A punto de cumplirse cinco años del estallido de la pandemia del coronavirus en España, El Intermedio decidió este martes poner el foco en las 7.291 personas que murieron en las residencias de la Comunidad de Madrid. En un reportaje, Andrea Ropero entrevistó a algunos de los familiares de las víctimas que aún siguen confiando en que la Justicia investigue los llamados 'protocolos de la vergüenza' que ejecutó durante aquellos meses el gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
Uno de ellos fue Manuel Navarro, cuya madre murió en la residencia de mayores de Parla. Según explicó, tenía 83 años y ningún motivo recogido en aquellos protocolos para que no fuera trasladada al hospital: “Era muy independiente, se vestía sola, sacaba todo sola, entraba y salía de la residencia cuando quería, era totalmente autónoma”, relató el hombre ante las cámaras de laSexta.
Acto seguido, denunció la falta de información que hubo esos días por parte de la residencia: “Mi madre se puso mala un sábado, el lunes me llaman que estaba muy bien y por la noche me dicen de repente que se estaba muriendo”, señaló, recordando cómo le negaron la petición de que la derivaran a un centro hospitalario: “No me dijo claramente que se lo habían prohibido, pero me lo dejó entrever”.
Navarro expresó que aún le está “haciendo polvo” no saber el motivo por el que no se llevó a su madre a un hospital, pese a que no tenía ninguna patología: “En los protocolos de la vergüenza hablaban de grado 3, ella no estaba ni en grado 3 ni 2, ella entraba y salía”, añadió. “Cortaron por lo sano, dijeron: 'De residencias no se traslada a nadie, salvo que tuviesen sanidad privada'”, denunció en El Intermedio.
Preguntado por Isabel Díaz Ayuso y su polémica frase de que los ancianos “se iban a morir igual”, el entrevistado recordó que “ni ha pedido perdón aún a los familiares, ni ella ni su partido político”: “Lo que más duele es que no reconocen lo que han hecho, la mala gestión y negar la sanidad a nuestros mayores, las residencias no estaban medicalizadas y no tenían medios”.
Sobre la denuncia conjunta por discriminación presentada por los familiares, Navarro afirma que tiene “pocas” esperanzas de que prospere: “Lucharé hasta el final por mi madre. Cualquier madre o padre no puede tener ese final y no puede morir de esa manera. Nadie es quien para negarles esa sanidad y ese derecho a la sanidad que tenemos todos y viene en la Constitución. No puedo entender que hayan pasado cinco años y siguen impunes. Poca esperanzas tengo”, lamentó.
El mensaje de una víctima a Ayuso: “Imagine que sean sus padres”
Andrea Ropero charló también con Isabel Gallardo, cuya madre también falleció durante la pandemia en la Gran Residencia de Carabanchel. La entrevistada aseguró que vio a su madre por última vez el día 8 de marzo por la mañana: “Por la tarde no nos dejaron entrar y ya no la volví a ver más. Tenía alzheimer y la tarde anterior fui a verla, le di su merienda, me la llevé a la cafetería y la puse a pintar hasta las 8 que la dejaba para que la llevaran a cenar”, empezó relatando.
Gallardo procedió entonces a explicar le motivo que le dieron en la residencia para no trasladarla a un hospital: “Le dijeron a mi hija que si la mandaban al hospital, nos la van a devolver y van a hacer lo mismo que nosotros aquí: nada”. Según su testimonio, su hija es auxiliar de enfermería y se ofreció trabajar en esa residencia para, una vez allí, poder acompañar a su abuela durante sus últimas horas de vida. “Esa es la suerte que yo he tenido”, declaró la mujer. “Para mí fue muy duro, porque pensaba que la había abandonado”, dijo emocionada.
Ropero le preguntó entonces por esa demanda colectiva presentada por ella y otras 108 personas por la muerte de 115 personas en residencias. Gallardo reconoció que la fiscal “tuvo mucha empatía” durante su declaración. “No sé si mi madre se hubiera salvado, porque lo mismo que hubo gente con 100 años que fue al hospital y se salvó, hubo otros con 40 años que no”, reflexionó.
Finalmente, sobre aquel “se iban a morir igual” de Isabel Díaz Ayuso, Gallardo respondió enviándole un mensaje a la líder del Partido Popular en Madrid: “Le pediría que se pusiera en la piel, que fueran ellos sus padres, y que alguien le dijese lo mismo, 'se van a morir igual', a ver qué hacía”, sentenció.