Entrevista

Carlos Sobera: “Si pretendemos estar a la altura de 'Pasapalabra' tenemos que hacerlo muy bien y tener paciencia”

Carlos Sobera, en el plató de 'El precio justo'

Pedro Zárate

Si Carlos Sobera fuese un programa de televisión, bien podría ser El precio justo. Al fin y al cabo, ambos han pasado por las tres grandes cadenas de nuestro país, son un clásico de la pequeña pantalla y, sobre todo, cuentan con el cariño general del público. “Y te diría que tenemos casi la misma edad, porque El precio justo me saca cuatro años”, apunta el presentador a Vertele sobre su nueva aventura dentro de Telecinco.

Mediaset ha confiado en el bilbaíno para presentar la nueva etapa del mítico concurso, que debutará en la noche de este lunes (22:50h) antes de comenzar su emisión diaria. A priori, para verse las caras a última hora de la tarde contra Pasapalabra. “Si pretendemos estar a su altura tenemos que hacerlo muy bien y tener paciencia”, afirma el conductor sobre su posible rival.

Por ahora, lo único seguro es que Carlos Sobera saldrá en cada emisión de El precio justo a entonar con entusiasmo ese mítico “¡A jugar!” que popularizó Joaquín Prat décadas atrás: “Cuando lo hice por primera vez sentí una emoción especial. Me pareció un momento en el que el ayer y el hoy de la televisión se unían”, reconoce.

Aunque para emoción, la que también siente por la próxima edición de Supervivientes: “Creo que es un casting compensado y que esta edición va a dar mucho de qué hablar”.

Compartes con 'El precio justo' que ambos habéis pasado por las tres grandes cadenas del país y que contáis con el cariño del público. Parecía casi inevitable que vuestros caminos se cruzaran si el programa volvía a la parrilla.

No lo había pensado así, pero es verdad que El precio justo y yo hemos pasado por las tres grandes cadenas. Reconozco que la gente me quiere, lo siento así, y me siento muy privilegiado por ello. Y te diría que tenemos casi la misma edad, porque El precio justo me saca cuatro años. La verdad es que me parece un formato mítico maravilloso, así que no tuve ninguna duda cuando me ofrecieron presentarlo. Además, me parecía necesario para completar mi carrera de presentador.

Las primeras emisiones de 'El precio justo' se remontan a 1956. Que siga emitiéndose a nivel mundial tantos años después se debe, imagino, a basarse en algo tan cotidiano e imperecedero como poner precio a las cosas.

Esa es una clave, sin duda, porque todos nos preguntamos el precio de las cosas cada vez que vamos al mercado, miramos un piso o queremos comprar un coche. Jugar con esto ya es un acierto, pero otra clave del éxito del programa es que El precio justo te pide intuición y sentido común. Además, es muy democrático y parece que te abraza en todo momento. No te pide un máster, como parece que te piden ahora algunos concursos.

Al hilo de esto último que comentas, ¿crees que la dificultad que plantean algunos concursos de televisión es consecuencia de mirar con recelo la sencillez?

Sí, sin duda. A principios de los 90 empezaron a llegar concursos muy complejos y de pruebas muy enrevesadas. Entonces, surgió un formato como ¿Quién quiere ser millonario? que era de preguntas y respuestas. Y de lo sencillo que era, acabó ganándose al público. Ojalá pase lo mismo ahora con El precio justo, porque la sencillez es una norma básico para todo. Para las propias normas del concurso, los juegos, el jugador, etc.

Precisamente sencillez es una de las palabras que mejor definen lo que es El precio justo ahora mismo. Y creo que la sencillez es un valor de referencia que no podemos obviar. Para todo en la vida, cuando eres sencillo tienes más opciones de llegar a la gente.

Aparentemente sencilla también es la mítica coletilla del programa, “¡A jugar!”, que pediste recuperarla en esta nueva etapa como homenaje a''El precio justo' clásico y a su presentador, Joaquín Prat. ¿Cómo fue la primera vez que la dijiste en plató? ¿Algo tan sencillo, a priori, se ensaya previamente?

Cuando hago teatro soy de ensayar mucho porque creo que es necesario, pero cuando hago televisión, que no estoy metido en ningún personaje, tengo que ser yo mismo y mostrarme tal y como soy como mis virtudes, mis defectos y mis limitaciones. Esto es lo mejor que puedes hacer para enfrentarte al público, por eso creo que hay que dejar que las cosas fluyan.

Y en este caso lo he llevado con mucha naturalidad. Desde el primer día de grabación empecé con el “¡a jugar!”, haciendo además el mismo gesto que Joaquín Prat. Y lo hemos mantenido porque él se lo merece y también la propia historia de El precio justo, que es maravillosa. Cuando lo hice por primera vez sentí una emoción especial. Me pareció un momento en el que el ayer y el hoy de la televisión se unían, y me sentí especial en ese momento, lo reconozco. Fue una sensación muy buena.

Aunque todavía no está confirmado que vaya a ser así, todo apunta a que 'El precio justo' competirá cada tarde contra 'Pasapalabra'. ¿La clave para superar a un rival tan potente pasa por tener paciencia?

Las opciones para superar a cualquier rival siempre pasan por la paciencia. Esto es ley de la televisión. Además, es una ley que no se puede vulnerar en ningún momento. La impaciencia solo produce malos resultados. Uno de mis jefes en Telecinco suele decir una frase que me gusta mucho: “Ahora que vas con urgencia, lo mejor es esperar”. Y yo pienso lo mismo, lo urgente nos hace distraernos de lo esencial. Y lo esencial a veces es esperar y tener paciencia.

Yo no sé si iremos o no contra Pasapalabra, pero es un gran programa que está en un gran momento. Si pretendemos luchar, ser un digno rival y estar a la altura de Pasapalabra, no digo ganarle, sino ser una opción de interés para el público, tenemos que hacerlo muy bien y tener paciencia.

'El precio justo' regresa en un momento en el que actualmente también se emite uno de los formatos clave de tu carrera, '¿Quién quiere ser millonario?' ¿Cómo ves el programa en esta nueva etapa en Antena 3?

Creo que lo hacen fantásticamente bien. Además, su director es el mismo que ahora está conmigo en El precio justo, Elías Segovia. Todos han hecho un trabajo fantástico, pero yo, que he hecho más de 1000 programas de ¿Quién quiere ser millonario?, tengo la sensación de que El precio justo se adapta mejor al tiempo actual que El Millonario.

El Millonario se me hace un poco lento, creo que es un programa que va despacito. En cambio, El precio justo lleva un ritmo más álgido, dinámico y apropiado para los tiempos que corren. Aun así, El Millonario es un formato maravilloso y Juanra Bonet, con su trabajo, no permite que nadie se acuerde de mí, así que está fantástico en ese sentido. Además, confieso que tengo un poco de morriña y nostalgia cuando lo veo.

Con 'El Millonario' empezaste a convertirte en el rey de los concursos de nuestra televisión. Sin embargo, desde que dejaste Atresmedia y volviste a Mediaset en 2016, lo que menos has presentado han sido concursos. ¿Cómo valoras esta etapa a nivel profesional?

Estoy encantado de la vida. El trabajo en mi anterior etapa era un poco sota, caballo y rey. De hecho, uno de los grandes alicientes para fichar por Mediaset fue que me incorporaba a un dating como First Dates, un género que yo nunca había hecho y que me permitía, además, tener un contacto directo con gente de la calle. Además, First Dates me convenció porque con él iniciaba una carrera nueva, me reinventaba y me daba la oportunidad de aprender muchas cosas nuevas. Y así ha sido.

A todo esto, Mediaset tiene la política de ofrecer a sus comunicadores formatos variados. De ahí que mi enriquecimiento profesional haya sido exponencial. He podido hacer realities, First Dates, un programa de testimonios como Volverte a ver que me exige un registro distinto... La etapa está siendo maravillosa, por eso no me importaba volver a presentar un concurso. Más allá de que El precio justo es un formato que se lo merece, porque estoy viviendo una etapa de tantos programas diferentes que hacer un concurso además de lo que ya estoy haciendo, no me parece poco atractivo sino extraordinariamente alentador. Es como poner la guinda del pastel.

Dices que el trabajo de tu anterior etapa era sota, caballo y rey. ¿Llegaste a cansarte de presentar concursos?

Yo nunca me canso de los concursos porque tienen dos cosas muy buenas. Por un lado, contacto directo con el público de la calle, que es lo que más valoro por encima de cualquier otra cosa. Y por el otro, el elemento lúdico de jugar, con todo lo que implica jugar a algo. Pero lo que pasó en mi anterior etapa es que no tenía posibilidad de hacer otros formatos como realities o datings. Mediaset tiene mucha variedad de géneros y eso hace que no tengas la sensación de que estás haciendo siempre lo mismo, sino que tienes la sensación de que estás variando. Y eso solamente lo he tenido en esta casa, tengo que decirlo así.

Si contamos la próxima grabación de 'First Dates: Crucero', vas a terminar la temporada habiendo presentado seis programas diferentes: 'Volverte a ver', 'El debate de las tentaciones 2', 'First Dates', 'Supervivientes: Tierra de Nadie', 'El precio justo' y el mencionado 'First Dates: Crucero'. ¿Eres consciente de lo que significa esta cifra?

Nunca había pensado que eran seis programas en una temporada, pero solo puedo decir que soy un privilegiado. Un profesional del medio lo que quiere es hacer formatos muy diferentes. Primero, porque te enriquece mucho desde el punto de vista profesional. Segundo, porque no te aburres nunca. Tercero, porque te saca de tu zona de confort y siempre tienes un reto diferente por afrontar que te mantiene vivo. Pero además te permite conocer equipos de directores, productores, redactores y guionistas muy diferentes. Y esta es una de las cosas más bonitas que te puede dar la televisión, porque además te lo llevas como bagaje personal.

Con su victoria en marzo, Telecinco lleva 31 meses seguidos siendo la cadena más vista de España. ¿Qué crees que hace bien Telecinco para encadenar esta racha?

Creo que Telecinco le coge muy bien el pulso al público español. Además, presenta una oferta muy variada de producir. A veces se dice que Telecinco es solo Sálvame, y no es así. Sálvame lo hace muy bien, pero Telecinco son muchas más cosas. Tienen realities que marcan tendencia, productos como Got Talent y Idol Kids, concursos como fue en su momento Pasapalabra y ahora puede ser El precio justo, programas de investigación... Además, sabe adecuarse muy bien a la necesidad y al gusto del público. Y ahí está el resultado, la gente está claramente con Telecinco y le gusta Telecinco.

De hecho, saliste en defensa de Telecinco en una emisión de 'El debate de las tentaciones 2', donde dijiste que era una cadena que fomentaba el entendimiento

Creo que sí. Telecinco es muy buena televisión y tiene muchos programas donde la gente de la calle es protagonista. En programas como Supervivientes o Gran Hermano tienes la oportunidad de reunir a gente muy diversa para que hablen y se entiendan. Telecinco me parece una televisión muy democrática, abierta a mucho público, a mucha gente diferente y a mucho pensamiento distinto. Es la más plural, la más libre y la más posibilitadora de entendimiento. Y esto, de alguna manera, impregna toda la filosofía de la cadena y todos los programas que hace.

Por último, ¿cómo valoras el casting de 'Supervivientes 2021'? ¿Peca de ser casi exclusivo para fans de Telecinco?

Bueno, si fuera así, como Telecinco es la principal cadena del país y la que más se sigue, te diría que todos conocen a los participantes de esta edición. Pero, en cualquier caso, los perfiles están muy bien porque son muy diversos, dan cabida a diferentes personalidades y contemplan distintos perfiles profesionales. Creo que es un casting compensado y que esta edición va a dar mucho de qué hablar. Además, Supervivientes tiene una cosa extraordinaria: saca lo mejor de los que van a la isla. Y eso es muy bueno.

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