Un nostálgico franquista espanta a su cita en First dates

Maribel y Pepe acudieron al restaurante de 'First Dates' para encontrar el amor con 66 y 69 años. Nada más empezar, la jubilada dijo que le gustaban los hombres que “no sean ni machistas ni posesivos ni celosos”, algo que el programa no cumplió con su cita.

Nada más verle, Maribel confesó que físicamente no le gustaba, “no es mi prototipo”. “Me gustan las mujeres más macizotas, con un poco más de carne que ésta está en los huesos”, confesaba Pepe por su parte.

“Una buena mesa, un sitio acogedor, una buena copa de vino y una conversación interesante para mí es como una masturbación, me quedo igual, parece que he hecho el amor”, confesaba el empresario a lo que la jubilada se quedaba horrorizada afirmando a las cámaras que no había querido ni contestar, “voy restando”.

“No sé qué hacer, si morirme ahora o luego, ¿qué hago?”, se reía nerviosa Maribel, a lo que Pepe pedía pan a Lidia. “¡Qué gusto tenerte aquí!”, confesaba la camarera. “Es simpatiquísima y tiene un cuerpazo de película. Ya quisiera la Guardia Civil tener ese cuerpo”, le decía el empresario a su cita.

La Guardia Civil inicia sus discrepancias ideológicas

Aquí la cita se puso tensa al confesar la madrileña que la Guardia Civil había hecho “estragos” en su época. “Habrá hecho cosas buenas y habrá hecho cosas malas”, se defendía él, confesando que era de “derechas a mucha honra”.

“Yo he vivido con Franco 40 años y he vivido muy bien, todo dictador tiene cosas buenas y cosas malas”, afirmaba. “Franco tenía cosas malas sobretodo para los que perdieron la guerra, pero también tenía cosas buenas”, concluía.

“Con las personas de derechas yo no encajo, y este debe ser un derechoso que te mueres. Le he visto y he pensado que debía ser un carcamal”, confesaba la jubilada madrileña.

Cuando Lidia se acercó a darles la cuenta, les propuso ir a bailar a una salita. Pepe estuvo de acuerdo pero Maribel no tenía ganas. Por lo que puso una excusa que nunca se había escuchado en el programa: “Es que como yo no sabía esto, me tengo que ir a Majadahonda”.

“Vale guapa, no sigas que el que tienes enfrente de tonto no tiene un pelo”, concluía él ante las cámaras.