Tres alicientes para ver el nuevo 'Chester in love' de Risto Mejide
En 2014 La Fábrica de la Tele estrenó su 'Viajando con...' Risto y nos fascinó su cuidada estética y la capacidad del presentador de desmontar e indagar en su invitado.
Pero, tres años más tarde, atiborrados de programas de entrevistas (con mayor y menor suerte), cuando anuncian que vuelve aquel sofá con el mismo conductor me invadió una desgana propia de los 'dejavus televisivos'. ¿Otra vez lo mismo?
Y con ese pensamiento me senté ante el visionado del primer programa de 'Chester in Love', del que me chocó la estética TED, el público presente y los nuevos invitados. Entendedme: ver a Belén Esteban, sentada, con público y frente al publicista... solo me hacía sentir nostalgia por aquel sofá íntimo, que seguíamos en silencio miles de espectadores, y que vio llorar a María Belón.
Creía que el nuevo Risto enamorado no conseguiría el mismo resultado que el publicista agrio sin empatía, que el público y la iluminación restarían intimidad y que los invitados solo asistían para lavar su imagen... como en tantos otros.
¡Qué equivocada estaba! Sobre todo, porque esas tres son las claves que enganchan y asombran en un 'Chester' que se ha hecho mayor de edad:
1. Conocemos al invitado y nos conocemos a nosotros mismos
En esta nueva andadura del programa, el chester (el sofá) ni viajará, ni estará personalizado según el entrevistado. Porque ahora el invitado somos todos.
Aunque veamos sentado junto a Risto a Nacho Vidal, Cifuentes o Belén Esteban, el tema principal ya no serán sus vidas, sino las de todos. Y es que cada programa se centrará en uno de los grandes temas de la humanidad, esos que nos preocupan (y nos definen): el amor, la muerte, la fe... y de esa forma, el debate que se genera delante y detrás de las cámaras nos hace reflexionar sobre el entrevistado y sobre nosotros mismos.
Porque como explicaba el presentador a los periodistas, se conoce mejor a las personas preguntándoles por cómo entienden el sexo, si creen en Dios o cómo afrontan la muerte, antes que haciendo un recorrido por su infancia. ¡Haced la prueba!
2. ¡Ahora estamos todos invitados!
El público estará presente en cada programa. Sentado alrededor del sofá, ante una pantalla y con una iluminación al estilo TEDxTalks.
Se trata de una de las novedades que más llaman la atención, ya que la mayoría de programas de entrevistas no se hace con público. Es decir, los espectadores no estamos representados en esos espacios.
Porque, aunque al principio me chirriaba su presencia, durante la entrevista me di cuenta que aquellas personas eramos nosotros. Como ocurre en cualquier serie en la que a un vecino se le explica lo ocurrido para que seamos sus ojos y sus oídos, en el 'Chester' ahora también se nos ve allí sentados, reaccionando a las respuestas o preguntas de los protagonistas.
3. Invitados con gancho y ganchos que sorprenden
Y otro de los aciertos de esta vuelta de tuerca son los ponentes. Expertos que pasarán fugazmente por el programa para dinamitar la charla.
Me sorprendí a mí misma el otro día, hablando con una amiga y citando a Lucía Etxebarria, tras escuchar su opinión sobre la monogamia en la entrevista con Nacho Vidal.
Y es que, el nuevo 'Chester' ya no es una bonita entrevista para conocer al invitado, sino que se ha convertido en una charla mucho más rica, más completa, más madura. Entre Risto, el entrevistado y nosotros. Que sigue dando vueltas en tu cabeza días después de tenerla.