El contracronicOT

Gala 10 de OT 2018: “El mantecón”

Alba Reche y Natalia se consolidan como las mejores de la edición, Famous sube al cielo para caerse de culo, Julia reivindica la fabrica de Malús patria y Miki encuentra su parecido con Juan y Medio. Once galas después, ahora sí, Operación Triunfo vuelve a ser ‘mantecón’.

Empezamos la gala con la intensidad del reencuentro de los dieciséis concursantes de OT2018, que presentan el nuevo himno de la edición: “Somos”. Volvemos a ver a concursantes de cuyo nombre no puedo acordarme. Eso sí, la canción le da tres vueltas al ‘Camina’ de 2017. Por su mensaje, sus valores, por cantarla en femenino plural… Por una vez este año gana al anterior.

Y tras un vídeo en el que María se pone intensa con los mejores momentos vividos en la Academia interrumpidos por los gritos de felicidad cuando se entera de que hay huevos fritos para cenar (María soy yo, María eres tú), elige cantar ‘Because the night’, de Patti Smith. En el vídeo previo Manu Guix ya le dice que “ha llegado el momento de cantar un poco”. “Siempre me gustó tu humor”, le contesta ella. Pantalones de vendimiar a parte, María lo hace bien, aunque sin lucirse tanto como en otras ocasiones. María no es de este tiempo y no la merecemos. “Puedes pensar que eres mejor o peor cantante, pero que eres un artista, no tengas ninguna duda”, le dice Manu. Amén.

Pero se acaba la actuación y empieza el show. Aparece el novio de María, que le come la boca delante de un infartado Roberto Leal que ya estaba escuchando el sonido de los dos rombos en pantalla. “Está haciendo un concurso mantecón y está buenísima”, dice desatado. La conversación es de enmarcar: “¿Qué es lo que más has echado de menos de ella?, le pregunta el presentador. ”Su culo“, contesta. ”¿Qué es lo primero que vais a hacer si sale hoy?“, repregunta Roberto. ”Follar. FOLLAR. FOLLAAAAAR“, responde el novio.

Llevas tres meses sin ver a tu pareja y dices que lo que más echas de menos es su culo. María no es menos feminista por estar con este chico, pero el comentario de su pareja es machista como poco. Lo de explicitar a voz en grito que te quieres follar a tu novia es como ir a cenar a casa de tus suegros por primera vez y decirles que lo que más te gusta es tirarte a su hija en su cama de matrimonio. Pues hombre, creo que sus padres se hacen una idea, pero que tampoco es necesario.

La chica lista y guapa se va con el quinqui. Es como ver una película de Mario Casas. Si Gestmusic llega a conocer al novio de María antes, la nominan en la primera gala para levantar la edición. Después de esto nos imaginamos que María podría ser la Amy Winehouse española, aunque en lugar de morir en una lujosa casa encontrarían su cuerpo en el parking de Fabrik.

Después de abrazar a todos los concursantes y de despedirse de su novia con un “adiós, Mari, tía buena”, Pablo abandona el plató habiendo dejado en dos minutos la incorporación de ‘mantecón’ como piropo para el vocabulario popular.

Con todo el mundo aún en shock, Marta canta el ‘Like a prayer’ de Madonna sin conseguir la atención de los espectadores, que estábamos buceando en Twitter y en los grupos de Whatsapp asimilando lo que acabábamos de ver en pantalla. Pero, siendo justos, Marta lo hace muy bien. Aunque le hayan puesto un elenco de bailarines con batamantas. Marta, que afirmó que lo más gracioso que le ha pasado en su vida es que le dijo al dependiente del Burguer “de nada” en lugar de “gracias”, ha crecido durante el programa, pero ya ha tocado techo.

Sabela canta por Amaral y es el claro ejemplo de evolución. Desde la gala 0 la gallega apuntaba a ser una Thalía, una concursante con un recorrido muy concreto, pero nos está callando la boca con sus actuaciones. Poco a poco y, sin que nos demos casi cuenta, está a las puertas de la final. Es como Míriam. Nadie sabe como llegó ahí, pero llegó. Y Sabela todavía puede llegar.

Lost on you, de LP. Alba Reche vuelve a hacer una barbaridad encima del escenario. Lo hace cada semana y ya es imposible decir cual de sus actuaciones es mejor. Es la ganadora indiscutible de Operación Triunfo. Todo lo que diga después es accesorio, pero tiene la voz, el carisma y el talento necesarios para ganar el programa y petarlo fuera.

Canta Ana Belén, la primera invitada, con más problemas de sonido que un pase de micros. De repente se le oye una burrada y después parece que hace mímica. Pero llegamos a entender todo cuando nos comentan que está controlando la mesa de sonido el novio de María.

Es el turno de Miki, otro de los favoritos que esta vez se sube al escenario -o a la sección de iluminación de Ikea- para interpretar ‘Promesas que no valen nada’, de Los Piratas. Es su rollo. Es como ponerle a Juan y Medio un programa con señoras. Pase lo que pase sabes que funcionará. La semana pasada con Txarango y ahora esta, Miki ha conseguido sobresalir por fin en la recta final.

Julia canta ‘A que no me dejas’, de Alejandro Sanz. Que me digan de una vez dónde está la fábrica de Malús que hay en Andalucía y cuánta subvención le da la Junta, por favor. Julia es brillante, es indiscutible. Pero es como ver una película por quinta vez, como releer un libro. Te gusta, pero ya sabes lo que va a pasar. El mercado discográfico español tiene suficientes Malús y Vanesas Martínez y el problema de Julia es que necesita diferenciarse. Y en la gala 10 de OT aún no lo ha conseguido.

Después de la actuación de Cepeda o Antonio Orozco, aún pendiente de verificación, Natalia se sube al escenario para cantar The Scientist, de Coldplay, una de las canciones más bonitas que existen. Y la hace suya. Y nos deja más enganchados a la pantalla que el novio de María a lo suyo. Desde la primera gala Natalia es pura emoción, y la prueba es que ha conseguido hacer llorar a Ana Torroja, que es algo así como sacar la Excálibur del Rey Arturo, hacer un transbordo en Avenida de América o cruzar de una punta a otra de la Puerta del Sol en Navidades en menos de 50 minutos. Natalia quedará segunda en este concurso solo por detrás de Alba Reche, pero esta tía puede hacer lo que le salga de los ovarios fuera.

Turno de Famous, que canta y baila el Uptown Funk de Bruno Mars. Una camiseta con su nombre le identifica para ser reconocible para el público, ya que lo que es en la Academia mucho juego no da. Pero eso sí, cantar lo hace espectacularmente bien. Y otra gala más consigue lo imposible: que volvamos a amar una canción de la que se había apropiado Pablo Motos. Solo por tan magna hazaña Famous tiene que ser finalista.

Famous, que es de Bormujos, se fue a Sevilla y cuando volvió… pues ya no había silla. Y se cayó. Y Roberto se lanzó a ayudarle como un aguilucho cogiendo carrerilla para despegar, como un padre que lleva a su hija al parque y ve que se está comiendo la arena del suelo. Y a su lado Natalia se descojona viva como cuando tu amiga se cae por las escaleras de la discoteca, sabes que está bien, pero tú solo puedes pensar en reírte mientras la miras en el suelo sin ofrecerle ayuda.

Roberto saca el sobre y… se va María. Marta consigue permanecer una semana más con el 57% de los votos. Es, con todas las letras, una injusticia. No por Marta, sino por María. Se va la mejor concursante que podía tener un formato como OT, alguien que no, no brilla por su voz, pero sí por su carisma. Y a María le sobra de eso.

Se va la concursante que ha puesto a Ana Torroja y su ‘mariconez’ contra las cuerdas sin ser consciente de ello, que ha dividido a España con su ‘Amorfoda’ y que se ha depilado las ingles clamando entre gritos contra el patriarcado. No se le puede pedir más. Pero es que encima en El Chat va y dice que si hubiese sido finalista hubiese cantado ‘Baila Morena’. Tú, querida lectora, querido lector que salvaste a Marta, nos has negado la posibilidad de ver a María perreando ‘Baila Morena’ en Operación Triunfo. No te lo perdonaré jamás. Jamás.

El jurado propone para abandonar la academia a Sabela, Miki, Marta y Alba Reche. Los profesores salvan a Alba y los compañeros a Miki. El próximo miércoles sabremos los dos primeros finalistas de OT 2018.

Alba y Natalia han demostrado una vez más que OT se les queda pequeño, Julia Malú Martínez vuelve a brillar sin enseñar nada nuevo, Famous recupera una canción robada por Pablo Motos y después se cae de culo y Miki se deja bigote para encontrar su nicho como Juan y Medio. Ahora sí, Operación Triunfo ha vuelto a ser ‘mantecón’.