Después de 92 días de concurso y de conocer a 19 inquilinos que han pasado por la casa de Guadalix, el Debate 14 de Gran Hermano aplaudió a sus finalistas: Óscar, Juan, Edi, Nerea, Jorge, Violeta y Ruvens.
Además, la entrega les mostró cómo estaban avanzando los porcentajes ciegos en los que, en este caso, la audiencia les votaba para ser el ganador o ganadora del maletín con los 300.000 euros.
Con todos ellos a las puertas de la gran final, Ion Aramendi les pidió que escogieran a sus jefes de campaña. Así lo hicieron Nerea que se decantó por Luis, Óscar por Manu, Edi por Elsa, Juan por Vanessa, Jorge por Maica y Ruvens por Laura.
Sin embargo, la que lo tuvo más difícil fue Violeta que vio cómo sus dos primeras opciones - Lucía y Vanessa- rechazaron su propuesta por haberse sentido decepcionadas con ella. Finalmente, no le quedó otra que quedarse con Maite.
Maica, en plató: “Ya no tenía la alegría del principio”
Aun teniendo a los finalistas dentro de la casa, la gran protagonista de la noche en el plató fue Maica- última expulsada- que se sentó junto al presentador a responder a todas las dudas sobre su paso por el reality.
“Creo que me expulsaron más por cómo se dio la situación de personas nominadas, en ese último momento que subieron las votaciones”, expresó sobre las posibles razones de su salida.
También lamentó que su alegría de los primeros días, se convirtiera en amargura: “Cuando hacen una estrategia entre todos, sabiendo que soy de verdad, me fui a Italia y todo fue en decadencia. No me sentía comprendida, me lo cuestionaban todo, lo he pasado mal y es normal que no tuviera la alegría del principio cuando me sentía en familia”.
Tras ver imágenes de Óscar criticándola desde el principio y de Ruvens riéndose de ella, lamentó que ninguno de los dos fueran reales. Y que el segundo utilizara al primero “a su antojo”.
En el otro lado estaba Daniela, también en plató, de la que dijo que era una amiga leal, que se cuidaron entre las dos, respetaron y quisieron todo el tiempo.
Para despedirse de todos ellos, se dirigió a Edi y Violeta por su “humildad y buenos valores que brillan por su ausencia”, a Ruvens le agradeció ver la “verdadera cara de Óscar”. A Nerea sí que le dijo que es buena y que siguiera así, mientras que de Juan aseguró que era su “ganador”.
La desgarradora curva de la vida de Jorge
Aramendi advirtió que la curva de la vida de Jorge era “desgarradora” y le preguntó si quería verla a solas o compartirla con sus compañeros. Él optó por la segunda opción.
El ex militar empezó recordando que su familia era muy humilde: “Mis padres trabajaban siempre, nunca pudimos ir de vacaciones. Mi abuela me criaba. Mis padres discutían mucho y empecé a ir mal en los estudios. Hasta que deciden divorciarse y empezó mi vida con maletas. Un tiempo con uno y otro con el otro”.
“Me encontraba muy solo. En esa época fallecen mis abuelos y me hundo”, lamentó. Pero salió el sol cuando un día conoció “a una chica maravillosa. Todo empieza a ir bien y encuentro trabajo. Hasta que mi padre sufre un infarto y decido meterme en la Guardia Civil. Aprobé y me destinaron a Galicia”.
Llegó otro palo: “Es cuando fallecen mis tíos, personas muy importantes en mi vida”. Sin embargo, una llamada le devolvió la ilusión: “La vida empieza a sonreírme cuando me llaman de Gran Hermano”, agradeció.