Dmax prepara un documental sobre el narcotraficante gallego Laureano Oubiña
La intensa vida de Laureano Oubiña tendrá su reflejo en el documental Yo fui un narco prepara en colaboración con Unicorn Content. Natural de Cambados (Pontevedra), a los 17 años Oubiña vivió junto a su tío su primera detención por tráfico de gasoil. Fue el incipiente acercamiento al negocio ilegal del tráfico de drogas del que ha terminado por convertirse en uno de los narcotraficantes más poderosos de España y que en la actualidad se encuentra en libertad condicional, informa la cadena en una nota.
Este nuevo proyecto documental contará con la figura de Laureano Oubiña como eje central, pero siempre bajo la narración de la vida del conocido narcotraficante. El proyecto incluirá declaraciones del propio Oubiña pero también el testimonio de expertos y personas relacionadas con su caso durante sus años más prolíferos en el negocio del tráfico de drogas así como en sus momentos más críticos como los vividos durante sus numerosas detenciones, juicios, huidas, condenas y pasos por la cárcel.
Yo fui un narco abarcará desde la primera condena de Oubiña en 1978 por un delito de cohecho, pasando por su detención en 1990 en el marco de la relevante Operación Nécora liderada por el juez Baltasar Garzón contra el narcotráfico en Galicia, hasta sus últimos delitos en el ámbito del blanqueamiento de capitales.
El programa que estrenará Dmax en próximas fechas busca seguir la objetiva línea documental iniciada por el canal en este ámbito con Yo fui un asesino, que narraba el crimen acontecido por José Rabadán, un joven murciano de 16 años que mató a sangre fría a sus padres y su hermana con una catana.
Oubiña amenazó con emprender acciones legales por Fariña
El documental sigue la estela de la serie Fariña, la ficción de Antena 3 que abordaba la cuestión del narcotráfico en Galicia, con notable éxito, molestó a algunos de los retratados como en el propio Oubiña.
El narco, quien en la serie era encarnado por el actor Carlos Blanco, amenazó entonces con emprender acciones legales contra la misma a raíz de una escena de sexo que el personaje que le da vida mantenía con su mujer, Esther Lago, ya fallecida, en el primer episodio.
Concretamente, Oubiña tenía pensado enviar requerimientos a Bambú, la productora encargada de llevar a efecto la serie. En estos, se ponía en antecedentes a la empresa de las posibles consecuencias acerca de la “vulneración de estos derechos”, como la petición de una indemnización por daños a la propia imagen de Oubiña. En este sentido, fuentes cercanas a este indicaron que se encontraba “muy afectado por las imágenes que salían”.
