Crítica 'Ella es tu padre': Esperábamos 'Transparent' y nos trajeron a la Sra. Doubtfire
Telecinco estrenó ayer 'Ella es tu padre su nueva apuesta de ficción cómica para las noches de los lunes. Sí, aunque a algunos les sorprenda el adjetivo, es “nueva”.
Si en 1993 Robin Williams fascinaba a los espectadores de cine convirtiéndose en la Sra. Doubtfire y haciéndonos reír con las situaciones que le acontecían, 24 años después nuestra pequeña pantalla ha apostado por hacer la versión española adaptada a la televisión.
No pasa nada, solo son dos décadas de retraso... ¿eso quiere decir que hasta 2041 no llegará 'Transparent' a España?
No me malinterpretéis, no quiero que españolicen cada éxito cinéfilo o televisivo (Truman nos guarde), pero si ayer en el FesTVal de Vitoria Toni Sevilla - director de Contenidos, Canales y Producción de Programas de TVE- hacía autocrítica asegurando que uno de sus errores en ficción era “estar alejados de lo que la sociedad estaba pidiendo”, pensaba que Telecinco eso ya lo había aprendido.
La cadena de Paolo Vasile nos sorprendía hace pocos años con problemáticas tan presentes como la de 'El Príncipe e incluso tratando el tema trans de forma cómica en 'La que se avecina', pero 'Ella es tu padre', desde luego, es un paso atrás.
¿Cuál es su aportación?, ¿qué debatimos en casa?, ¿por qué la tengo que ver antes que a cualquier otra? Sí, esta se puede ver con toda la familia y reírnos, pero ¿de verdad nos reímos todos?
Hemos superado con creces a aquella sociedad de la Sra. Doubtfire que se tronchaba al ver la rapidez de caracterización de un actor convertido en actriz. Ahora eso ni nos asombra, ni nos basta. Ahora le pedimos mucho más a las series: que nos dejen polemizar después de haberlas visto, que nos remuevan algo interior, que no seamos los mismos que empezamos a verla.
Sí, también se lo pedimos a la comedia que tanto ha crecido en nuestro país.
Por ello, a la ya tradicional fórmula de familia con padres divorciados, hijos víctimas de sus sueños frustrados, con sus problemáticas educativas y líos amorosos se le podía sumar un padre que quiere cambiar de sexo. El ingrediente novedoso, el reflejo de nuestra sociedad, la valentía que hace avanzar a nuestra ficción. No era tanto pedir.
