porque no le daba buen rollo el tema; así que lo quitamos. De hecho volvió, ha hecho dos veces el programa.
Yo procuro no hacer entrevistas, sino conversaciones. Charlas de todo: de lo humano, lo divino... Y si a eso le añades tres o cuatro copas no te quiero ni contar. De todos modos nosotros somos los primeros que si vemos que es un tema muy fuerte, que alguna vez ha pasado, lo quitamos. Más que nada para salvar un poco la imagen del invitado.
En la presentación comentó que cree que el secreto de su éxito se debe a no ser periodista; nosotros acudimos a un evento de prensa con el objetivo de conseguir un titular. ¿Con qué motivación va usted a las entrevistas?
De conocer a la persona. Yo creo que tú puedes conocer perfectamente a Pedro J. sin preguntarle por el vídeo; si me lo quiere contar a mí bien, pero yo no se lo voy a preguntar. No tengo la obligación de preguntárselo; a lo mejor los periodistas sí, no lo sé.
Además hay cosas que me dan pudor: cuestiones que si yo fuera el protagonista me molestaría que me las preguntaran. No me sentiría bien. Entonces quizá eso es un tema que en otros programas se hace. Pero en el mío ya saben seguro que lo van a disfrutar.
¿Hay algún personaje que, desde la primera temporada hasta ahora, se haya resistido a participar en su programa?
El que dice que va, que luego no, que sí, que no, es Felipe González. A mí me encantaría poder entrevistarlo porque me parece una persona muy interesante. Luego, mano a mano, que yo he estado con él algunas veces, es un hombre que en una conversación coloquial te cuenta cosas que verdaderamente creo que la gente las debería de saber.
A mí me gustaría que Felipe nos contara cómo fue él de testigo en una reunión en la que advertían a los rusos que caía el muro de Berlín. Ese fue un hecho histórico.
Pablo Carrasco, productor ejecutivo de Mi casa, ha comentado que no habéis recibido respuesta para entrevistar a Íñigo Errejón ni Pablo Iglesias. ¿Qué sentimiento le produce esta situación?
No soy yo el que invita, pero sé que lo han hecho. A mí me encantaría que viniera todo el mundo; me gustaría tener una entrevista relajada con algún nacionalista catalán; que nos explicaran qué es lo que sienten y seguramente sería interesante que lo supiera la gente. Y lo estamos intentando, aunque es verdad que esto es televisión y a mí me puede apetecer muchísimo una cosa, porque yo lo hago un poco con el corazón, pero luego llegan y me dicen que no sería posible.
En cuanto a lo de contestar o no, es cierto que nos han contestado todos, hasta quienes nos han dicho que no como Julio y Serrat. Y si Íñigo Errejón y Pablo Iglesias no han contestado, sus motivos tendrán.
¿Cree que esa confianza que tienen los invitados con usted se perdería si abrieseis la veda e invitaseis por ejemplo a Belén Esteban?
Tampoco queremos cargar la mano con la gente de Telecinco, precisamente para que no digan que no traemos a gente de otras cadenas. Creo que hay muchísima gente interesante y de vez en cuando traemos pinceladas de gente de Telecinco, pero no por pertenecer a la cadena sino porque son interesantes.
Pero si yo hago un programa con Belén, no quiero saber nada de morbo; a mí me gustaría que me contase qué es lo que piensa de política o qué deporte le gusta, si hace deporte. A lo que me refiero es que probablemente no le preguntaría qué es lo que ha pasado con Jesulín porque no me importa.
¿Hay algún personaje con el que no le apetecería sentarse?
A mí me apetecería sentarme con mucha gente menos con los aburridos y aburridas, porque no me divertiría nada. No disfruto el programa. También es verdad que he pensado que determinados invitados eran aburridos y luego me parecieron geniales. Y al contrario también, aunque no me ha pasado muchas veces: pensar que es un fenómeno pero luego... porque claro, los espectadores ven un programa de una hora y cuarenta minutos, pero yo estoy seis horas (risas).
¿Qué es lo que más te ha gustado del programa de Lolita tiene un plan, un formato parecido a Mi casa es la tuya?
Ella lo hace muy bien; es una mujer muy informal y muy natural. Era de esperar de todos modos: cuando me fui de TVE le comenté a Pablo -productor ejecutivo de Mi casa- que tardarían tres meses en hacer otra cosa igual con alguien. Y pensé que alguien que podría hacerlo bien es Juan y Medio.
Lolita lo hace muy bien y le deseo lo mejor. Luego al final es el público quien decide, pero es un programa muy digno y está muy bien hecho. He trabajado ocho años con la productora que lo hace, Gestmusic, y los conozco perfectamente y sé que trabajan muy bien. Si fuéramos en el mismo día, entonces competiríamos a muerte, claro (risas).
Alguna vez ha comentado que en Mi casa nunca trabaja con guion. ¿Cómo es el proceso de preparación de la entrevista?
No, nunca tengo guion, lo que sí tengo es información ya que, aunque conozca bien a la persona, siempre hay cosas que no sabes de ella. Entonces me leo esa información que me manda Pablo y ya sabes muchísimo sobre ella.
Luego también seguimos una serie de pautas: decidimos de qué cosas vamos a ir hablando (política, religión...). Muchas veces también tiro del hilo y, si a lo mejor me desvío y hay algo importante que quieren que le pregunte y que se me haya olvidado, entonces me lo dicen. Lo de cocinar es una cosa dramática (ríe); a mí el momento que más simpático me parece es el de la cocina.
¿Cuál ha sido la grabación más larga que has tenido?
La de Rajoy fue muy larga. Pero no, hace poco hicimos una larguísima, aunque normalmente son cinco o seis horas mínimo lo que tardamos.
Además de Mi casa es la tuya, ¿qué otros proyectos tiene entre manos?
Aparte de esto, sigo haciendo gira hasta diciembre. Luego haré una cosa nueva, que es una gira grande que se llama 'Colegas'; iremos a hacerla tres o cuatro cantantes juntos, todos conocidos y completamente dispares entre nosotros, entre ellos por ejemplo Antonio Carmona.
Antonio y yo estamos cerrando la gira buscando a dos más. Muchos nos han dicho que sí y estamos viendo cómo cuadramos y vamos a empezar a trabajar ya desde enero.
Por otra aparte, también estamos preparando las grabaciones que quedan de Mi casa es la tuya; se han grabado 5-6 programas y faltan otros 5-6 más. Seguramente rodaremos esta Navidad. Luego estamos preparando otro programa muy divertido completamente distinto a Mi casa es la tuya; para reírnos y nada más.
