Elena Sánchez y Pablo Carbonell conforman la extraña pareja a los mandos de Sánchez y Carbonell, la nueva etapa del formato que naciera hace más de 6 años con Torres y Reyes en La 2. Cada jueves, durante noventa minutos (de 23:00 a 0:30 horas), ambos ejercerán de maestros de ceremonias de este “circo”, como ha tenido a bien en llamarlo su responsable, Santiago Tabernero, donde convergen la música, la literatura, la danza y el arte de vanguardia.
“Estamos intentando encontrar cuál es nuestra confluencia para fabricar un programa dinámico donde no tropecemos en el plató, sino que fluyamos en la misma dirección”, apunta el polifacético artista, que se congratula de los avances a ese respecto: “Nos estamos encontrando a una velocidad de crucero fascinante. Parece que llevemos un año trabajando”.
Su partenaire en TVE se muestra entusiasmada por la dupla que forman y por lo que ha descubierto del líder de Toreros Muertos. “Tiene algo que da buen rollo. Eres un tío divertido, pero eres tierno, talentoso, cantas y haces reír. Sabía que me iba a llevar bien”, confiesa.
Ella cambia de tercio después de haber pasado los últimos cinco años muy centrada en lo cinematográfico, como conductora de Días de cine, sin olvidar su rol como moderadora de Historia de nuestro cine (donde continúa cada viernes). “Lo bueno de este programa es que se va a ver la realidad, la gente piensa que Carbonell estás un poco loco y estás más cuerdo de lo que la gente cree”, dice, y este concuerda: “Y ella, que parece normal, es más borrica que yo”. De hecho, Carbonell ve reflejadas en ella las mismas virtudes que le asignaba: “Tú tienes todo eso y lo vas a poder mostrar cuando dejes de hacer programas de cine, porque hablas con gente que parece que está de entierro”, bromea. “Vais a conocer a una Elena Sánchez nueva”.
El otrora reportero de Caiga quien caiga, a quien vimos recientemente participando en Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition, retorna con este show a Televisión Española, cadena que ha alojado algunas de sus experiencia televisivas más recordadas, La bola de cristal a mediados de los ochenta, y El peor programa de la semana, en 1993. “Mi primera reacción [cuando le ofrecieron presentar este nuevo espacio] fue, 'joroba, qué bien lo debí hacer que han tardado veinte años en llamarme de nuevo en TVE”, ríe. Bromas aparte, esta experiencia le resulta fascinante, porque, a su juicio “Sánchez y Carbonell tiene algo de El peor programa de la semana y de La bola de cristal”, asegura.
Lo importante, continúan, es encontrar el “intringulis” que tiene un programa en directo como este: “Dura una hora y media en la que se pueden contar muchas cosas, pero hay que estructurarlo bien. No nos vamos a obsesionar, pero hay tantas cosas que contar que tenemos que medirnos”, medita Sánchez. Carbonell apostilla: “Y que los invitados se sientan muy cómodos, y que los conceptos que vayamos planteando les vayan regocijando cada vez más”. A ello, ayudará el plató construido en Prado del Rey, “un regalo de Reyes” que demuestra para ambos la confianza de la corporación en la propuesta. “Han puesto una fe tan grande que no podemos decepcionarles ni a nuestros jefes ni a los telespectadores”.
Sánchez y Carbonell llega este jueves 16 con la premisa de suponer una alternativa a contenidos puramente mainstream. Entre sus primeros invitados, destacan el violinista Ara Malikian, el escritor Juan Gómez Jurado o el multicampeón nacional e internacional de slam poetry Dani Orviz. Contenidos diversos que su presentadora recomienda “a la gente que tiene inquietudes y quiere aprender, a la que le gusta la televisión de verdad”. “A la que le guste otro tipo de televisión de mentira e impostura, que no lo vea”.
Sin embargo, su compañero sorprende: “Yo se lo recomendaría a todos los que ella no ha dicho”, o en otras palabras, “a todos los alcornoques humanos que nos rodean”. Ver este programa, considera, puede servir para que “aprendan a disfrutar de la vida sin fijarse en los demás, y a crear su propio espacio imaginativo. Que se cultiven”.