Mercedes Milá volvió este jueves 30 de noviembre a TVE después de 33 años de ausencia en la cadena pública. No sé de qué me hablas, su nuevo formato, llegó a la parrilla haciendo de telonero de MasterChef Celebrity en su final, y con Maruja Torres y Palomo Spain ejerciendo de teloneros, en una primera entrega donde no faltó el humor pero también la reflexión al hablar del estado del periodismo, de la inteligencia artificial y de los efectos de la fama.
“TVE era mi casa, mi primer trabajo, mi primera pasión. No me faltaba ni una gota de pasión. Hoy empieza otra ilusión”, proclamó la espluguense sobre este espacio, en el que sigue ligada a Zanskar, su productora de confianza de los últimos años y con la que se ha propuesto acercarse a los más jóvenes, tratando de romper la brecha generacional. De momento, en su estreno, anotó un 8.4% de cuota de pantalla, datos similares a los que acostumbra a hacer 4 estrellas y que por tanto no respondieron a la expectación, pero sí suficientes para vencer por la mínima y en estricta competencia al tramo Express de GH VIP.
“Hace mucho tiempo que quería que tener público joven”
Lo más curioso es que al programa no le importó enseñar las bambalinas. Es decir, los instantes previos al comienzo de la grabación, con la presentadora quejándose del calor y pidiendo al regidor que ventilara. También destacó por dirigirse de forma directa a los asistentes, remarcando el afán por hacerlos partícipes. “Mi público tiene que tener un sillón cómodo, nada de que duela la espalda”, insistía, antes de hacer una declaración de intenciones a esa chavalería que la acompañaba.
“No os podéis imaginar, por mucho que le echéis toda la fantasía de la tierra, lo feliz que me hace hablaros, porque hace mucho tiempo que quería que tener público joven”, proclamó, antes de apuntar: “A lo largo del programa comprenderéis que a veces sois unos ignorantes. Yo también lo soy. Por ejemplo, no tenía ni idea de quién era una chica que ahora mismo es un alter ego para mí, Inés Hernand”.
“No faltan periodistas, sino buenas empresas”
Esta última fue también parte importante del programa, no solo para contextualizar sobre las modas y tendencias actuales, sino para desengrasar con humor ácido la conversación de Milá con su primera invitada, Maruja Torres. Las dos periodistas repasaron hitos del pasado comunes, entrevistas que compartieron y hechos destacados. La invitada recordó, por ejemplo, el reportaje que realizó haciéndose pasar por una mujer gitana, a mediados de los ochenta, para evidenciar los prejuicios y racismo importantes en la sociedad. También habló de otro reportaje que realizó para el que se “ligó” a un legionario para infiltrarse en un cuartel en 1985.
“A lo largo de estos años de hacer entrevistas y trabajar en la tele, he hecho muchas locuras por hacer entrevistas, pero no me he acostado con nadie”, ha señalado Milá. “Para una entrevista no, para un reportaje sí”, ha replicado Torres, para sorpresa del plató, cuyo público ha estallado en risas.
Otro punto destacable fue la conversación en torno al estado del periodismo. “Más que de la prensa habría que hablar de la información. Los jóvenes sois más digitales [...] El soporte me importa menos que el contenido, pero no me gusta que el contenido sea corto, escueto, tono, falto”, analizó Torres, que deseó tener 20 años menos para acompañar a los compañeros que están “haciendo lo imposible” para abordar las guerras actuales.
Hablando del estado de la prensa, Hernand consideró que “el atractivo de la era digital es que te llegan estas noticias de una forma mucho menos sesgada, y por otro lado, el periodismo ha pegado bajón a consecuencia de las condiciones de las redacciones: falsos autónomos, la gente está turboprecarizada”. “Lo que no faltan son periodistas, lo faltan son buenas empresas”, manifestó Torres, de 80 años, dando pie a los aplausos de los jóvenes.
“Muchos de los que defienden la Constitución ni la quisieron”
También hubo leve espacio para la política. Aunque Milá ya advirtió que desde la corporación les había insistido en “olvidarse” de la política, sí pudo recuperar una entrevista que hizo en los ochenta a Adolfo Suárez. Una entrevista que le costó “años de vida” hasta que la consiguió. “La aceptó cuando más le convenía”.
Así, con las palabras del que fuera primer presidente de la democracia española: “Aunque ahora parece que todos defienden la Constitución, muchos de los que defienden la Constitución ni la firmaron ni la quisieron, ni nada de nada”, aseveró.
También hubo un recuerdo a Almudena Grandes por parte de Milá, cuando se acercó a las gradas para preguntar a los presentes si conocían a Suárez y por qué. Hernand bromeó con que su mayor señal de relevancia era bautizar al aeropuerto de Barajas. “¡Está tía está loca!”, rio Milá. “Hombre, tú no tienes la estación de tren Málaga-Mercedes Milá”, replicó la humorista.
“Ni falta que me hace. Hay una que se llama Almudena Grandes, que esa sí que me gusta”, añadió, dando pie a otros aplausos de los asistentes.
“Casi haces el meme del rey emírato”
Y hubo espacio hasta para un traspiés salvado por Milá. Comentando una anécdota de Torres en una discoteca, Milá acabó tirándose al suelo para hacer la mímica de lo que su invitada contaba. “¡Qué bien estás!”, decía esta última, al ver la agilidad de la presentadora. Sin embargo, al levantarse, perdió el equilibrio y casi se derrumba.
“Estamos en el primer programa, Mercedes, que casi haces el meme del rey... El rey emírato, o emérito”, apostilló Hernand, aludiendo a la imagen recordada de uno de los accidentes del emérito.