Kiko Matamoros relata sus “inseguridades” tras 'Supervivientes': “Tengo un deterioro físico vertiginoso”

En estas últimas semanas, Kiko Matamoros mostraba una irascibilidad mayor de la habitual en Sálvame. Una gota que colmó el vaso cuando Germán González hizo un vídeo en el que ironizaba con la diferencia de edad con Marta López y el colaborador estalló.
Tras todo ello, el ex superviviente llegaba este martes a Sálvame pidiendo una sesión con la coach del programa, Cristina Soria, porque admitía que algo le estaba pasando factura: “Tengo un problema y tengo que buscar soluciones”, aseguraba.
Matamoros reveló que después de su paso por el reality de aventuras muchas cosas han cambiado para él, tanto física como psicológicamente: “Se me crearon muchas inseguridades a partir de Supervivientes. Cuando llegué estaba bastante bien, fuerte, pero la evolución destructiva fue tremenda. A los siete días noté una debilidad enorme, una carencia de fuerza enorme y no te cuento al mes”, confesaba.
“Ahora tengo un deterioro vertiginoso, con una pérdida de peso brutal”
A la vez, admitía otro de los problemas que arrastra desde su juventud: “Desde los 18 años estoy obsesionado con el físico. Y ahora tengo un deterioro vertiginoso, con una pérdida de peso brutal y rodeado de gente más joven y ver que físicamente responden de otra forma... me sentí muy mal en ese sentido. Y me afectan especialmente las bromas sobre eso”, lamentó.

Por lo que ha pedido a dirección que intenten cuidar ese aspecto: “No quiero ser el saco de boxeo del cachondeíto este. Me agrede y me hace daño, honestamente. Charo Vega es cuatro días más joven que yo y se fue diciendo que era insoportable, me gustaría que el trato y respeto que se le ha tenido, se me tenga a mí también”.
Sobre 'Supervivientes': “Me he defraudado”
Por su parte, Soria señalaba que ya había detectado “ciertas inseguridades y vulnerabilidad” en Matamoros en otros sesiones, solo que ahora “han aflorado más”. Y le felicitaba por haberlo “verbalizado en público”, algo que suele costar mucho.
Para acabar, Kiko confesó lo que sintió en Honduras: “He sentido impotencia, me he defraudado. Tenía otras expectativas de cómo podía evolucionar y no las he cumplido”. Por lo que todo eso sumado, ha hecho que “las alusiones a mi edad, a la diferencia de edad con mi pareja, y los chistes fáciles en referencia a eso, son cosas que sobran y me causan rechazo y dolor”. Y son las que ha pedido que se limiten.