Killer Queen, de 'Drag Race España', critica que Atresplayer Premium también dé voz a Sindy Takanashi
El compromiso de Atresplayer Premium, la plataforma de pago de Atresmedia, con la comunidad LGTBI es innegable, y se traduce en formatos como Drag Race, Reinas al rescate, e incluso los programas con Paca la Piraña, además de algunas de sus series.
Killer Queen, una de las “reinas” de la primera edición de Drag Race España, ha destacado esa “visibilidad” que aporta la plataforma, pero contraponiéndola al mensaje inverso que en repetidas ocasiones lanza Sindy Takanashi, la presentadora de Las Uñas en Atresplayer Premium.
Killer Queen ha sido concreta: “Me da un poco de pena ver como una plataforma nos permite con Drag Race o Reinas al rescate dar una visibilidad a las diferentes realidades para luchar por la diversidad, y luego den voces a tránsfobas y gente que piensa que las drag somos 'señoros con peluca'”.
Las palabras de Killer Queen llegan después de que Sindy Takanashi haya manifestado ese tipo de opiniones, e incluso haya charlado sobre ellas con las invitadas de su programa. El ejemplo más conocido fue el de Jedet, que acabó disculpándose a su manera tras tener que cancelar su aparición en el Orgullo de Granada. Las críticas han vuelto después de que las últimas invitadas al programa hayan sido Devermut, a las que también se ha criticado por opiniones tránsfobas y bifóbicas.
En otros dos mensajes, Killer Queen razona lo poco consecuente que es tener programas que aportan ese apoyo y visibilidad al colectivo LGTBI, y al mismo tiempo tener en nómina a personas que manifiestan opiniones en contra de integrantes de ese mismo colectivo: “No puede ser que en un programa demos mensajes tan importantes como Inti hablando sobre la no necesidad de hormonarse, o Jurijii hablando de su transición para que la sociedad pueda aprender y entender, y luego se dé voz a gente incendiaria que cuestiona a las personas trans”.
“Entiendo perfectamente que yo he jugado al juego sabiendo dónde me metía, pero creo que hay cosas que como colectivo no debemos callar aunque eso tenga consecuencias. La equidistancia no vale cuando se habla de derechos humanos, cuando se habla de personas que solo quieren respeto y ser”.
