Internacional

La Iglesia de Satán original se posiciona con Sabrina ante la demanda por el uso de Bafomet

Tati Gabrielle, Kiernan Shipka, Abigail Cowen y Adeline Rudolph en "Las escalofriantes aventuras de Sabrina"

Redacción

A la Sabrina de Netflix le sale un inesperado aliado en el contubernio que mantiene contra el Templo de Satán por el uso en la serie de Bafomet: ni más ni menos que la Iglesia de Satán original. En efecto, la iglesia fundada por Anton LaVey en 1966 se posiciona contra la organización paralela de Lucien Graves, que ha demandado a la plataforma de streaming y a Warner Bros por el presunto uso indebido de la estatua.

El Templo de Satán se formó en 2013 y, aunque partía del laveyanismo, se diferencia de la iglesia original en el alejamiento del nietzscheanismo y en su activismo político. Pese a las diferencias ideológicas, es común que algunos identifiquen o confundan a esta de reciente cuño con la primera. Por ello, y a través de un comunicado que recoge Dread Central, este clero satanista quiere marcar distancias.

“Las acciones del Templo no representan al satanismo”

“Queremos dejar claro que el Templo de Satán es un grupo político que no tiene nada que ver con nosotros, ni con el satanismo que fundamos 50 años atrás. La Iglesia de Satán no ha demandado a Netflix, ni tenemos problema alguno con su serie sobre Sabrina”, indican.

“Netflix ha construido su propia escultura de Bafomet para su serie que obviamente referencia a la versión del Templo, pero que también se basa en numerosas versiones de dominio público. Los detalles diferentes en el pecho, alas, barba, cabeza, entre otros, evidencian que lo que ha hecho Netflix no es una copia exacta de la versión del Templo, sino que han utilizado de forma correcta la imaginería que se encuentra en el dominio público y la cultura popular”, agregan. Hacen alusión así a la fuente original de la efigie, cuyo diseño original se le debe al ocultista francés Eliphas Lévi y fue publicado en su libro Dogma y Ritual de la Alta Magia a mitad del siglo XIX.

Finalmente, la organización satanista ataca al Templo Satánico, “conocido por sus infantiles operaciones de relaciones públicas, como falsas competiciones políticas, el envío de trapos manchados de semen al congreso y por frotar genitales contra lápidas para convertir en gays a la gente tras su muerte”. “Sus acciones no representan el satanismo, que es apolítico, individualista y ateísta”, subrayan.

Demanda de 50 millones contra Netflix y Warner

La organización satánica que tan pocas simpatías encuentra de los seguidores de Lavey exige una compensación de 50 millones a Netflix y Warner Bros por lo que consideran una vulneración de derechos de autor en el uso de Bafomet. También reclama que las imágenes de la serie donde aparece la efigie sean retiradas y prohibidas para otros posibles usos.

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