'La isla de las tentaciones 8' hizo caer a otro novio y mostró la escena que “reventó” a Montoya y provocó su fuga
“Esta hoguera va a marcar un antes y un después para algunos de vosotros” dijo Sandra Barneda en la nueva entrega de La isla de las Tentaciones 8, y no se equivocó. La nueva hoguera de los chicos acabó de “destrozó” a Montoya, descuadró a Eros, bajoneó a Joel y asombraron a Tadeo.
Ellas tampoco tuvieron buenas noticias porque hasta recibieron fotos de sus novios con sus citas, sin saber que otro de ellos caería en la tentación en esta entrega. Así como Montoya pudo ver el directo de la villa, “reventándose” por completo al confirmar que en ese instante Anita estaba teniendo sexo con Manuel.
Todo ello, en un programa en el que también presentaron a Álvaro - el sustituto de Gerard- de 27 años, que acudía por un pasado complicado: “Me ha gustado mucho salir, las chicas y venimos con la idea de demostrar que he cambiado y puedo ser fiel”.
Anita culmina su relación con Manuel, ante un Montoya que también cae con Gabriela
Montoya acudió a su segunda hoguera totalmente destrozado. Así se lo hizo saber a Barneda, dudando de si debería abandonar o no porque “no tiene sentido que siga aquí”, lamentó.
Todo empeoró al ver el beso de Anita y Manuel. Pateó la tablet y se marchó a la orilla del mar, revolcándose de rabia: “¡Me ha partido el alma! Me ha prometido todo, y yo con mis inseguridades como un gilipollas, qué vergüenza la familia y todo”, repetía a gritos. Hasta que Barneda acudió a calmarle y le convenció para regresar.
Allí siguió viendo imágenes de Anita con Manuel y de cómo quemaron su peluche: “Es que es lamentable, yo estaba orgulloso de esta persona, y no paro de respetarla. Es inhumano todo esto, Sandra. No puedo estar aquí, esto es muy heavy, me la ha jugado para una vez que me he enamorado. Ha aprovechado”, repetía y el resto le apoyaba.
Tras la hoguera, Gabriela intentó consolar a Montoya en la habitación, pero él rechazó su propuesto de dormir juntos. Eso sí, antes de marcharse se besaron por primera vez. “Quiero disfrutar de esta experiencia y lo que surja”, explicó el joven que, a la mañana siguiente sintió celos de la tentadora con el nuevo novio, después se lo reprochó y volvió a la tristeza por Anita. Una montaña rusa constante.
Mientras en la villa de las chicas, Anita se besó en la boca con Sthefany y acabó la noche con el carricoche de Manuel. “Hemos congeniado bastante a nivel sexual y estoy muy contenta”, concluyó ella.
La fuga de Montoya al ver las imágenes de la pantalla en directo
Al día siguiente, Barneda acudió a la villa de los chicos para ofrecerles que uno de ellos viera a su chica durante 10 minutos. Todos escogieron a Montoya para que pudiera hacerlo. El joven se lo agradeció y acudió al lugar en coche, cogido de la mano de Barneda.
Allí se encendieron las pantallas emitiendo lo que ocurría en cada habitación en ese instante. Pero a él solo le interesó la pantalla en la que Anita estaba llorando con Bayán: “He visto juegos asquerosos, ahora estamos todo el día pegado y ayer no pude aguantar más”, le confesaba. Por lo que Montoya entendió que ya había tenido sexo con Manuel:
“¡La has cagado tía! ¿Qué has visto de mí? Esto es vergonzoso. No he hecho nada, ella es la que ha caído en la tentación. Me has reventado por dentro cámara 11. ¡Asquerosa! Qué asco cariño que me has reventado. Con ese escombro, es un antes y un después ya, me has reventado por dentro, coño. Cabrona”, repetía.
Y en las imágenes vio cómo entraba Manuel por la puerta, Bayán se marchaba y se quedaban solos. Se metían en la cama juntos, empezaban a besarse y antes de ver cómo tenían sexo, Montoya salió corriendo hacia la villa: “¡Me has reventao por dentro!”, exclamaba.
Bayán y su “novio” Torres, ante el distanciamiento de Eros y su tentadora
Por otro lado, Eros fue el primero en inaugurar la nueva hoguera de los chicos, en la que vio a Bayán besándose y durmiendo con Torres: “Qué rápido ha caído, muy bien” y le aplaudía. “Luego me tratan a mí de infiel, mujeriego, calentón, pero veo que aquí de la noche a la mañana se saltan los límites. La tenía en un pedestal y más abajo no me puede haber caído”.
Hasta que vio la noche de pasión entre los dos: “Yo siento una conexión de verdad con Erika, he dormido dos noches con ella, pero no he hecho nada de este estilo. Lo que no puedes es decirme que no vas a hacer nada. Es que no me lo creo, no puede ser”, repetía ante lo que veía de su novia.
Por la noche, Bayán volvió a dormir con Torres, por la mañana se dieron mimos, por la noche no se soltaban bailando, y casi teniendo sexo en la encimera de la cocina. “Con Torres siento más que una atracción física, así que para mí es como mi pareja en la villa”, concluyó Bayán.
Al que se le dio la vuelta la historia fue a Eros que se topó con una Erika que empezó a desencantarse de él, al notar que no le importaba su novia. Tanta fue la distancia que puso la tentadora que él acabó llorando por ella en la habitación. La soltera fue a hablar con él para consolarle y acabaron besándose.
Joel cae en la tentación, al no ver imágenes de Andrea
Al llegar a la hoguera, Joel se desmoronaba por el “miedo” que sentía al no saber las imágenes que podría estar viendo Andrea y que actuara por venganza. Sin embargo, lo que no esperaba es que Barneda no le iba a mostrar imágenes de su novia.
Joel se vino abajo en la hoguera sin poder ver a Andrea, pero se vino arriba cuando se metió en el jacuzzi con Nataly, ella se puso encima de él, empezó a besarle en la cara y acabaron en los labios por primera vez. “Espero no arrepentirme de esto después”, deseó Joel que se sumaba a la lista de novios infieles de la edición.
Las montañas rusas de Tadeo y Sthefany
Las primeras imágenes de Sthefany que vio Tadeo le asombraron: ella bailando en su cama ante los aplausos de los tentadores, pasándose el hielo, y asegurando que no se fiaba de él. Una actitud que indignó al novio: “Me ha fallado, jamás pensé que podía ver este tipo de imágenes, lo del cuarto me ha matado”.
Siguió viendo más imágenes y más aturdido se mostraba: “Me da rabia, porque después de ver estas imágenes parece que ella venga de tentadora, que la relación no le importa. Yo no hago ese tipo de cosas, me jode porque llevo mucho tragado, que sé que me he equivocado pero está tirando por tierra todo”.
Al llegar a la villa, Tadeo se dejó querer en la piscina por Mayeli. Mientras ella era también otra montaña rusa pasando del llanto por su novio, a las risas con los tentadores.