Crítica y entrevista

Carlos Maldonado tira de 'Raíces': “No solo soy una imagen, no soy un animal televisivo. Yo soy cocinero”

Carlos Maldonado

Lucía Ortega

Cuando MasterChef era un programa que todavía asentaba su éxito en España, apareció el que probablemente es el concursante más relevante de las nueve ediciones que a día de hoy se han hecho en España. Carlos Maldonado, ganador de la tercera temporada del talent culinario, es uno de los símbolos que el programa de RTVE mantiene como oro en paño.

El cocinero comenzó a abrirse camino en el mundo de la gastronomía por ganar el talent televisivo en 2015, pero también en los corazones de los espectadores por su humildad, honestidad y por recordarnos a aquel gamberro amigo o vecino que tiene un gran talento del que parece no ser consciente.

Y cinco años después de su victoria en el programa, consiguió su primera estrella Michelín con su restaurante Raíces, convirtiéndose en el único concursante de MasterChef en todo el mundo en haberla alcanzado. Raíces es el nombre de varios de sus proyectos, el de su negocio, y también el de su fundación, creada para la inserción social. Y ahora, se ha convertido en el título de su documental.

Por el estreno de este último proyecto televisivo este miércoles 23 de febrero, en verTele hemos podido hablar con Carlos Maldonado sobre su experiencia vital, la forma de hacerse eco de los cambios en su entorno y su relación con la cocina, la cual cuenta al milímetro en Raíces.

“El río y la casa de mis padres es el hilo conductor de la felicidad”, dice el chef en una de sus primeras intervenciones en el documental. Y es precisamente en esto en lo que se basa su trayectoria, en nunca olvidar el origen y reflejarlo en la profesión. De ahí su nombre, Raíces, que lo acompaña en su vida.

A través de un recorrido de 75 minutos, el ganador de MasterChef acerca al espectador en este documental a su día a día en Talavera de la Reina, con su familia, su negocio y sus recuerdos. Después de una propuesta por parte de su ya conocida productora y un “pues a por ello” que la acompañó, Maldonado trabajó en “algo sincero y bonito” como es Raíces.

Se trata del recorrido de ese “pieza” perdido que acabó encontrando un sitio en el que realizarse y sentirse cómodo. Y sobre todo, hacer sentir así a los demás con su presencia en televisión, su comida y el reflejo de su vida en este último trabajo.

Entre reuniones familiares, trabajillos con su padre y su trabajo diario en el restaurante, el documental Raíces relata una vida humilde y afamada a la vez sin moverse apenas del municipio toledano. Con una gran cantidad de testimonios que narran sus momentos más señalados y crean las piezas del puzle de la vida del chef, se crea una producción que funciona como reflejo de la esencia de Carlos Maldonado.

“No hay nada más rompedor y desequilibrado que una vida”

“Carlos vivió siempre todo con mucha intensidad. Era un crío muy intenso y sigue siendo un tío muy intenso”, clarifica su padre en Raíces. Una característica presente en cada una de las cosas que hace. Y el documental no iba a ser menos, “esa historia que todos tenemos, esas cosas que nos pasan a lo largo de un camino”.

Con una emoción clara en su voz, el chef destaca que la narración audiovisual de su propia historia -con la que se siente muy indentificado, bromea- muestra una vida como cualquier otra, “llena de tropiezos y aciertos” y defiende sobre ello que “no hay nada más rompedor y desequilibrado que una vida día a día, de cualquier persona que te encuentres por el camino”.

Y eso es lo que se puede ver en Raíces con la sencillez nada impostada de Carlos Maldonado y la de su entorno, sin caer en el tópico común en este tipo de producciones de ensalzar al chef casi a niveles de un dios. “Uno está donde está porque la gente lo pone ahí, e igual que te suben, te bajan”, nos asegura el protagonista de Raíces.

“'MasterChef' te da alas, pero no te enseña a volar”

Y entonces retrocedemos a MasterChef, cuando “el chaval ya estaba moderado, buscando un camino y un trabajo estable en el que se sintiese cómodo”. En el documental se ve cómo su familia fue la que le impulsó a presentarse al talent al ver su interés incipiente por la cocina. “Allí dentro, esa tensión que se respira entre fogones, me hacía sentir a gusto”, rememora el chef en la conversación.

El joven de Talavera de la Reina, como se puede ver en Raíces, probó muchas cosas antes de sumergirse en la cocina, y si no le gustaba, los trabajos le duraban “3 ó 5 meses”. “La venta ambulante me encantaba, pero no había futuro”, recuerda.

Eso sí: tanto en la entrevista, como en el documental y en otras intervenciones, Carlos Maldonado es claro con el papel de Masterchef en su trayectoria profesional: le debe las alas, pero no el aprender a volar. Cambiando su tono risueño a uno más serio, nos asegura que “todo se ve muy sencillo y aquí nadie regala nada”.

Aunque popularmente se reconoce el mérito de llegar tan lejos en el mundo de la cocina, lo cierto es el que el talent culinario crea una burbuja de realidad para el espectador que él no se cansa de desmentir: “A base de quemaduras y tropezones te haces cocinero”. Aunque MasterChef le “dio visibilidad y todos los medios para poder llegar, o poder llegar a ser conocido”, poco a poco ha creado su camino.

Por esta misma línea, resalta la presión mediática por “la dificultad de que estás en vista de todos, tienen la mirada puesta en ti muchísimas personas porque has salido en la tele”. Algo que cataloga de maravilloso, pero que no siempre ha sido favorecedor. Una realidad que muestra su mujer en el documental, hablando de la inseguridad en sí mismo sobre si de verdad sabe cocinar o es todo producto de la televisión.

Eso sí, reivindica del concurso de TVE que “es un formato que sí tú quieres y tienes los pies en la tierra puedes llegar a donde quieras gracias a él. Dignifica una profesión y ayuda a avanzar en ella, y a personas que no encuentran su camino a encontrarlo”.

“No solo soy una imagen”

Sobre haber ganado la estrella Michelín, el chef desliga el talent culinario de ese éxito como el único factor. Sin embargo, señala que el formato creó los cimientos para alcanzarla al hacerle “conocer lo que era la cocina, en qué se basaba, y la amplitud de miras que tiene”, a través de “dignificar” una profesión.

A los que piensan que eres el mejor, se lo agradeces mogollón, pero hay que ser realistas: no soy el mejor

Carlos Maldonado

“Me abrió los ojos y la mente, y creo que entonces gran culpa de la estrella la tiene MasterChef”, comenta para redirigir el papel del concurso que muchos asignan directamente a sus logros. “La mayoría de la parte que no conoce lo que es estar en cocinas y la hostelería, te considera el mejor. Hostia, ¡seamos realistas!”, insiste.

Y de nuevo aparece su modestia, quitándose de encima el foco que le alumbra y hablando de la situación en general: “Hay grandísimos chefs y personas que llevan haciendo muchísimo por la hostelería, cuarenta, cincuenta, sesenta años y nunca se ha posado la mirada en ellos”.

Precisamente en esta situación dentro del sector es donde muestra que MasterChef no es tan positivo para todos los sectores de la población. “Que venga un niñato desde un programa que lo corona como el mejor cocinero, pues dices: 'Hostias, esto es mentira. Este chavalito es tonto, este es una imagen'”, asegura el chef, quien insiste en que “la mayoría de la parte profesional piensa eso”.

Carlos Maldonado es claro con lo que proyecta en la parte profesional y en la pública: “No solo soy una imagen, porque a largo o medio plazo te voy a demostrar que tengo los cojones suficientes y el valor suficiente para montar un restaurante, para sacarlo adelante y para hacerme un cocinero. Y a los que piensan que eres el mejor, se lo agradeces mogollón, pero hay que ser realistas: no soy el mejor”, aclara, quitándose esa presión de encima.

“Me encanta seguir siendo el niñato”

Con una estrella Michelín a sus espaldas y con un camino bastante avanzado pero que “se sigue recorriendo”, asegura entre risas que le encantar seguir “siendo el niñato”. En su documental Raíces se muestra la otra parte de “ser el de MasterChefcon los propios clientes de su restaurante, algo que cataloga de “muy bonito”. La foto forma parte de la experiencia gastronómica, algo de lo que no reniega y siempre reconoce.

Pese a lo que genera el mundo de la alta cocina e incluso pese a haber salido de un programa de televisión, Carlos Maldonado tiene muy claro cómo se debe llevar ese “éxito efímero de la imagen que tienes”, especialmente por el “boom de Masterchef”. “Hay que tener una mente muy estable, hay que tener los pies en la tierra, para que no te perturbe todo el éxito”, incide.

“Es televisión, y necesitamos espectáculo”

El chef se siente “eternamente agradecido a MasterChef” aunque explique todas las caras de esa moneda televisiva. Por supuesto, tal y como muestra el documental, “ese encantador de serpientes” es lo que enamoró en el casting del talent, y Maldonado sabía bien su papel en el concurso. Por ello, está totalmente de acuerdo con el espectáculo en la cocina, tanto en la televisión como en la hostelería.

“Si te ponen un programa de tres horas dedicado a la cocina, tendrá que haber algo de chichita”, defiende el ganador de MasterChef 3. El chef tiene claro que “es televisión, y necesitamos espectáculo”, pero no por ello se triunfa de cualquier manera dentro del formato: “Si tú vas de primeras queriendo ser un showman y quieres salir en la tele de cualquier modo, pues no es un programa para ello. Es un programa que forma, que crea y que te hace entender”.

Mi profesión es ser cocinero. No soy actor, no soy presentador... Yo soy cocinero

Carlos Maldonado

MasterChef sigue muy ligado a la vida de Carlos Maldonado, y así lo refleja esta producción, que rememora señalados momentos de su paso por el concurso. Además, rescata que su boda fue una de las pruebas del programa, lo que, desde algo parecido a la timidez, cataloga de “muy bonito” porque MasterChef “formara parte del cambio de vida”.

“El gamberrismo en el restaurante expresa otra cosa”

Ese gamberrismo que le ha hecho reconocido en los hogares españoles es algo real pero con diferentes matices según el espacio que ocupe. “Creo que el gamberrismo, el toque este chulote o grotesco que puede tener Maldonado, que se le veía en la tele, en el restaurante expresa una cosa totalmente diferente”, define sobre sí mismo, poniendo el foco sobre su premiado negocio.

Independientemente de mostrarse siempre tal y como es, Carlos Maldonado defiende así que su verdadera esencia se ve a través de su restaurante, donde por necesitar ser él mismo, se expuso sobre un lienzo vacío (su propia vajilla artesanal). “Expresar lo que somos a través de la cocina que poco a poco fue tomando forma”, explica con efusivididad, un propósito logrado al mostrar esa historia “a través de los platos”.

Tal y como se ve en el documental con cada uno de los pasos que dio en sus negocios, Maldonado pone por delante la sinceridad pese a no llegar a gustar a todo el mundo con su comida: “Es sincera porque nosotros plasmamos lo que somos, y no está creada para gustar. Nosotros no gustamos al 100% de las personas, si no algo mal estaríamos haciendo”.

Le encanta la televisión y aparecer en ella, como hizo después del talent en Cocineros al volante y Cena con mamá, pero sigue pasando “10 horas diarias en la cocina” y sigue “trabajando día a día”, porque lo que le gusta son los fogones. No cierra las puertas a la pequeña pantalla: “Lógicamente voy a responder con total gratitud, fuerza y energía a cualquier evento audiovisual, porque yo vengo de ahí y lo voy a hacer, y voy a luchar por seguir ahí”.

“Me encantaría estar siempre ligado a la televisión, pero no soy un animal televisivo hoy por hoy”, asegura, y deja clara su posición en el presente: “Mi profesión es ser cocinero. No soy actor, no soy presentador... Yo soy cocinero”. Eso sí, no descarta otros proyectos de naturaleza televisiva.

Y teniendo muy claro que la cocina es su presente, pero que nunca se sabe por dónde le llevará el camino futuro que continúa recorriendo, el documental Raíces cierra habiendo enseñado un poco más a ese chico cercano que, después de encontrar su sitio, continúa luchando por mantenerlo a partir de una oportunidad televisiva.

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